Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: "Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él." Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios." Nicodemo le pregunta: "¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?" Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: "Tenéis que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu."
¿Qué me está diciendo el Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
· Como fariseo, Nicodemo era un hombre que conocía todas las reglas, y las cumplía y hacía cumplir; pero sentía claramente que no eran suficientes, y percibía que Jesús ofrecía mucho más que ellas. Como un fariseo cauteloso, no deseaba ser visto con este radical rabí a plena luz del día, por lo que lo vino a ver de noche. ¿Cómo puedo nacer de nuevo?, preguntó. Jesús lo guía gentilmente, desde lo que la Ley permitía y prohibía, hacia el mundo intangible del Espíritu.
No comments:
Post a Comment