Friday, April 20, 2007

Un momento para la oración

Hechos 5, 34-39
En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran fuera un momento a aquellos hombres y dijo: "Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. No hace mucho salió un tal Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, dispersaron a todos sus secuaces, y todo acabó en nada. Más tarde, cuando el censo, salió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y dispersaron a todos sus secuaces. En el caso presente, mi consejo es éste: No os metáis con esos hombres; soltadlos. Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se dispersarán; pero, si es cosa de Dios, no lograréis dispersarlos, y os expondríais a luchar contra Dios." Le dieron la razón.
¿Qué me está diciendo el Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy

· Bendito Gamaliel, el único que confió en que Dios interviene en nuestras vidas; el que reconoció que Dios podría presentarse en inesperadas formas. Enséñame ese tipo de paciencia y discernimiento, Señor.

No comments: