Tuesday, June 19, 2007

Emotiva despedida a Padre Juan de Castro (IV)


Agradecimientos de la familia
A nombre de la familia agradeció las condolencias y la presencia de tantas personas María de la Luz Ariztía, sobrina del sacerdote. “Queremos expresar a todos ustedes nuestro enorme agradecimiento por acompañarnos en este momento tan importante de nuestra vida. Hoy en que celebramos la Pascua del tío Juan, nos queda el recuerdo de su presencia, su calidez y su cercanía.
El hizo que nuestra familia se mantuviera unida con su preocupación permanente concentrada en las relaciones humanas. Siempre estuvo al tanto de lo que le ocurría a cada uno de nosotros y de nuestros hijos. Siempre alegre, siempre oportuno y dispuesto a colaborar”.
Luego agradeció a la Orden de los Dominicos y a la Universidad Católica por los cuidados que brindaron al Padre Juan durante su enfermedad. “Hoy, queremos cantar al Señor las misericordias que ha tenido con nosotros, estamos alegres pues está en los brazos del Padre. El Señor es bueno, su misericordia es eterna, permanece para siempre”, terminó señalando.Amor a Dios y compromiso con los hombres
Por último intervino el superior provincial de los Padres Dominicos, Padre Félix Fernández, quien recordó que conoció al Padre Juan de Castro a final de la década de los sesenta. “Fui alumno de él, y hasta el momento de su partida me he sentido muy cerca de él. En nuestras conversaciones siempre aparecía reflejado su gran amor a Dios, amor al ser humano, imagen de Dios. Juan, fray Juan para nosotros los dominicos y dominicas, transmitía su amor a Dios en el compromiso diario con los hombres y mujeres con quienes se encontraba. Fray Juan contagiaba con su alegría y esperanza y sanaba a todo el que se acercaba a él.
Todos sabemos de sus múltiples funciones, lo hemos escuchado, sabemos también lo que ha significado para la Iglesia de Santiago, para todos nosotros. El vivió también experiencias difíciles que fue enfrentando valientemente, viendo siempre a Dios en el servicio a los hermanos. Su última opción, opción importante en su vida, fue entrar en la orden de predicadores, los Dominicos. No le fue fácil, como en otros momentos de su vida, también en este se encontró con incomprensiones”, recordó el Padre Fernández.
Y concluyó su testimonio leyendo un texto de la Carta a San Pablo a los Filipenses que retrata lo que era el Padre Juan de Castro. “Este texto era para Fray Juan, si no el más hermoso del Nuevo Testamento, uno de los más bellos, y que él recitaba de memoria. Me atrevería a decir que puede ser para todos nosotros como un testamento. Dice así: ‘Cristo a pesar de su condición divina no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo pasando por uno de tantos, y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz…’ Queridos hermanos y hermanas, estoy seguro que nuestro hermano Juan estaría muy feliz si cada uno de nosotros tratamos de hacer vida estas hermosas palabras”, terminó señalando el provincial de los Dominicos.
Fuente: Iglesia.cl

1 comment:

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