El 5 de mayo, un obispo católico lanzo una diatriba contra el gobierno por el fracaso de la "vergonzosa" e "injusta" regularización de miles de inmigrantes irregulares que viven desde hace muchos años en el país.
El Obispo de Brentwood, Reverendo Thomas McMahon, en una misa especial para los inmigrantes en la catedral londinense de Westminster, hizo un llamamiento a los católicos a permanecer "resueltos" y "dispuestos" a apoyar una política de amnistía para aquellos inmigrantes irregulares que viven en el país desde hace largo tiempo.
La propuesta puesta en marcha por la campaña 'De extranjeros a ciudadanos', apoyada por el JRS Reino Unido, supondría que los inmigrante irregulares que han vivido y trabajado en el país en los últimos cuatro años o más obtuvieran un permiso de trabajo por dos años. Al final de este período se les garantizaría que pudiera permanecer en el país.
El Obispo acusa a la política del gobierno de no hacer nada de irresponsable porque deja a innumerables inmigrantes a merced de la explotación, a vivir con miedo y en un limbo legal.
Estos inmigrantes no tienen derecho a trabajar, ni al bienestar social ni a ayudas para alojamiento. Esto, según el Obispo, sólo puede describirse como vergonzoso e injusto. El Obispo McMahon dijo a la multitud congregada que tenían un deber, por su humanidad y fe común, de denunciar la injusticia allá donde la encuentren.
JRS
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