Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Alejandro Goic, su llamado al a‘sueldo ético’:
El Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal percibe que los conflictos sociales comienzan a presentarse con fuerza. De allí que Mons. Alejandro Goic manifieste que la necesidad de un debate nacional sobre el ‘sueldo ético’ y la pobreza es urgente, porque lo inteligente es ‘anticiparse a los conflictos’, que él ve venir luego de la movilización de los contratistas de CODELCO.
Esto, argumentó el obispo, porque en medio de una coyuntura económica favorable, la gente se pregunta qué pasa con su situación personal y familiar.Según Mons. Goic, en los dos primeros gobiernos de la Concertación no hubo conflictos, en cambio en el tercero empezaron a vislumbrarse. Y durante el actual período de gobierno, ya se han presentado protestas, las que pueden incrementarse. “Lo inteligente, dijo el prelado, es anticiparse a los conflictos”, y para ello es necesario abrir un debate nacional.
El Presidente de la Conferencia Episcopal planteó su visión en un foro sobre la pobreza que se realizó este jueves en Rancagua, en el marco del Mes de la Solidaridad, actividad en la que participaron como panelistas los senadores de la región, Andrés Chadwick y Juan Pablo Letelier.
Los parlamentarios coincidieron en que se debe trabajar en la superación de la pobreza y la disminución de la brecha en la distribución de los ingresos, y se refirieron también a la interpelación realizada hace algunos días por monseñor Goic, en cuanto a la entrega de un salario ético por parte del empresariado chileno.
“El salario ético tiene que ver con el corazón de los creyentes”Monseñor Goic espera que el intercambio producido en el foro se multiplique en gran parte de las Diócesis, incluso más allá de este mes de la Solidaridad, porque de esta forma se va creando conciencia entre la gente.
El Obispo Goic explicó que es deber de los cristianos estar a la vanguardia de un modelo económico justo, postura que respaldó en las Sagradas Escrituras, en la tradición de la Iglesia y en el Magisterio, desde la encíclica Rerum Novarum de León XIII, de fines del siglo XIX. “Creo que hay cristianos que ignoran la dimensión social de la fe, pero la pobreza es un tema presente en la sociedad y los cristianos, en coherencia con su fe, deben ser vanguardia en la construcción de un mundo más justo y solidario”.
En cuanto al salario ético planteado por él, precisó que éste tiene que ver con el corazón de los creyentes, que no puede ser impuesto y les corresponde otorgarlo a quienes tienen posibilidades de hacerlo. “Hay empresas –sobre todo de alto nivel- que creo que están en condiciones de pagar más allá del mínimo y ése es el camino por el que debemos transitar”.
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