Wednesday, October 22, 2008

Frenazo a la beatificación de Pío XII


El tema de la pasividad culpable de Pío XII en el holocausto judío es un verdadero Guadiana eclesial que ha dado mucho que hablar. Ahora se afirma que la Santa Sede ha parado el proceso de canonización del papa Pacelli en pro de mejorar las relaciones con los judíos. La animadversión, que expresó hace dos semanas en Roma el rabino jefe de Haifa, Shear Cohen, invitado especial del pontífice al sínodo, es el mayor obstáculo en el proceso. El Vaticano pide tranquilidad antes de tomar una decisión. El portavoz Lombardi ha afirmado que “en esta situación no es oportuno intentar presionar ni en un sentido ni en otro“. Pero, al mismo tiempo, el pasado fin de semana el relator de la causa para la beatificación, Peter Gumpel, y el postulador, el jesuita Paolo Molinari, han reavivado la polémica por las “falsedades” lanzadas contra el papa Pacelli. Gumpel afirma que “son una evidente falsificación histórica” y que Benedicto XVI “tiene en suspenso la causa” porque desea mantener relaciones amistosas con los judíos.
Tanto Gumpel como Molinari reclaman un gesto a Israel. Ambos piden que la inscripción sobre Pío XII sea retirada de Yad Vashem, y Molinari se queja: “Prometen que van a cambiarla, pero no han hecho nada”. El postulador confirma que Benedicto XVI espera una señal de “arrepentimiento” que acabe con la leyenda negra de Pacelli para seguir con la causa. Ratzinger duda. Teme que la beatificación suscite airadas reacciones en Israel y EE UU. Anda por medio también el posible viaje del Papa a Tierra Santa, que se encontraría con el escollo de la famosa inscripción.
A este respecto es iluminador el articulo del historiador y monje de Montserrat Hilari Raguer en El País, “Las razones del silencio”, en el que apunta lo siguiente: “Creo que en el ánimo de Pío XII pesaron dos importantes razones. La primera es su conocida simpatía por Alemania, aunque ciertamente no por el nazismo. Las informaciones sobre el exterminio eran tan espantosas que al principio parecían increíbles. Cuando Pío XII recibió testimonios múltiples e irrefutables la guerra estaba ya inclinada francamente del lado de los aliados, y es probable que el Papa se resistiera a sumarse a la propaganda que éstos estaban haciendo contra el nazismo, como si temiera ser calificado de oportunista al sumarse al bando vencedor.”
Pienso que las canonizaciones son para el bien de la Iglesia, para proponer uns modelos. Pero no son obligatorias. Es más importante, por ejemplo, la reconciliación y el buen entendimiento con el los judíos, a los que durante tanto tiempo hemos llamado “pérfidos” en la liturgia que el hecho de que Pío XII suba o no a los altares.
La cada vez más inevitable derrota alemana motivaba aún otra razón del silencio del Papa. La política de Pío XII (la italiana y la internacional) estuvo siempre presidida por una obsesión anticomunista. Su gran proyecto, aunque no lo podía promover abiertamente, era evitar la derrota de Alemania para que pactara la paz con Gran Bretaña y se lanzaran ambas contra la Unión Soviética. No era fácil, pero una condena del nazismo lo hubiera hecho metafísicamente imposible.”
Pedro Miguel lamet sj
Del blog "El alegre cansancio"
21

No comments: