El silencio no es sólo la ausencia de palabras, es abrir una puerta y entrar. Es la habitación de nuestro interior, la que siempre anda ajetreada y cuesta mimar. Nos sorprendería si alguien nos invitara a entrar en el silencio de nosotros mismos, quizás la respuesta inmediata tras la sorpresa a dicha invitación sería denegada, porque en nuestra cotidianidad nos falta tiempo para hacer silencio.
Dios nos invita a crearlo, a desearlo y apaciguar las velocidades de nuestra vida con todo lo que llevamos de preocupaciones, sufrimiento, de gozos y esperanzas desde Él. El silencio es el susurro donde escuchamos a Dios, a través de este, Alguien invade el alma.
¿Dónde encontrarte Señor? ¡Búscame en el susurro!, allá donde tienes que ir porque te espero, allá donde la ilusión del encuentro, te lleve a abrir la puerta de tu corazón y entrar donde te espera quien amas, donde quieres permanecer, en la confianza de que no se siente soledad cuando hay presencia, donde la ausencia de ruido, también en las palabras te llevan a mí.
Tienes la oportunidad de gustar y acoger el susurro para habitar en mí ¡Búscame! Sí, pero ¿a dónde ir? Al lugar sagrado, donde encontrarás un tesoro “Tú y Yo”, donde nos miramos, donde nos podemos encontrar en la mirada del que ama… Yo te estoy mirando y ese lugar habita en ti… y allí fui llevada por Él.
Entré en la habitación y oré en lo secreto… el lugar físico se convirtió en encuentro desde el susurro de mi corazón, allá me llevó a dejarle entrar y continuar habitando, porque es locura este encuentro en el Amor, que colma y ensancha la propia existencia y es un amor que va creciendo; y nace el deseo de congelar ese momento íntimo, en el calor que empapa el corazón de tu presencia viva Señor, es tu latir que me conduce y de repente te vas sin irte, me duermo en Ti y despierto en tu susurro...
Susurro del Amado,
Invade el corazón,
Locura desde el Amor,
Entrar en mi interior,
Notar su presencia viva,
Confianza para darse,
Ilusión que late al amar,
Oportunidad de crecer con Alguien.
Texto y foto: Hna. Ana Isabel Pérez.
Del blog "Mi Voación"
El Periodista Digital
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