Este año y una vez más, la Eucaristía del 1º de Mayo se inspira en uno de los pensamientos sociales de San Alberto Hurtado, a quien la Vicaría Pastoral para los Trabajadores postuló en 2005 como Patrono de los Sindicalistas chilenos.
“La fidelidad a Dios, si es verdadera, debe traducirse en justicia frente a los hombres… Una benevolencia sin justicia produce un profundo resentimiento. Lo que el hombre, particularmente el obrero, desea es el reconocimiento de sus derechos”, decía el Padre Hurtado en la década del ‘50 .
Desde muy joven el Padre Hurtado demostró una gran preocupación por los trabajadores más explotados. Su tesis para optar al título de abogado estuvo enfocada a las trabajadoras textiles que inspiró la película “Cuánto vale un ojal”, del cineasta Patricio Larraín. Más tarde, ya como sacerdote, se preocupó especialmente de las pobres condiciones en que debían laborar miles de trabajadores y puso hincapié en la importancia de organizarse para hacer valer sus derechos. Con este fin hacia 1970 creó la Asociación Sindical Chilena (ASICH).
Fuente: Iglesia.cl
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