VATICANO, 09 Abr. 07 / 09:48 am (ACI).- Al presidir esta mediodía el Regina Coeli, el rezo mariano que sustituye al Ángelus en el periodo de Pascua, el Papa Benedicto XVI alentó a los cristianos a no tener miedo de convertirse en mensajeros del anuncio de la resurrección del Señor Jesús “hasta los últimos confines del mundo”.
Hoy, conocido como el Lunes del Ángel, el Pontífice dirigió el Regina Cæli con los fieles y peregrinos que se dieron cita frente al Palacio Apostólico de la localidad lacial ubicada a unos 20 kilómetros de Roma, y en conexión de audio y video con la Plaza de San Pedro.
Antes de la oración, el Obispo de Roma señaló que al “gran misterio” de la Resurrección “la liturgia dedica no solo un día, porque sería demasiado poco para expresar toda la felicidad que sentimos, sino cincuenta, es decir, el periodo pascual que finaliza con Pentecostés”.
Benedicto XVI resaltó el significado especial del Domingo de Pascua, que se extiende durante toda esta semana, hasta el próximo domingo, formando la Octava de Pascua.
La liturgia de hoy, continuó, nos lleva al sepulcro donde se apareció Jesús a las mujeres: “También a nosotros, hoy, como a estas mujeres que permanecieron junto a Jesús durante la Pasión, el Resucitado repite que no hay que tener miedo de convertirse en mensajeros del anuncio de su resurrección. No tiene nada que temer quien encuentra a Jesús resucitado, entregándose a Él dócilmente. Éste es el mensaje que los cristianos están llamados a difundir hasta los últimos confines del mundo”.
Al respecto, el Papa subrayó que “la fe cristiana nace no del acoger una doctrina sino del encuentro con una Persona, con Cristo, muerto y resucitado. En nuestra existencia cotidiana, queridos amigos, son muchas las ocasiones para comunicar a los demás nuestra fe de forma sencilla y convincente, de modo que de este encuentro nazca su fe. Y es de gran urgencia, que los hombres y las mujeres de nuestra época conozcan y encuentren a Jesús y, gracias también a nuestro ejemplo, se dejen conquistar por Él”.
"El Evangelio no dice nada de María, sin embargo, la tradición cristiana ama contemplarla mientras se alegra nuevamente más por cada uno al volver a abrazar a su divino Hijo, que se había unido a sí cuando fue puesto en la Cruz. Entonces, después de la resurrección, la Madre del Redentor goza con los ‘amigos’ de Jesús, que constituyen la Iglesia naciente. Al tiempo que renuevo de corazón a todos ustedes mis felicitaciones pascuales, invoco a Ella, la Reina del Cielo, para que mantenga viva la fe en la resurrección en cada uno de nosotros y nos haga mensajeros de la esperanza y del amor de Cristo resucitado”, indicó.
Tras el rezo mariano y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI envió sus felicitaciones en varios idiomas, saludando “cordialmente” a los peregrinos de lengua española, “en este lunes de la Octava de Pascua, en la cual la tradición y la liturgia invitan de manera especial a tomar conciencia de que Cristo resucitado ya no muere más, y por ello exhorta a profundizar en el misterio y el compromiso bautismal. Feliz tiempo de Pascua”.
Fuente: Ecclesia Digital
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