Marcos 11, 15-17
Llegaron a Jerusalén, y Jesús fue al Templo. Comenzó a echar fuera a los que se dedicaban a vender y a comprar dentro del recinto mismo. Volcaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores de palomas, y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo. Luego se puso a enseñar y les dijo: «¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!»
Llegaron a Jerusalén, y Jesús fue al Templo. Comenzó a echar fuera a los que se dedicaban a vender y a comprar dentro del recinto mismo. Volcaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores de palomas, y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo. Luego se puso a enseñar y les dijo: «¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!»
¿Qué me estás diciendo Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Lo que motivó la ira en Jesús fué el hecho que el comercio y las castas habían ocupado el lugar de la reverencia en el Templo.
Los cambiadores de monedas y los vendedores de palomas usaban su privilegio y licencias para cobrar altos precios a los peregrinos pobres.
Se habían creado barreras de entrada y divisiones internas, para excluir a gentiles y mujeres de algunos lugares del Templo.
De Espacio Sagrado
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