El sillón que Benedicto XVI usará durante su visita a Brasil en mayo próximo se construirá con maderas recicladas, por lo que será una pieza 'ecológicamente correcta', dijeron hoy fuentes eclesiásticas.
El diseño de la silla que usará el Papa en las misas que oficiará durante su estancia de cinco días en Brasil fue presentado hoy a la prensa por los administradores del Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, donde Benedicto XVI oficiará una misa el próximo 13 de mayo.
Se trata de una pieza de madera, diseñada por Claudia Moreira Salles, que tendrá 1,60 metros de altura y 85 centímetros de ancho, y será construida en 'Pau Brasil', madera típica del país, con detalles en pino, pereira y jacarandá.
Moreira Salles explicó que la madera que se utilizará fue comprada en demoliciones de antiguas haciendas en el interior del estado de Sao Paulo, lo que garantiza que su construcción no ha supuesto un daño adicional al medio ambiente.
'Hoy tenemos varias formas de usar la madera de una manera más respetuosa con la Naturaleza', declaró Moreira Salles, quien destacó la sencillez del diseño.
Los diferentes tipos de madera escogidos pretenden representar la 'diversidad de la población brasileña' y las escuetas líneas del diseño evocan la propia sencillez del Papa, indicó.
La construcción del sillón ha sido encargada a los talleres de la organización no gubernamental 'Marcenaria da Fazenda', a la que además se le han pedido otras seis sillas, en los mismos moldes, que serán usadas por cardenales que acompañarán al Papa.
Benedicto XVI llegará a Sao Paulo el próximo 9 de mayo, una visita que será la primera que efectúa el Pontífice a un país latinoamericano.
El Papa permanecerá en el país hasta el día 13, cuando inaugurará la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM) con una misa en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida.
Tras su visita, la silla cuyo diseño fue presentado hoy se sumará al acervo del Museo del Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, que ya cuenta con un 'trono' similar, usado por el Papa Juan Pablo II durante su visita a Brasil en 1980.
Fuente: El periodista Digital
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