El lunes 26 de mayo se abrió la asamblea de los obispos italianos con la conferencia inaugural del presidente, el cardenal Angelo Bagnasco, quien reafirmó el compromiso común por los jóvenes y la cultura de la vida, así como la atención al fenómeno migratorio.
El presidente Bagnasco dijo que “para cada uno de los que intentan entrar a nuestro país, es necesario encontrar un equilibrio continuo entre exigencias y expectativas, manteniendo el respeto de los derechos de las personas por ser deberes civiles”.
Respecto a la crisis de la educación habló en cambio de una generalizada “crisis de confianza en la vida”. Al hablar a nombre de los obispos el presidente de la CEI dirigió un pensamiento a los jóvenes, por los que, admitió, “sabemos que no hacemos suficiente”.
El cardenal Bagnasco además criticó la “cultura nihilista” que suscita “sólo pasiones tristes”. Al referirse después a las elecciones políticas italianas dijo que ahora “se espera un periodo de necesaria estabilidad, en la que constructivamente participen todas las fuerzas políticas en los papeles que se les asignan”.
La Conferencia Episcopal Italiana tendrá lugar en Roma, para su quincuagésima octava asamblea general, hasta el 30 de mayo próximo.“Hablo siempre con mucho gusto de ellos, porque entre nosotros y ellos existe una unión ciertamente afectiva, pero sobretodo sacramental, que de manera especial los hace partícipes de nuestra misión pastoral”.
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