En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Después de comer, le dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis corderos." Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice: "Pastorea mis ovejas." Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras." Esto dijo, aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: "Sígueme."
¿Qué me stá diciendo el Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
· Me pongo en el lugar de Pedro y escucho esa pregunta: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?
¿Jesús señaló la barca, la red llena de peces, el tipo de vida que Pedro conocía y amaba?
¿Fue una invitación a un cambio de oficio?
O fue esta pregunta: ¿me amas más que éstos (los otros discípulos)?
Después de todo, Pedro se había vanagloriado:
Los demás te podrán abandonar; yo jamás.
Esta vez Pedro se subestima:
Tú sabes que te quiero.
Me siento igual que Pedro, temerosa(o) sobre mi deseo de ser su discípula(o), pero sabiendo que Dios me ama.
No comments:
Post a Comment