La parroquia de San Carlos Borromeo celebrará una Asamblea Extraordinaria en la que valorarán el número de firmas que han recogido hasta el momento y prepararán una posible acción conjunta con los vecinos del barrio de Entrevías para evitar así la decisión de cerrar la iglesia como lugar de culto y cederlo a Cáritas Diocesana, según ha informado el párroco, Javier Baeza.En la reunión, a la que acudirán feligreses, distintas asociaciones que trabajan en San Carlos Borromeo y los tres párrocos que dirigen la parroquia, comenzará a partir de las 19.30 horas y analizará también el tratamiento que se está dando del tema en los distintos medios de comunicación.
Baeza ha afirmado que están "algo preocupados" porque algunos "medios amarillos están tergiversando el mensaje" que pretenden dar.
El conflicto comenzó el pasado 27 de marzo cuando el Arzobispado de Madrid envió una carta a los tres párrocos, pertenecientes a la Teología de la Liberación, en la que les anunciaba que debían buscar otra parroquia, ya que el centro donde se ubica la de San Carlos Borromeo iba a cederse a Cáritas para que en ella prosiguieran las tareas de ayuda a los excluidos sociales del barrio.
Los feligreses y los sacerdotes decidieron entonces "continuar con su actividad normal" pese al mandado del Arzobispado, es decir, "dando misa y atendiendo a los excluidos por la sociedad".
Así, el pasado domingo día 7, la parroquia celebró la misa propia del Domingo de Resurreción, a la que acudieron centenares de personas, a pesar del cierre como lugar de culto dictado por el Arzobispado.
Baeza ha afirmado que están "algo preocupados" porque algunos "medios amarillos están tergiversando el mensaje" que pretenden dar.
El conflicto comenzó el pasado 27 de marzo cuando el Arzobispado de Madrid envió una carta a los tres párrocos, pertenecientes a la Teología de la Liberación, en la que les anunciaba que debían buscar otra parroquia, ya que el centro donde se ubica la de San Carlos Borromeo iba a cederse a Cáritas para que en ella prosiguieran las tareas de ayuda a los excluidos sociales del barrio.
Los feligreses y los sacerdotes decidieron entonces "continuar con su actividad normal" pese al mandado del Arzobispado, es decir, "dando misa y atendiendo a los excluidos por la sociedad".
Así, el pasado domingo día 7, la parroquia celebró la misa propia del Domingo de Resurreción, a la que acudieron centenares de personas, a pesar del cierre como lugar de culto dictado por el Arzobispado.
Fuente: El Periodista Digital
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