Mateo 13, 54-58
Un día se fue a su pueblo y enseñó a la gente en su sinagoga. Todos quedaban maravillados y se preguntaban: «¿De dónde le viene esa sabiduría? ¿Y de dónde esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¡Pero si su madre es María, y sus hermanos son Santiago, y José, y Simón, y Judas! Sus hermanas también están todas entre nosotros, ¿no es cierto? ¿De dónde, entonces, le viene todo eso?» Ellos se escandalizaban y no lo reconocían. Entonces Jesús les dijo: «Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su patria y en su propia familia». Y como no creían en él, no hizo allí muchos milagros.
Un día se fue a su pueblo y enseñó a la gente en su sinagoga. Todos quedaban maravillados y se preguntaban: «¿De dónde le viene esa sabiduría? ¿Y de dónde esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¡Pero si su madre es María, y sus hermanos son Santiago, y José, y Simón, y Judas! Sus hermanas también están todas entre nosotros, ¿no es cierto? ¿De dónde, entonces, le viene todo eso?» Ellos se escandalizaban y no lo reconocían. Entonces Jesús les dijo: «Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su patria y en su propia familia». Y como no creían en él, no hizo allí muchos milagros.
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Era un carpintero (según Marcos) y el hijo de un carpintero (según Mateo). Sus vecinos creyeron que conocían sus limitaciones, porque creyeron conocer su origen. Hay más que lo que los ojos pueden ver, Señor. Dame la capacidad de ver bajo la superficie de aquellos que creo conocer. Hay mucho más en todos nosotros que lo que los ojos pueden ver.
De Espacio Sagrado
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