Se tiene que decir alto y claro

La caja de Pandora se ha abierto con la entrevista que El Periódico le hace a la Hna Teresa Forcada i Vila, monja benedictina, médico y teóloga feminista.

Se tiene que decir alto y claro. Estamos en una sociedad democrática que aboga por la igualdad y la no discriminación de la mujer. Sin embargo se siguen observando ciertos ataques sexistas por el hecho de ser mujer. Si encima eres religiosa y te atreves a opinar, ya eres portada: teóloga feminista. ¡Cabe peor adjetivo!. ¿Ser feminista es estar a favor de la mujer o es estar encontra del varón?. Creo que ellos no lo tienen muy claro. Se ven cuestionados en sus comportamientos diarios y les irrita. Y es que la mujer ha conquistado su independencia y eso duele. No les va la reciprocidad de tareas en el hogar. La igualdad de salario en el trabajo por el mismo cometido. Y tantos otros ejemplos que podrían salir a luz y sonrojar al más machito. ¿Quieren que entremos en detalles?.

La mujer tiene que ser un apoyo del varón. ¡Toma y el varón tiene que ser un apoyo de la mujer!. Y si dejamos el apoyo y reivindicamos que hombres y mujeres tienen que encontrar una relación armoniosa de complementariedad. Es tan evidente el grado de humillación al que se somete a la mujer que ha tenido que salir una Ley de Violencia de Género y una Ley de paridad. Y eso sí lo han conseguido las feministas, le pese a quien le pese. Pero como siempre digo, también hay que dar las gracias a un buen puñado de hombres dispuestos a tratar como iguales a sus compañeras.

Si una mujer hace teología desde la óptica femenina no comete ningún pecado mortal. Otra cosa es esa teología hecha por varones que llegó a dudar si la mujer tenía inteligencia. Miren ninguna mujer tiene por qué estar al servicio del varón, salvo que lo decida voluntariamente. Lo contrario tiene un nombre y ya saben por donde voy. Afortunadamente la sociedad ha cambiado y no parece que vaya a retroceder. Aunque les pese a algunos. ¡Qué eso significa un cambio radical en los papeles asignados hasta ahora, a hombres y mujeres, pues sí!. Y algo se mueve en los claustros hacia esa dirección. Lo contrario sería incongruente, también las monjas tienen que encontrar su espacio sin sometimientos serviles.

Si todo eso es progresia para ustedes, es que no han entendido nada de la historia del siglo XX. Y sólo tienen que mirar las enciclopedias para descubrir que quienes destacaron en el pasado tenían una inteligencia fuera de lo común. Hoy tienen en portada de religiondigital a Sor Juana Inés de la Cruz, que bien merece una película digna, donde se vea cómo tuvo que lidiar con los clérigos de su época. Pastelitos y repostrería fina para poder seguir escribiendo y leyendo como cualquier varón de su tiempo.

Eso que han dado en llamar ideología de género, que algunos asocian a la lucha de clases y por tanto al marxismo, se lo tienen que hacer mirar. Yo sólo quiero compartir tareas en el hogar porque fuera tengo mi trabajo como cualquier hombre. Y el doblete en casa agota a la más dispuesta. Que una monja contemplativa salga a calle no debiera espantarles tanto, puesto que siempre hubo monjes contemplativos en la vida social. No les nieguen a ellas lo que ven normal en un varón. Si lo hacen, será porque tienen algún problema básico de educación. Lo dicho que se lo hagan mirar.

Escrito por Carmen Bellver

Católica, laica, convencida de que la fe libera y humaniza al individuo. Diplomada en Ciencias Humanas, es docente de Audición y lenguaje en un Centro público.
Es una apasionada de las Ciencias Humanas, donde el diálogo fe-cultura abarca múltiples aspectos: religión, filosofía, literatura, teología, política, antropología, sociología... Colabora en diferentes publicaciones aportando sus convicciones a esta sociedad que reduce el hecho religioso a lo privado, por ello su blog desea ser un espacio de opinión donde la fe y el humanismo caminen juntos.