«La Iglesia reinventó al Jesús de la Historia»

Antonio Piñero presenta “Jesús, la vida oculta”

Investigador prestigioso y bloguero de Religiondigital, el catedrático de la Complutense de Madrid, Antonio Piñero es una de las máximas autoridades mundiales en los Evangelios apócrifos. Ayer presento, en el Círculo de Bellas Artes, su reedición de “Jesús, la vida oculta” (Editorial Esquilo) y aseguró que “la Iglesia ha reinventado al Jesús de la Historia”, al tiempo que arremetía contra Juan Arias por sus “libros basura” sobre Jesús y la Magdalena.
Iconoclasta como siempre, Piñero comenzó criticando la “transformación de los Evangelios apócrifos en dogmas”, pero también fustigó a los que aseguran que “hay apócrifos ocultos en los sótanos del Vaticano, porque no es verdad”. Y añadió: “Fue en el siglo IV, cuando la Iglesia quemó o manipuló los apócrifos. Hoy en día, la Iglesia no sólo no rechaza los apócrifos, sino que los promueve”.

Su libro es un “resumen científico de lo que se puede saber de Jesús” y “una invitación a la libertad y a la honestidad intelectual”. De ahí que le indignen los que se aprovechan de la figura de Jesús para vender libros. En este sentido, afirmó que Juan Arias, escritor y periodista de El País, “está escribiendo falsedades conscientemente, porque sabe que lo que le está diciendo a la gente sobre Jesús y sobre María Magdalena es mentira. Aunque, a la larga, por muchos libros que venda, se desacredita a sí mismo y a la editorial que publica tales porquerías”.

Y eso que a Piñero no le duelen prendas para reconocer que Arias fue el que encontró en el Vaticano, hace años, un manuscrito en arameo, que después publicó el profesor Díaz-Macho, que es “la fuente para descubrir la lengua que Jesús hablaba en su casa”.

Más delito tiene, a su juicio, la Iglesia que reinventa al Jesús de la Historia. Y enumeró las principales diferencias entre el Jesús de la ciencia y el de la institución eclesial. La primera es que, en contra de lo que sostiene la Iglesia (y por eso acaba de condenar a Jon Sobrino) “a Jesús ni se le pasaba por la cabeza tener conciencia de ser Hijo de Dios”.

En segundo lugar y en contra de lo que sostiene la Iglesia, “Jesús no era un profeta absolutamente consciente de serlo”. En tercer lugar, “los milagros contra la naturaleza no pueden presentarse como hechos históricos. A lo máximo, al taumaturgo Jesús realizó ‘milagros’ psicológicos”.

Además, en contra de lo que sostiene Roma, “Juan bautista fue el maestro de Jesús y no a la inversa”. Y por eso, añade: “la vida del Jesús histórico y del eclesiástico es radicalmente distinta”.

Y concluye: “No sé si con buena o mala fe, la Iglesia reinventó la figura de Jesús, como hicieron antes los Evangelios. Porque entre el Jesús del cuarto Evangelio y el Jesús de la Historia no hay parecido alguno”.

En la obra de Piñero, el lector tiene acceso a la historia de la vida de Jesús apoyada casi exclusivamente en las fuentes evangélicas apócrifas, es decir, no recibidas como “canónicas” o “inspiradas”. De este modo, apunta el autor, este libro presenta “al lector de un modo sistemático la imagen global de la vida oculta de Jesús que de ellas se desprende: cómo se imaginaban que habían transcurrido los avatares de esos años obscuros de Jesús los diversos autores o grupos cuyos “evangelios” no fueron aceptados en el canon.

” Así, el lector conoce la versión de los Evangelios Apócrifos sobre la vida de Jesús y una serie de temas polémicos a ella asociados y que continúan entusiasmando al público del siglo XXI. Al abordar esta temática, el autor mantiene un estricto rigor científico en una historia escrita en un lenguaje totalmente accesible al público en general y que se lee como una novela que nos fascina.

En la parte final del libro, el lector encontrará un capítulo dedicado a “Las enseñanzas secretas de Jesús” o sea, “una síntesis de las claves que explican la “gnosis” –ese mensaje revelado y oculto para la mayoría que aporta el otro Jesús, el Revelador gnóstico

Fuente: El periodista Digital