Friday, December 31, 2010

Quieren que el Papa encienda por Internet las luces del Cristo de Río de Janeiro


En una fecha sin decidir, a partir del 1 de marzo de 2011
En 2011 el Cristo Redentor cumplirá 80 años
"Estamos en negociaciones para saber si el Papa podrá accionar la iluminación, porque con tecnología LED es posible prender las luces con una tecla del celular o por Internet". La particular propuesta la hizo el rector del Santuario del Cristo Redentor del morro Corcovado, el sacerdote Omar Raposo.
De cara a la preparación del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, el Cristo Redentor, una colosal figura emblema de Río de Janeiro que será sede de esos eventos, tendrá a partir del 1 de marzo un nuevo sistema de iluminación, en coincidencia con la fecha del aniversario de la ciudad.
Serán 300 proyectores de LED que reemplazarán a los focos tradicionales.
Según el cura, la iluminación de alta tecnología tendrá un costo 80 por ciento menor al actual, y mejores condiciones ambientales. Y quieren que sea Benedicto XVI el que las encienda a distancia, desde el Vaticano.
En 2011 el Cristo Redentor cumplirá 80 años y la Iglesia Católica de Río de Janeiro y una empresa alemana de iluminación firmaron un acuerdo para revitalizar las luces del mayor símbolo de Río de Janeiro. Nadie mejor que el propio Papa para inaugurarlas.
RD

La Iglesia apuesta por internet para evangelizar a los jóvenes



Cada vez son más los sacerdotes que están presentes en las redes sociales


El Vaticano aconseja a los religiosos utilizar la red para acercarse a los fieles



El padre Javier Muñoz tiene 140 feligreses y 1.582 amigos en Facebook. Hace un año y medio que abrió su cuenta en la red social. Utiliza internet para asesorar a aquellos que le piden consejo pero no pueden acercarse hasta Novelda (Alicante), donde tiene su parroquia. Además de en España, sus agregados están en Latinoamérica y en el resto de Europa.


«No saber inglés es un obstáculo -reconoce-, pero hablo italiano, y con algunos curas me comunico en latín». Cada día dedica un rato a contestar a sus contactos: «Empecé con media hora que se ha acabado convirtiendo en hora y media, y creo que en el futuro irá a más». Ahora está pensando si iniciarse también en Twitter. Lo cuenta Alba Laguna en El Periódico.


El padre Javier es lo que se comienza a conocer como e-Priest. Sacerdotes que utilizan las nuevas tecnologías en el desempeño de su labor. Y es que la Iglesia no quiere perder el tren del 2.0. A principios de año, Benedicto XVI hacía un llamamiento a los sacerdotes para que recurriesen a internet para «la evangelización del continente digital». Actualmente el Vaticano ya cuenta con su propio canal de Youtube, y hasta con aplicaciones para Iphone que permiten, por ejemplo, descargarse un breviario en el teléfono.


Aun así, las posibilidades de la red no son infinitas cuando de religión se trata. Si bien sirve para rezar y dar consejo espiritual, no se puede utilizar internet para oficiar misa ni para confesar a los fieles, ya que estos actos requieren la presencia física de ambas partes. De hecho, hace años, el Vaticano ya dejó claro que tampoco se puede hacer la confesión por teléfono.


«La Iglesia aún debe desarrollarse en el ámbito de las redes sociales, pero creo que está en sintonía con las tendencias del mundo actual. De todos modos, no es un ámbito fácil para una institución que propone una visión muy concreta de la vida», dice Daniel Arasa, uno de los responsables del informe PICTURE, realizado por la Universidad de Lugano (Suiza) y la Universidad de la Santa Cruz de Roma, que analiza el uso que los sacerdotes hacen de internet.


El estudio pone de manifiesto que, cuando los curas se apuntan a internet, lo hacen con convicción: el 95,4% de los e-Priests españoles se conectan cada día y el 85% considera la red muy útil para buscar datos. Más de la mitad de los encuestados creen que es «útil o muy útil» para prestar asistencia espiritual y 7 de cada 10 lo utilizan al menos una vez a la semana para preparar la misa. Sin embargo, es en el terreno de la evangelización donde parece haber más consenso. El 83,5% de los e-Priests españoles están de acuerdo con que las nuevas tecnologías ayudan a difundir la fe (son optimistas, la media mundial es del 72,9%), y el 74%, con que también contribuyen a «la evangelización de los jóvenes».


Sin embargo, no todo en la red son ventajas. Al padre Javier le preocupan sobre todo los virus («ahora mismo tengo uno en mi cuenta») y la política de intimidad de Facebook, que a su parecer protege de manera insuficiente los datos de los usuarios. También algunas cosas que para otros serían motivo de satisfacción. «Alguna vez me han agregado chicas que querían ligar conmigo -cuenta-. Yo procuro ser correcto, pero, si veo que insisten mucho, las bloqueo».

RD

Me parece que este un tema para comentarlo y recoger más experiencias de sacerdotes, de algunos Obispos, como también de religiosas que también participan de Facebook, twitter.
También saber porque otros sacerdotes no participan de estas redes.
Los invito a entregar su opinión experiencia al respecto

Iré recogiendo opiniones y las pondré en este blog

Que terminen muy bien este año y lo mejor para el próximo.
Estoy en la cocina acompañando a Ruth, que está preparando la cena de fin de año.

EN ARGENTINA NOMBRAN A LA MUJER DEL AÑO POR SUS LABORES CON MÁS NECESITADOS




La vida nunca fue sencilla para Margarita Barrientos, que habita en un barrio marginal de Buenos Aires. Es hija de una familia numerosa muy pobre y sólo pudo cursar tres años de escolaridad. Con su esposo, Isidro, tienen diez hijos y su único ingreso siempre fue lo que recolectaban en las calles, lo que en la Argentina se llama 'cartoneros'. Pero un día de 1996 descubrieron que podían compartir con los niños del barrio parte de la comida que recogían.

“La primer comida fue una taza de mate cocido y factura que nos habían dado en la calle. Habíamos prendido fuego a un horno de barro que teníamos y calentamos la factura y ese fue el desayuno de ese día. Para el mediodía habíamos hecho un guiso (...) Lo importante era que los niñitos que venían aquí, que eran muchos, hijos como los nuestros... hijos de cartoneros, se sentaban a la mesa a comerlo”, comenta Barrientos, fundadora del Comedor Los piletones.

La voz se fue corriendo en el barrio. Aquellos chicos que realmente no tenían nada para comer en sus casas, podían encontrar un plato de comida caliente en el comedor de Margarita. Ella se ocupaba además de visitar a la familia y conocer cada situación.

Junto con el número de menores comensales iba creciendo la publicidad de la tarea que realizaba en ese rancho, en el que no había luz eléctrica ni agua.

“Después venía el abuelito y se sentaba a comer el abuelo también. Después la mamá con un platito venía y se sentaba a comer con los hijos. Y ya en vez de 20 eran 25 y hasta 30. (...) Los medios me dieron a conocer y la gente me ayudó mucho en todo sentido con las donaciones, con cosas materiales y la obra creció hasta límites insospechados.

El comedor de Margarita da hoy de comer a unas 1.000 personas, entre niños que vienen directamente al salón y familias que retiran gratuitamente los alimentos.

Además, gracias a la activa participación de la comunidad, se puso en marcha un centro de Salud, frente al comedor, y durante el año escolar funciona en el lugar una guardería. El prestigio de la obra fue en crecimiento y numerosas empresas y particulares hicieron llegar también sus donaciones.

Esta acción muestra que la filantropía y los grandes emprendimientos comunitarios no son un privilegio reservado para los que más tienen.

La generosidad es parte de la condición humana y son muchos los que no esperan la situación ideal para ponerse en acción

Thursday, December 30, 2010

JESÚS DE NAZARET HOY 1

José Antonio Pagola, 14-Diciembre-2010

La alternativa de Jesús (I)

José Antonio Pagola era participante habitual de las conferencias del Aula de Teología que se celebran anualmente con la colaboración del Obispado y la Universidad de Cantabria. Los últimos años no había sido invitado. Este año -tras un diplomático acuerdo en el que el obispado no lo presentaba en sus programas- ha vuelto a impartir dos conferencias (3 y 4 de noviembre) en el Paraninfo de La Universidad, repleto a rebosar. Disponemos del texto de las conferencias, que nos va a dar materia para presentar, en continuidad con los comentarios a Marcos, los próximos 4 martes teológicos, dividiendo cada conferencia en dos partes.


Muchas gracias, en primer lugar, a la Universidad de Cantabria por invitarme a hablar de Jesús en este Paraninfo, que yo no conocía y que impone un poco…


Nada me puede dar más alegría a mí que hablar de Jesús y, sobre todo, hacerlo en un foro abierto donde es fácil que puedan escuchar creyentes y no creyentes, lo que todavía me da una alegría más grande.


Quiero empezar por deciros que hoy, en los sectores preocupados por Jesús y por investigar la historia de Jesús, se está hablando con un lenguaje muy nuevo; os voy a decir algunas de las cosas que se están diciendo de ese Jesús al que nosotros queremos y creemos que es nuestro, que sólo pertenece a nuestra Iglesia. Hoy, personas que incluso no son creyentes dicen cosas como ésta: Jesús no pertenece sólo a los cristianos; es patrimonio de la humanidad. otras afirman: Sin duda Jesús es lo mejor que ha dado la historia y sería una tragedia si un día la humanidad lo olvidara. También: Jesús no sólo ha inaugurado una nueva religión, sino una nueva era. Nunca la historia ha producido, dicen algunos, un símbolo religioso más grandioso que el proyecto de Jesús, que llaman Reino de Dios. Si el mundo lo atendiera cambiaría; si se convirtiera en el eje vertebrador de las culturas, de las políticas y de las religiones, la humanidad viviría con un horizonte de esperanza que hoy no puede sospechar. y otros: sí es cierto que está en crisis, el final quizás de una religión cristiana, muy condicionada por la filosofía griega y el derecho romano, pero estamos en el pórtico de un desarrollo nuevo del movimiento de Jesús.
Jesús todavía no ha dado lo mejor, Jesús todavía puede ser una verdadera sorpresa, y estoy viendo, cada vez más, que se habla de Jesús como el alma que necesita este mundo para vivir de una manera más digna y más esperanzadora. De este Jesús quiero hablar yo ahora. La conferencia de hoy lleva el título “La alternativa de Jesús”; es un intento de resumir con un poco de claridad y de manera un poco viva el proyecto de Jesús.


Los creyentes creemos que en ese hombre se ha encarnado Dios; otros no lo creerán así, pero a todos, desde luego a los creyentes, nos interesa ver, cómo ha vivido este hombre y que es lo que ha querido introducir en la historia humana.


Todos sabemos que Jesús nació en Galilea donde, en los años 30 no se conocía, obviamente, una separación entre lo que hoy nosotros, de una manera espontánea, sabemos diferenciar: lo económico, lo cultural, lo político, lo social… Esto no era posible en la sociedad que vivió Jesús; en arameo ni siquiera existe una palabra para decir “religión”. Por supuesto que Jesús era un hombre religioso, pero vivió en una sociedad donde lo religioso estaba implicado, orientando, justificando, impulsando toda una manera de entender y de vivir la vida y la sociedad, hasta tal punto que, en aquel momento, para los hebreos la Torá, la ley de Moisés, la ley de Dios es, al mismo tiempo la Constitución, por decirlo así.


En cuanto nos acercamos a Jesús vemos que, en esa sociedad, no es un escriba, un maestro de la ley, tampoco es un sacerdote; no enseña propiamente una doctrina; nosotros a veces hemos imaginado que lo más específico de Jesús era enseñar la verdadera religión, una doctrina que luego los discípulos tendrán que difundir de manera correcta, pero no es así. En el centro de la predicación de Jesús más allá de una doctrina hay un hecho, un acontecimiento, algo que está sucediendo, que Él está experimentando y que quiere contagiar a todos.


Todos los investigadores están de acuerdo en que el resumen que hace el evangelista Marcos -el primer evangelista- es el más correcto; dice así: Jesús anunciaba la Buena Noticia de Dios, a Dios como algo nuevo y bueno. Jesús anuncia que el Reino de Dios se está acercando, que este Dios no quiere dejarnos solos frente a los problemas y los desafíos, sino orientar nuestra vida de manera sana, dichosa; Jesús invita a cambiar de manera de pensar y de hablar, invita a creer en esta Buena Noticia, a vivir creyendo en Él. Jesús percibe que ha empezado un tiempo nuevo, pero hay que acogerlo. Hoy todos los investigadores piensan que el Reino de Dios fue la verdadera pasión de Jesús, el núcleo, el corazón de su mensaje, la pasión que inspiró toda su vida y también la razón por la que fue ejecutado. “El Reino de Dios es la alternativa de Jesús”.


Por supuesto, el Reino de Dios es mucho más que una religión, va mucho más allá de las creencias, los preceptos y los ritos de una religión; es una manera de entender y de vivir a Dios que lo cambia absolutamente todo. Como veréis, Jesús ha querido introducir en el mundo una experiencia nueva de Dios que nos permita vivir de una manera nueva, con una esperanza y con un horizonte diferente; es el proyecto, el Reino de Dios.


Lo sorprendente es que Jesús nunca explica lo que es el Reino de Dios con un lenguaje conceptual; no sabe hablar con un lenguaje solemne, como los sacerdotes del templo; ni con el lenguaje legalista de los maestros de la ley; Jesús es un poeta. Hoy se está valorando muchísimo la dimensión poética de Jesús; las metáforas, las imágenes y sobre todo las parábolas de Jesús en esa época -siglo I- es de lo mejor que hay en la literatura mundial. Con ese lenguaje parabólico, más que hablar de doctrinas Jesús habla de cómo sería la vida si hubiera más gente que se pareciera a Dios.


En el fondo, Jesús llevaba dentro esta pasión, este fuego: ¿Cómo sería la vida en el Imperio Romano si en Roma no reinara Tiberio, sino Dios, es decir, alguien que hiciera lo que Dios quiere para la humanidad…? ¿Cómo cambiaría Galilea si en Séforis y más tarde en Tiberíades no reinara Antipas, sino alguien que mirara las cosas como las mira Dios…? ¿Cómo cambiaría la religión del Templo, en Jerusalén, si no estuviera Caifás y reinara un sacerdote que de verdad quisiera lo que quiere Dios…? Esa era la obsesión de Jesús. Y nosotros tendremos que preguntarnos, ¿cómo sería nuestra sociedad y nuestra Iglesia, si hubiera, cada vez más, personas, hombres y mujeres, que se parezcan un poco a Dios?


Para hablar del “reino”, Jesús utiliza un término político, no religioso; los evangelistas lo traducen al griego y emplean la expresión basileia, palabra que, en los años 30 sólo se utilizaba para hablar del Imperio Romano, el Imperio de Tiberio. Mientras Jesús estaba en Galilea, Tiberio estaba descansando en Capri; era un hombre mayor que sólo quería riquezas, honor, poder… pero era quien, con las legiones romanas, había creado el Imperio de Roma, la Pax Romana, el orden internacional… todo lo cual, en Jerusalén, donde los sumos sacerdotes hablaban perfectamente el griego, se definía con el término, basileia.


Podéis imaginar la sorpresa, la expectación y también el recelo que tuvo que provocar Jesús cuando empezó a decir que estaba cerca el Reino de Dios –no el de Tiberio- e invitaba a todos a entrar en ese Reino. ¿Qué pretendía Jesús al introducir un “reino” que no es de un político, ni de una religión, sino de Dios?


Nosotros, al rezar el Padre Nuestro decimos: Venga a nosotros tu Reino; no pedimos ir al cielo, sino pedimos con Jesús que venga primero aquí, a la misma tierra su Reino. ¿Qué quiere decir, entonces, Jesús cuando nos invita a entrar en el Reino de Dios? Para empezar, que nos tenemos que salir de otros reinos, el reino de la violencia, el reino del dinero, el reino del terrorismo… para “entrar” en el “Reino de Dios”.


Voy a tratar de explicar qué es, para Jesús, este proyecto del Reino de Dios. Lo desarrollo en cuatro puntos:


En el proyecto de Dios el principio de actuación, la ley suprema es el amor, dicho de modo más concreto, la compasión.


En segundo lugar, la dignidad de los últimos como meta. Jesús quiere orientarlo todo hacia los últimos. El Reino de Dios es crear entre todos, con la colaboración de Dios, una sociedad más humana, más digna, más amable, más feliz, más dichosa, empezando por los últimos. Es la única manera de actuar. Esto de “empezando por los últimos” hay que decirlo siempre cuando hablamos de Jesús.


Tercero, la acción curadora como programa. Jesús ha venido a curar la vida.


Y por último, no hay que olvidarlo porque lo que necesitamos todos, el perdón como horizonte.


¡Cómo no va a haber perdón para todos, si Jesús en la cruz pidió perdón para los que le estaban ejecutando; no estaban arrepentidos, y Jesús los disculpa, Jesús, el hijo de Dios encarnado grita al Padre: perdónalos, no saben lo que hacen.


1. La compasión como principio de actuación

Dios es compasivo; ésta es la base de la actuación de Jesús. Hoy la investigación está de acuerdo, de forma unánime, en que Jesús de Nazaret ha vivido y ha comunicado una experiencia sana de Dios: Jesús no ha proyectado sobre el rostro de Dios, miedos, ambiciones, fantasmas… que todas las religiones, incluso la cristiana terminan proyectando en Dios.


Jesús nunca habla de un Dios indiferente, frío, desentendido de los hombres, de espaldas a nuestros problemas… Tampoco vemos que Jesús presente un Dios preocupado por sus intereses, su gloria, su liturgia, su templo, su sábado… La preocupación de Dios somos nosotros. Ni habla tampoco de un Dios que quiera dirigir el mundo con las leyes naturales que ha introducido el Creador en la misma realidad de la creación -una teología muy valiosa que viene de Grecia, de la filosofía griega-. En el sustrato de la experiencia de Dios que tiene Jesús está que Dios es compasivo, tiene “entrañas”; la compasión es la reacción primera de Dios ante sus criaturas. Por así decir, lo primero que Dios siente al mirarnos es compasión. Jesús dice que Dios siente hacia sus hijos e hijas lo que una madre siente hacia el hijo que lleva en sus entrañas; es decir, Dios nos lleva en sus entrañas.


Las parábolas más bellas, las que Jesús más trabajó, y probablemente las que más repitió, son siempre aquellas con las cuales quiere contagiar a la gente su experiencia de un Dios compasivo.


En la parábola que solíamos llamar “el hijo pródigo”, en realidad el protagonista no es el hijo, sino el padre bueno. Los primeros que escucharon esta parábola tuvieron que quedar totalmente sorprendidos; no era esto lo que escuchaban de los maestros de la ley en la Sinagoga, ni tampoco de los sacerdotes de Jerusalén en el templo. ¿Será Dios así? ¿Como un Padre que no se preocupa por su herencia, sino que respeta el comportamiento de sus hijos, incluso cuando cometen disparates; que no está obsesionado por su moralidad, pero que sigue de cerca a todos, al que está en casa y al que está lejos? Un Dios del que uno se puede alejar pero al que puede volver sin miedo alguno, porque le estará esperando. Recordad cómo el Padre está atento a ver si viene el hijo; y cuando lo ve todavía lejos, el padre se conmovió –literalmente: “le temblaron las entrañas”-, perdió el control y echó a correr y lo besaba y abrazaba efusivamente… ¡en público!
Nunca un patriarca de aquellas familias actuaba así, era cosa de mujeres; le trata maternalmente, no le deja que siga confesándose; ya ha sufrido bastante, no le exige nada, no hace ningún rito de purificación, aunque viene impuro. No le exige penitencia, enseguida piensa que hay que descubrirle lo que es vivir junto al padre; vamos a hacer un banquete, dice, y le pide al hijo mayor que venga, que le acoja. ¿Será Dios así? ¿Será Dios alguien que quiere orientarnos a todos hacia una fiesta final en la que se celebrará la fiesta de la libertad, de la dignidad, la verdadera felicidad?


La parábola habla de hijos perdidos que vuelven al padre y son acogidos por él; de hijos fieles que tienen que acoger al hermano, y habla de banquete, de fiesta, de música, de baile… ¿Será éste el secreto de Dios? ¿Creeremos nosotros en este Dios?


Hay otra parábola sorprendente que solíamos llamar “los obreros de la viña” aunque, en realidad, el protagonista es el dueño de la viña, un hombre bueno, que quiere trabajo y pan para todos. Como sabéis sale a la plaza a las 6 de la mañana, a las 9, a las 12, a las 3 de la tarde y, por último a las 5… cuando falta sólo una hora para terminar la jornada. Y sorprendentemente a todos les paga un denario, que era lo que necesitaba una familia para vivir cada día en Galilea. Cuando les paga a todos igual, protestan los que llegaron primero, y el propietario, les dice ¿Es que tenéis que ver con malos ojos que yo sea bueno?


Esa parábola tuvo que despertar un desconcierto general. ¿Qué está sugiriendo Jesús? Este dueño de la viña no se fija en los méritos de cada uno, si ha trabajado mucho o si ha trabajado poco; lo que le preocupa es que, esta noche, todos tengan para comer. ¿Será posible que Dios sea así? ¿Será que Dios, más que estar preocupado por nuestros méritos, está preocupado por responder a nuestras necesidades? Esto rompe todos nuestros esquemas. ¿Qué podían decir los escribas de la ley y qué pueden decir los moralistas hoy? Jesús es desconcertante, Dios es sorprendente. Si Dios es alguien compasivo que, al contrario que nosotros que estamos pendientes de cómo nos responden los demás, bien o mal…, lo primero que siente es compasión hacia nosotros, ésta sería la gran noticia.


Desde esta experiencia de un Dios compasivo, Jesús va a introducir un principio de actuación, la compasión.


Jesús se encontró con una sociedad donde había muchos grupos, partidos, espiritualidades… pero todos coincidían en el punto de partida, todos aceptaban lo que en un libro del AT, el Levítico, se dice: Sed santos porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. El pueblo tiene que ser santo para imitar a Dios santo. ¿Y quién es ese “Dios santo”? El que habita en el Templo sagrado, un Dios que elige a su pueblo, pero maldice a los paganos; un Dios que acepta a los puros y rechaza a los impuros; un Dios que es amigo de los buenos, pero que odia a los pecadores… Sin embargo, a Jesús le llamarán amigo de pecadores; es decir, cuando Dios se encarna en un hombre, a este hombre la gente le ve como amigo de pecadores… menos mal.


Esta manera de entender la santidad de Dios como algo contrario a lo pecaminoso, lo impuro, lo contaminante, llevó a la sociedad judía que conoció Jesús a ser una sociedad tremendamente discriminatoria y excluyente. Para empezar, los más santos, los que tienen el rango mayor de santidad son los sacerdotes porque tienen que entrar en las áreas más sagradas del templo; y después viene el pueblo… los sacerdotes están, de algún modo, más cerca de Dios, el pueblo más lejos… y se sigue pensando así; yo tengo una vecina, ya mayor, que me suele decir que pida por ella porque a mí Dios me hará más caso… Ella cree que está lejos y que yo, por ser sacerdote, estoy junto a Dios.


A los varones se les consideraba de una santidad ritual muy superior a las mujeres, siempre sospechosas de ser impuras por la menstruación y por los partos; no podían ser sacerdotisas y no podían entrar en el templo sólo un poquito más adelante que los paganos. Los piadosos, los justos, los observadores de la ley, son los benditos de Dios; los pecadores, los malditos. A los sanos se les consideraba bendecidos por Dios, a los enfermos heridos por Dios; no podían entrar en el templo. ¿Por qué iba a entrar un sordomudo en el templo, si no puede ni oír la ley de Dios, ni cantar los salmos? Es decir, parece que Dios es como nosotros, que siempre nos gusta tener cerca gente agradable, joven, limpia…


Cuando llega Jesús, tiene que reaccionar desde su experiencia del Dios compasivo, y lo hace de una manera audaz; en vez de decir como el Levítico: sed santos porque yo, el Señor soy santo, Jesús dice: sed compasivos como vuestro Padre del cielo es compasivo, e introduce un horizonte totalmente nuevo en la historia de la humanidad. Jesús no niega la santidad de Dios, pero deja claro que, lo que califica y define al Dios santo es su compasión; Dios es grande, es santo, no sólo con nosotros; es santo no porque rechace a los paganos, a los pecadores y a los impuros, sino precisamente porque en su corazón santo caben todos. Dios no excluye a nadie; todo el que se acerca a él será acogido, Dios ama sin excluir a nadie.


Por eso, leed el evangelio y veréis que la compasión no es una virtud más –como podían ser las obras de misericordia-, sino la única manera de empezar a parecernos a Dios. El modo de mirar al mundo con compasión, el mirar a las personas con compasión, el mirar los acontecimientos y la vida entera con compasión, es la mejor manera de irnos pareciendo a Dios. Puede parecer que esto de la compasión no está muy de moda, puede ser sentimentalismo, unos son más bondadosos, tienen más corazón, otros no… pero no es así. Para Jesús la compasión es un principio de actuación; sencillamente es interiorizar el dolor ajeno, que me duela a mí el sufrimiento de los demás y reaccionar haciendo lo posible por esa persona y aliviando su sufrimiento en la medida en que yo pueda.


Todos recordáis la parábola del buen samaritano. En el camino un hombre herido, abandonado a su suerte. Pasan tres viajeros, primero aparecen un sacerdote y un levita, son los hombres del templo, santos, los que representan al Dios santo del templo; probablemente el herido les vería esperanzado, representan a Dios, tendrán compasión de él… y sin embargo el sacerdote llegó, le vio y dio un rodeo, vino el levita, le vio y dio un rodeo; los dos le han visto, los dos acaban de venir del templo, han dado culto al Dios santo, pero no tienen compasión. Pasa después un odiado samaritano que no viene del templo –lo tenían prohibido en ese momento-; seguramente el herido le mira atemorizado, tiene miedo de que termine con él; los samaritanos y los judíos eran enemigos totales, pero este hombre le vio y –siempre el mismo verbo- tuvo compasión, se le conmovieron las entrañas y se aproximó –se hizo prójimo- e hizo por él todo lo que pudo: le cura, le desinfecta, le venda las heridas, lo monta sobre su cabalgadura y lo lleva a la posada donde cuida de él… tiene compasión.


¿Será verdad que el reino de la compasión no siempre llega por los caminos religiosos, sino que puede llegar por la compasión de un hombre que sabe acercarse a un herido? Jesús introduce en la parábola un vuelco total. Los representantes del templo pasan de largo, el odiado samaritano cura compadecido. La compasión derriba todas las barreras; hasta un enemigo tradicional, temido por todos, puede ser cauce de la compasión de Dios. El Reino de Dios se podrá construir desde la religión y desde otros sectores, con tal de que se viva la compasión.



2. La dignidad de los últimos como meta

“Vivir desde la compasión” era un mensaje que resultaba para todos un fuerte desafío; estaban acostumbrados a vivir desde unos principios religiosos. Cuando Jesús llegó se encontró con una religión, la de Moisés, que llevaba 20 siglos, y que había modelado a todos los grupos, la espiritualidad del templo, unos dogmas que Jesús, desde la compasión, irá diluyendo poco a poco. La elección de Israel les hacía sentirse el pueblo elegido, querían convertirse en “el ombligo de la tierra” y pensaban que, cuando llegase el Mesías de Dios, liberaría al pueblo judío y destruiría al pueblo romano. Cuando llegue el Mesías destruirá a los pecadores y salvará a los santos… sin embargo, cuando llega Jesús les llama a todos a vivir el Reino de Dios, que quiere una vida más digna, más dichosa, para todos, empezando por los últimos. Dice que hay que aprender a vivir desde “otro lugar”, desde la compasión hacia los que sufren, desde la defensa de los últimos, desde la acogida incondicional a todos, desde la defensa de la dignidad de toda persona humana.


Si leéis los evangelios desde esta clave, no veréis a Jesús preocupado por organizar una religión como las demás, pendiente de cómo hacer la liturgia, los sacrificios de otra manera distinta, más digna… sino que le veréis llamando a todos a acoger a este Dios compasivo y a crear una sociedad nueva, mirando hacia los últimos. Esto era una revolución.


En Israel estaba todo muy claro; Dios intervendría para destruir a los enemigos y aniquilar a los impíos; pero llega Jesús y sorprende a todos porque no se pone de parte del pueblo elegido y en contra de los romanos; el Reino de Dios no se va a construir destruyendo y dominando unos pueblos a otros. Todos esperan al Mesías –o a Dios, según las versiones- que destruya a los pecadores y salve a los justos; sin embargo, Jesús se acerca a los pecadores y acoge a todos a su mesa.


Así les hace ver que el Reino de Dios no va a consistir en la victoria de los buenos para hacer pagar a los malos su pecado. Jesús llama a todos a la conversión y a vivir mirando a los últimos, a los más necesitados, a los más indefensos y olvidados. Y empieza a utilizar un lenguaje provocativo: las bienaventuranzas, que no son una larga lista que Jesús dijo una tarde en que estaba más inspirado, sino que son gritos que Jesús da en distintos momentos de su vida y que las comunidades cristianas recogen y juntan para la catequesis.


Yo voy a recordar las tres que todos piensan que ciertamente provienen de Jesús. Cuando Jesús ve a aquella gente, los campesinos de Galilea que se están quedando sin tierra, presionados por las deudas de los tributos… les dice: Felices vosotros, los que no tenéis nada, pobres, indigentes porque tenéis como rey a Dios. Es vuestro el Reino de Dios; el Reino de la compasión, de la bondad, de la justicia, os pertenece, antes que a nadie, a vosotros. Jesús ve que tienen hambre, ve sobre todo a los niños, los niños de la calle, ve el hambre de las mujeres, y les dice Dichosos vosotros que estáis pasando hambre porque Dios os quiere ver saciados; un día lo veréis, sois los primeros… Jesús ve cómo lloran aquellos campesinos al quedarse sin tierras; lo más duro para un campesino es no haber podido defender sus tierras, o cuando están recogiendo las cosechas y ven que de Séforis vienen ya los recaudadores, escoltados por unas pequeñas tropas para llevarse lo mejor; y Jesús les dice: Dichosos los que ahora lloráis porque un día reiréis, un día Dios os hará felices.


Todos tenemos que empezar a mirar hacia ellos. Jesús hablaba con toda convicción; lo que él dice yo lo traduciría hoy así: los que no interesan a la gente son los que más le interesan a Dios; los que sobran en los imperios que construimos los hombres, el “material sobrante”, son los que Dios acoge; los que están más olvidados, los indefensos, esos son los que, antes que nadie, tienen como defensor y Padre a Dios. Jesús es muy realista, no piensa que van a desaparecer el hambre y las lágrimas en Galilea, lo que sí hace es darles una dignidad indestructible a todos los que son víctimas de abusos y de injusticias.


Fijaos cómo tendríamos que aprender a mirar la vida; para Dios, el Dios compasivo, todas esas personas que nos molestan porque nos piden, los que están en la calle, los abandonados, los sin techo… son los primeros. Y esto quiere decir que Jesús le da a su dignidad una seriedad absoluta; en ninguna parte se está construyendo bien la vida, si no se está mirando a los últimos. España no va bien, Europa no va bien, el mundo no va bien, mientras nosotros miremos sólo por nuestros intereses y estemos amontonando cada vez más millones de hambrientos en el mundo.
Y ninguna religión será bendecida por Dios si no es una religión compasiva; la compasión nos pone mirando hacia los últimos. La herencia más grande de Jesús, la que hoy, no sólo los creyentes sino también increyentes ven y valoran en Jesús es ésta: acoger el Reino de Dios es poner a todas las religiones, no sólo a la cristiana, a las culturas, a las políticas, mirando antes que nada hacia los últimos


ATRIO

Los clamores del 2010: un presente que tiene futuro



Las poblaciones indígenas guatemaltecas están viendo amenazado su medio de vida, la tierra



(José María Arnaiz- Ex secretario general de la Unión de Superiores Generales) No haré la lista de los grandes clamores que se han escuchado en el 2010. Pero sí quiero ayudar a que cada uno identifique a los que ha dado oídos. En este final de año estamos invitados a escuchar a Dios donde la vida clama. Clama porque está amenazada o porque está brotando y se encuentra más que nunca en sintonía con la Creación.


Escuchando los clamores de este año, me he dado cuenta de que la mitad son dolores y más de la mitad esperanzas; la mitad bloqueos y opresiones, y más de la mitad anhelos y propuestas; la mitad historia y pasado, y más de la mitad promesa y alternativa .


Estos clamores vistos y oídos en clave de creatividad están preñados de humanidad. Así pienso y así he procedido, aunque en el 2010 haya habido catástrofes abrumadoras y opresiones humillantes.


Por eso, el título para los meses pasados sería el de un presente que tiene futuro, porque está hecho de innovación, cercanía, empatía y responsabilidad social.


Evoco los que a mí más me han impactado: el ver los escombros de una casa construida con el trabajo de 38 años y terremoteada el 27 de febrero, y de la que ya se ven los nuevos cimientos; el haber podido acompañar los rostros de unos mineros sumergidos en las entrañas de la tierra y haberlos visto salir sanos, salvos y sabios; el escuchar clamores de respeto y justicia a 30 mapuches que se hicieron clamor con una huelga de hambre de 82 días, porque querían un país que no sea uniforme; una cárcel en la que el 4º piso ardió en llamas y consumió 81 vidas, y pude oír los clamores de sus familiares y un serio “no más de eso” en este país.


Más aún, los clamores tienen rostros. Los de los sujetos emergentes.


En estos meses han tomado fuerza unos sujetos emergentes que no se puede dejar de mirar y escuchar; se encaminan a ser protagonistas: han aparecido en este año los indígenas, los afroamericanos, las mujeres, los encarcelados.


Para mí es un sujeto emergente el papa Benedicto XVI cuando responde con libertad y claridad a las difíciles preguntas de un periodista y a partir de una convicción que se hace clamor: en medio de las crisis dramáticas del mundo de hoy podemos clamar: Jesús es la luz del mundo.


Vida Nueva

Wednesday, December 29, 2010

La Iglesia Católica de Cuba cuestiona las reformas económicas del régimen




La Iglesia Católica cubana cuestionó las reformas económicas de Raul Castro. Por otra parte el periódico Granma está pidiendo a funcionarios del régimen que agilicen los trámites para los trabajadores por cuenta propia. El periodista Rolando Napoles de Noticias 41 tiene el informe.

Tuesday, December 28, 2010

Vaticano 2010: el año en que el Papa inició la lucha contra los abusos


(Antonio Pelayo –Roma) “¿Cuántos años tiene el Papa?”, me preguntan muchas veces, y cuando respondo: “Cumplió 83 en abril”, la gente me mira con cierto asombro, como si le costase creerlo. No me extraña, porque recorriendo el itinerario de sus actividades durante el año que concluye, resulta sorprendente su, podríamos decir, “productividad”, muy superior, sin duda, a la de cualquier anciano de su misma edad. No hablo de los hechos extraordinarios –a los que dedicamos esta crónica–, sino de esa actividad callada, de despacho, que nadie ve. Pongo un ejemplo: durante 2010, Benedicto XVI ha hecho en torno a 270 nombramientos episcopales. Sin duda el aspecto más notorio de la actividad de los papas son sus viajes fuera de Roma. Pero 2010, creo, pasará a la historia como el año que marcó el gran viraje de la Iglesia en el espinoso tema de los abusos sexuales contra menores de edad de ambos sexos cometidos por miembros del clero católico: sacerdotes, frailes, religiosas e incluso más de un obispo.

El problema de la pederastia estaba en los escaparates de la opinión pública desde hace años. Pero al inicio del año reverdeció la información sobre lo que había sucedido no sólo en los Estados Unidos, sino en Irlanda, Alemania, Bélgica, etc. y, sobre todo, se pretendió involucrar personalmente al Papa –primero a través de su hermano, Georg Ratzinger– durante su etapa como arzobispo de Múnich y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Desde diversos ángulos se le quiso presentar como encubridor de estos crímenes y partidario de una sanación endogámica del problema. Nada más falso.
Carta a Irlanda
El 19 de marzo, Benedicto XVI hace pública su Carta a los católicos de Irlanda, en la que “comparto la desazón y el sentimiento de traición que muchos de vosotros habéis experimentado al enteraros de esos actos pecaminosos y criminales y del modo con que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda”, y propone un “camino de curación, renovación y reparación”.

El valiente documento se dirige después a las víctimas de abusos y a sus familias (“Vuestra confianza ha sido traicionada y violada vuestra dignidad. Es comprensible que os sea difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia”) y a los niños: “Todos estamos escandalizados por los pecados y errores de algunos miembros de la Iglesia, en particular, de los que fueron elegidos especialmente para guiar y servir a los jóvenes”.
Como medidas concretas, anunciaba una visita apostólica a algunas diócesis, seminarios y congregaciones religiosas de Irlanda, que se está desarrollando con la eficacia y discreción que exige el terrible problema.
Poco después de esta Carta, a primeros de abril se hizo pública la Guía para comprender los procedimientos básicos de la Congregación para la Doctrina de la Fe en los casos de abusos de menores.
El 15 de julio, el alto organismo vaticano hizo pública la puesta al día de las Normas sobre los delitos más graves en las que, con el consentimiento expreso del Papa, el cardenal William J. Levada y el arzobispo Luis F. Ladaria actualizaban y endurecían donde era necesario las normas vigentes sobre los delitos que la Iglesia considera excepcionalmente graves, entre ellos, los abusos.
Casi paralelamente, el Papa hacía un nombramiento importante: Velasio de Paolis, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede y experto en Derecho Canónico, era designado delegado pontificio para la Congregación de los Legionarios de Cristo.
El prelado –que meses más tarde sería nombrado cardenal– tiene ante sí la nada fácil tarea de “purificar y renovar” la congregación fundada por Maciel; ya se han dado los primeros pasos, aunque, en opinión de algunos observadores, no lo suficientemente firmes como lo exige la gravedad del caso, sin precedentes en la milenaria historia de la Iglesia.
Y todo esto, en el contexto de un Año Sacerdotal que, iniciado en 2009, fue clausurado en Roma el 11 de junio con una Eucaristía en la que participaron 16.000 sacerdotes, casi el doble de los mejores augurios.
Lágrimas pontificias
En cuanto a los viajes internacionales de 2010, cada uno de ellos merecería un detenido análisis a posteriori para medir su impacto.
Malta (17 y 18 de abril, es decir, dos días antes de que se cumpliese el quinto aniversario de la elección de Ratzinger como Papa) fue un viaje alegre y festivo, como era previsible, pero también tuvieron su momento las lágrimas: las de Benedicto XVI al recibir a ocho víctimas de los abusos sexuales del clero en la Nunciatura y escuchar de sus labios el drama que habían vivido cada uno de ellos.
Sin lugar a dudas, el viaje del año fue el que tuvo lugar del 16 al 19 de septiembre al Reino Unido, que superó al alza todas las previsiones y que demostró una vez más cómo ciertos prejuicios –sabiamente cultivados y propagados– no resisten el choque con la realidad.
Los escoceses primero y después los galeses y los ingleses pudieron contemplar con sus propios ojos quién era el hombre que les visitaba, tan diferente de la caricatura que de él venían presentando algunos medios de comunicación particularmente sectarios y mal informados.
El Papa pudo dirigirse a todo el país desde la más prestigiosa de sus sedes institucionales, Westminster Hall, y allí pronunció su discurso sobre la compleja relación entre religión y política:
“Para los legisladores, la religión no debe ser un problema que resolver, sino una contribución vital a la convivencia nacional. Hay signos preocupantes de no querer reconocer no sólo los derechos de los creyentes a su libertad de conciencia, sino también la legitimidad del papel de la religión en la vida pública”.-
COMUNICACIÓN, por Antonio Pelayo
Repasando el año vaticano-papal, encuentro un déficit mayúsculo en el capítulo de la comunicación. Es un mal que viene de muy atrás, pero la histórica cerrazón de los sagrados palacios a la información produce cada vez efectos más devastadores en una sociedad donde las noticias circulan en todos los sentidos a velocidad de vértigo.

La Iglesia no aspira a vedettismos y sabe que, por mucho que se esfuerce en este campo, no logrará nunca que sus propuestas sean acogidas por unanimidad, pero no puede permitirse el lujo de ser malinterpretada o malentendida porque no sabe, no quiere o no puede explicarse ante la opinión pública. Eso daña a la evangelización, que es su misión fundamental.
Y no bastan las buenas intenciones: hay que profesionalizarse, saber utilizar los medios y poner a trabajar a las personas competentes. En caso contrario, seremos ineficaces y hasta ridículos.
Vida Nueva

Convertir navidad en Navidad

Por Eduardo Menchaca

Hace más de un mes que me empezaron a ofrecer la navidad. Como siempre, es el supermercado donde hago la compra el primero que me lo anuncia: los sugerentes mazapanes, turrones y demás productos navideños.


Después me lo dijo la televisión, quien me incitó a comprarme todo lo que no necesito. Y el último anuncio hace unos días en los escaparates de las tiendas, y en las luces que “adornan” nuestras calles, por si no me quedaba claro.


Son señales de que una navidad está cerca. Es tiempo de diversión y de desfase en una macro fiesta en la última noche del año que llevamos 364 días esperando. Tiempo de darte ese capricho que llevas tiempo esperando. Tiempo de ser el tío más importante por regalar lo último de lo último. Tiempo de engullir todo lo que haya encima de la mesa. Es tiempo de navidad.


Junto a estas luminosas señales, hay otras más discretas, que nadie anuncia. Historias que hablan de aquella noche de Belén, de una Buena Noticia (en aquellos días y en el siglo XXI). Todo empezó con una familia que vino de otro pueblo para empadronarse, lejos de los suyos, sin nadie. No recuerdo bien de dónde eran; si de Nazaret, de Casablanca, de Bucarest o de Quito.


En aquel pueblo había posaderos que no permitieron alojarse a esta familia necesitada. Era una sociedad donde primaba lo económico y no lo humano; que dejaba al margen a personas con adicciones o con problemas mentales. Era mejor que dejasen limpia la ciudad y se queden en las afueras. Menos mal que encontraron un portal que les acogió. ¡Mira que era feo y que no tenía casi nada! Su buey, su mula y un poco de paja. Ese portal ofreció lo que tenía –como aquellos vecinos que invitan a los del barrio para hacerse compañía, compartir y celebrar esa noche que parecía que iba ser especial


En esta historia también hubo ángeles que anunciaron que algo nuevo está por llegar. Gente que alegra la vida a otros, que los animan, que invierten su tiempo acompañando en una residencia de ancianos intentando que esos últimos días sean dignos. Personas con un café y unas galletas, que anuncian a los pastores que duermen al raso, en cajeros o debajo de los puentes, que un mundo nuevo y que otra vida es posible.


Y también hay mucha gente aquí y allá. Dicen que son magos, que buscan: encuentran un destello y se lanzan tras él. No saben muy bien donde ir, pero tienen una convicción y un deseo de que puede haber Navidad en medio de la navidad: en estos pequeños detalles, cuando llegamos al fondo y lo podemos tocar, cuando miramos a la gente, sus gestos y su vida. En lo profundo encontramos a ese Dios que nace cada día en nuestras vidas.


pastoralsj

Monday, December 27, 2010

Sor Juliana, cómo ser feliz sin nada



La monja cisterciense Juliana Vermeire vive como una ermitaña


Su vivienda, sin agua ni calefacción, está alejada del 'mundanal ruido'


Dicen en Sotillo del Rincón (Soria) que sus ojos azules asustan a los niños, sin embargo, son capaces de trasmitir emociones como el amor, la paz, la solidaridad, la compasión, el perdón, sentimientos inherentes a la fiesta de Navidad que han quedado relegados por el consumismo desmesurado de estas fiestas, según cuenta El Norte de Castilla.
Nada teme y nada espera Juliana Vermeire, monja cisterciense belga que vive en mitad de un prado, a los pies de la Sierra Cebollera, en una casa prefabricada de madera sin calefacción y sin agua. Se levanta a las 2.00 de la mañana y se acuesta sobre las 8 de la tarde, aprovechando la mayoría de las horas para rezar, principalmente, leer y escuchar a Bach.
No come más que lo que su pequeña huerta le proporciona y a sus 81 años de edad afirma no querer ser famosa por su forma de vida. "Las cosas buenas no necesitan promoción, no me hagáis fotos", sentencia en un perfecto castellano.
En el pequeño municipio soriano, Juliana es una mujer muy querida. Lleva quince años compartiendo la vida con los vecinos del pueblo desde la distancia, ya que, asegura que a pesar de que le gusta el diálogo prefiere dedicarse a su vocación llevando una vida austera, escondida y alejada del mundanal ruido.Su forma de vida siempre ha llamado la atención.
La familia Gómez-Zardoya tuvo noticias de ella en 1995, cuando la monja belga vivía en el campanario de la iglesia de El Royo. "Nosotras fuimos a buscarla y entre varias familias le convencimos de que se viniera a Sotillo. Vivía en unas condiciones, que para nosotras eran infrahumanas, sin embargo, ella nunca se ha quejado de esta situación, e incluso un día, ya con una edad avanzada, nos comunicó que quería ir a vivir a una cueva, una idea que poco a poco se la fuimos quitando de la cabeza".
Juliana permanece en su casa, normalmente, con la ventana abierta. La casa de madera está compuesta por un pequeño habitáculo donde ha instalado un altar para rezar y una habitación sin cama, ya que, duerme en un saco, donde pasa la mayoría del tiempo en invierno. Dice que nunca ha estado enferma y reconoce que en Soria sí pasa frío. "Soy humana, pero creo que la mayoría de los hombres viven de forma irracional y no son responsables ni con el medio que les rodea ni con su propia condición de personas".
La religiosa belga es muy conocida en la provincia de Soria, ya que en muchas ocasiones ha hecho de madre espiritual. Hace años, eran muchas las personas que se acercaban a Sotillo, buscando su consuelo o simplemente para realizarle alguna consulta. "Tuvo que poner un horario en la verja porque la gente se acumulaba en la puerta", detalla la familia Gómez-Zardoya.
Juliana es, además, una mujer culta que sabe hablar flamenco, español, inglés, alemán y un poco de euskera y que ha escrito el libro ‘Aquel que yo más quiero'. Antes de asentarse en Soria vivió como ermitaña en las provincias de La Rioja, Vizcaya y Zaragoza. Lee a Kierkegaard y escucha las noticias durante cinco minutos al día, con el fin de enterarse sí ha ocurrido alguna catástrofe en el mundo por la que tenga que interceder orando. "Cuando la guerra de Irak pedí que dejarán de tirar bombas y le dije a Dios que daba mi vida a cambio", rememora.
Su espiritualidad va más allá del rezo y la oración, tal es así que ahora pide a Dios sufrir como Jesucristo. Además, es generosa, en el sentido más amplio del término. Los contados frutos que le da su huerto los suele repartir entre el pueblo y hasta su único medio de locomoción, una bicicleta se la llegó a regalar a un niño. "No tiene nada y lo poco que tiene lo da", apuntan las Gómez-Zardoya.
Mientras el mundo se enfrasca en la fiebre de las compras y las tarjetas de crédito estas navidades, Juliana prevé orar por todos, ya que insiste en que los hombres son muy egoístas. "La Navidad la celebraré como todos los días. Recuerda que Dios te quiere y yo también", exhorta en el momento de la despedida.
RD

DE DIOSES Y HOMBRES Trailer Castellano

Preestreno en Madrid de "De dioses y hombres", película sobre los mártires de Argelia

lunes, 27 de diciembre de 2010

Jueves, 13 de enero de 2011, 19.30 horas. Presentación a cargo de Juan Orellana, crítico de cine, y testimonio de un monje trapense.

“Esta magistral película es un reconocimiento a la heroicidad de tantos religiosos y religiosas volcados con la misión de la Iglesia en muchos países del Tercer Mundo. Es un homenaje a los que, con entrega sin límites, siembran la Paz, curan gratuitamente al que lo necesita, comparten la alegría y el pan. Un homenaje a aquellos que, como Jesucristo, padecen sufrimiento y entregan su vida por amor" (Javier Menéndez Ros, director de AIN-España).

Cine Palafox
C/ Luchana, 15. 28010 Madrid. Metro: Bilbao. Aforo limitado. Entradas sin numerar. AIN recomienda esta película a mayores de 13 años.

Entrega de entradas:
Ayuda a la Iglesia Necesitada: C/ Ferrer del Río, 14. (esq. c/ Ardemans). 28028 Madrid. Metro: Diego de León. Bus: 1, 12, 26, 48, 56, 61 y Circular. De lunes a viernes, de 9.30 a 15.30 horas.

Acción Católica General: C/ Silva, 12 2º. 28004 Madrid. Metro: Callao y Sto.Domingo. Bus: 1, 2, 74, 147, 148, 202. De lunes a viernes, de 10 a 14 horas y lunes, miércoles y jueves, de 17 a 20 horas.
Coste de la entrada: 10 euros (donativo incluido). Pago en efectivo o cheque.

Ayuda a la Iglesia Necesitada destinará lo recaudado a la rehabilitación de dos viviendas para religiosos en El Meniaa (Sáhara argelino).

Fila cero: si no puedes asistir al preestreno y deseas hacer una aportación, ¡hazla aquí y ahora!

"De Dioses y hombres". Sinopsis.

Una película de Xavier Beauvois. Un monasterio en las montañas del Magreb en los años 90... Ocho monjes cistercienses viven en perfecta armonía con la población musulmana, trabajan con ellos y participan en sus celebraciones. Inesperadamente, asesinan a un grupo de trabajadores extranjeros. El ejército ofrece protección a los monjes, pero estos lo rechazan. Les visita el grupo armado que dice haber perpetrado la matanza. Los monjes curan a varios terroristas heridos y el ejército se enfurece. Pero tras la duda, los monjes deciden quedarse cueste lo que cueste.

Basada en hechos reales. 120 min. Gran Premio del Jurado en Cannes 2010. Candidata a los Oscar 2011

Buscan matar al Niño


También hoy matan a los discípulos de Jesús
El Señor da una fortaleza increíble a los cristianos que sufren tanto
Sí, de la misma forma que el Rey Herodes quería matar al Niño que los Magos iban a adorar, también hoy matan a los discípulos de Jesús.
Leo con dolor en Religión Digital, que en la isla de Jolo, en Filipinas, un atentado hiere a 11 personas durante la Misa de medianoche. En Nigeria un grupo islámico extremista mata al menos a 38 cristianos en diversos puntos del país de mayoría cristiana la noche de Nochebuena. En Irak este año por temor a las represalias los cristianos no han tenido Misa del Gallo.
Me entristece profundamente pensar que además de todos los sufrimientos que acarrean los iraquís, les sea privado a los cristianos acudir a la Misa de Medianoche para encontrar la fuerza para sostenerse en la dura prueba que están sufriendo. Pocas alegrías tienen que hasta se ven privados de este consuelo.
Pero así como el Señor protegió a su Hijo hecho carne, y en sueños habló a José para que huyera a Egipto, del mismo modo da una fortaleza increíble a los cristianos que sufren tanto en estos momentos. Hoy me he comunicado con nuestras hermanas de Bagdad y al preguntarles cómo estaban, con voz llena de alegría me han respondido: “Muy bien. Ayer tuvimos la Eucaristía presidida por el Nuncio a las cinco de la tarde; la iglesia estaba llena de gente. Fue todo muy bonito y sin ningún incidente”.
Al oírlas no he cesado de dar gracias a Dios por la capacidad que tienen de ver las cosas en positivo y por su coraje que demuestran en los momentos duros que pasan.
Texto: Hna. María Nuria Gaza.

Mensajeros de la Paz pide al Papa que visite Haití


Padre Ángel: "Sería un testimonio precioso"
"Haití tiene que ser el objetivo de las iglesias y de los gobiernos"
El sacerdote español Ángel García, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, pidió al papa Benedicto XVI que visite Haití para acompañar a su población, que sufre una grave crisis humanitaria derivada de la epidemia de cólera que padece y de los efectos del terremoto que azotó al país en enero.
García, quien regresa hoy a España desde Santo Domingo tras pasar la Nochebuena en Haití, dijo a Efe que la presencia del pontífice en el devastado país caribeño "sería un testimonio precioso" de apoyo al pueblo haitiano, al que su organización ha llevado unos 80 kilos de medicamentos, ropa y dulces navideños.
El sacerdote, conocido como "padre Ángel", llevó también a Haití "una bendición muy especial del papa. Yo le he escrito a raíz de su viaje a Barcelona y Santiago (de Compostela), para pedirle que viniese a Haití", declaró.
La ONG eligió pasar la noche del 24 de diciembre en Puerto Príncipe porque "en estos momentos es el país que más abandonado está y quizás el que más se puede parecer a la Nochebuena, donde unos padres pedían posada para el Niño y no la había", explicó García, rememorando el pasaje bíblico del nacimiento de Jesús.
Haití es "un verdadero nacimiento donde no nace un niño, sino que mueren niños por no atenderles", dijo el religioso, quien decidió viajar en Navidad al país caribeño porque su organización tiene allí una residencia para personas mayores y campamentos para niños.
"Haití tiene que ser el objetivo de las iglesias, no sólo de la católica, y también de los Gobiernos, que no se pueden quedar de brazos cruzados", clamó el sacerdote, quien exigió que los líderes mundiales actúen en favor del país "con la misma urgencia con la que se reúnen" ante amenazas como las surgidas entre las dos Coreas.
Recordó que el pueblo haitiano "está desangrándose y no vale decir que el Gobierno es débil y hay que esperar otro Gobierno" (que saldrá de las elecciones) para ayudar a sus habitantes a reconstruir el país.
Recordó que en Haití, debido a su precaria situación, "hay menos bombillas encendidas" que en otros lugares del mundo.
Aunque "muchos no podrán celebrar la Navidad, lo harán con lo poco o mucho que tengan y venimos a estar con ellos".
"Lo único que pedimos es que se arregle esto, que haya paz, amor, trabajo y salud, en momentos en que mucha gente se desangra", apostilló.
(RD/Efe)

Contemplando el Evangelio de hoy



Texto del Evangelio (Jn 20,2-8): El primer día de la semana, María Magdalena fue corriendo a Simón Pedro y a donde estaba el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.



Vio y creyó

Hoy, la liturgia celebra la fiesta de san Juan, apóstol y evangelista. Al siguiente día de Navidad, la Iglesia celebra la fiesta del primer mártir de la fe cristiana, san Esteban. Y el día después, la fiesta de san Juan, aquel que mejor y más profundamente penetra en el misterio del Verbo encarnado, el primer “teólogo” y modelo de todo verdadero teólogo. El pasaje de su Evangelio que hoy se propone nos ayuda a contemplar la Navidad desde la perspectiva de la Resurrección del Señor. En efecto, Juan, llegado al sepulcro vacío, «vio y creyó» (Jn 20,8). Confiados en el testimonio de los Apóstoles, nosotros nos vemos movidos en cada Navidad a “ver” y “creer”.

Uno puede revivir estos mismos “ver” y “creer” a propósito del nacimiento de Jesús, el Verbo encarnado. Juan, movido por la intuición de su corazón —y, deberíamos añadir, por la “gracia”— “ve” más allá de lo que sus ojos en aquel momento pueden llegar a contemplar. En realidad, si él cree, lo hace sin “haber visto” todavía a Cristo, con lo cual ya hay ahí implícita la alabanza para aquellos que «creerán sin haber visto» (Jn 20,29), con la que culmina el vigésimo capítulo de su Evangelio.

Pedro y Juan “corren” juntos hacia el sepulcro, pero el texto nos dice que Juan «corrió más aprisa que Pedro, y llegó antes al sepulcro» (Jn 20,4). Parece como si a Juan le mueve más el deseo de estar de nuevo al lado de Aquel a quien amaba —Cristo— que no simplemente estar físicamente al lado de Pedro, ante el cual, sin embargo —con el gesto de esperarlo y de que sea él quien entre primero en el sepulcro— muestra que es Pedro quien tiene la primacía en el Colegio Apostólico. Con todo, el corazón ardiente, lleno de celo, rebosante de amor de Juan, es lo que le lleva a “correr” y a “avanzarse”, en una clara invitación a que nosotros vivamos igualmente nuestra fe con este deseo tan ardiente de encontrar al Resucitado.


Comentario: Rev. D. Manel VALLS i Serra (Barcelona, España)
Carmelitas Descalzas de Antquera

Iglesia 231210

Saturday, December 25, 2010

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Baghdad, Iraq: Women walk past a closed church
Photograph: Hadi Mizban/AP
The Guardian

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Baghdad, Iraq: People stop outside a street stall selling Christmas decorations
Photograph: Hadi Mizban/AP
The Guardian

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Abud, West Bank: Palestinian altar boys parade from the ancient monastery of St Barbara in the nearby hills
Photograph: Abbas Momani/AFP/Getty Images
The Guardian

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Abud, West Bank: A Palestinian man walks past Christian murals
Photograph: Abbas Momani/AFP/Getty Images
The Guardian

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Amman, Jordan: An Iraqi Christian girl attends a Christmas mass at Chaldean Catholic church
Photograph: Ali Jarekji/Reuters
The Guardian

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Amman, Jordan: An Iraqi priest, Raymond Moussalli, celebrates a Christmas mass with Iraqi children at Chaldean Catholic church
Photograph: Ali Jarekji/Reuters
The Gaurdian

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Amman, Jordan: An Iraqi woman prays after a Christmas mass outside Chaldean Catholic church
Photograph: Ali Jarekji/Reuters
The Guardian

Christmas in the Middle East


Church officials have cancelled some Christian festivities over fears of insurgent attacks
Baghdad, Iraq: Women walk past a carpet shop selling wall hangings bearing a portrait of Jesus Christ
Photograph: Sabah Arar/AFP/Getty Images
The Guardian

Cardenal Errázuriz celebró Misa de Navidad en Centro Penitenciario Femenino de Santiago


Una conmovedora Eucaristía celebró el Cardenal junto a cientos de internas que con cantos y plegarias conmemoraron el nacimiento de Cristo.


Contentas y emocionadas recibieron las internas al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, administrador apostólico de Santiago, que celebró la Misa en la capilla del recinto penitenciario el viernes 24 de diciembre por la mañana.


“A pesar de lo difícil que es estar lejos de mis hijas y de mis nietos, venir a Misa aquí me renueva en el amor”, revela Marcela, una de las cientos de internas que participaron fervorosamente de la Acción de Gracias. La misa estuvo concelebrada por el Padre Jaime Nawrath, capellán nacional de gendarmería; el Padre Juan Manuel Sayago, capellán del Centro Penitenciario Femenino y por el Padre Guillermo Greene, secretario del Cardenal. También participaron de ella el ex defensor nacional, Eduardo Sepúlveda, y numerosos voluntarios que durante todo el año visitan el penal junto a la Palabra de Dios, entre ellos jóvenes del programa Calcuta UC y familias del neocatecumenado. Cerca del altar las internas ubicaron un hermoso pesebre con las figuras de Jesús, María y José.


“Tienen que saber, en primer lugar, que en ninguna otra parte se canta mejor este canto ‘Dios está aquí’”, dijo el Cardenal a las fieles al comienzo de la Eucaristía. En su homilía meditó paso a paso el nacimiento del Emmanuel refiriéndose al contexto histórico y al lugar donde ocurrió el acontecimiento de nuestra salvación. El Cardenal destacó la disposición de María al decirle al ángel “Hágase en mí según tu Palabra”. A las internas señaló: “Esto tiene que ser para nosotros el centro de nuestra espiritualidad respecto a lo que Dios quiere, a los planes de Dios con la vida de ustedes y de sus familias”.


Citando a San Pablo, el Cardenal señaló que Jesucristo vino a la tierra por cada uno de nosotros. “Vino como fuente de paz para mí, vino como fuente de alegría para mí, para los míos”, sostuvo. “Ese camino quedó abierto, por eso le hemos pedido a tantas buenas personas que vengan donde ustedes y que las ayuden a crecer en el conocimiento de la Escritura y en el cariño de Jesucristo”.


Un sueño

“Yo tengo un gran sueño”, añadió el Cardenal. “No sé qué considera gendarmería como la cárcel modelo de Chile, pero creo que tiene que ser la de ustedes”. Sostuvo: “Da lo mismo lo que pasa con las murallas o la seguridad que haya, ustedes tienen la posibilidad de acercarse al modelo como probablemente ninguna otra cárcel”. Argumentó: “En el corazón de una mujer hay una capacidad de cariño, de ternura, de bien, impresionante”. Reiteró: “Ustedes tienen muchas más posibilidades que otras cárceles de tener poco a poco y cada vez más un ambiente de cielo en la cárcel. Me atrevo a decirlo, de cielo. Ustedes pueden llegar a vivir el evangelio”. Agregó: “Puedo recorrer las parroquias de Santiago y probablemente en casi ninguna se canta con tanta alegría y fe como cantan ustedes. Y eso significa que están abiertas al mensaje del Señor, a que Jesús las llame por su nombre, les manifieste su cariño y al mismo tiempo les pida que lo sigan”.


Después de la homilía, las internas rogaron por sus familias en el exterior y por quienes murieron en el incendio que afectó a la Cárcel de San Miguel el 8 de diciembre, entre otras intenciones.


En el momento de las ofrendas, una procesión de internas ofreció su tristeza y soledad, como también la amistad y el amor a Jesús para ser transformados en el altar. Tomadas de la mano rezaron el Padre Nuestro para luego darse la paz en medio de llantos y abrazos.


Antes de finalizar la misa, las fieles le regalaron al Pastor un poema y una foto del Cardenal celebrando la Eucaristía en el penal como una manera de agradecer el servicio y la preocupación constante de la Iglesia Católica por la situación en que viven los privados de libertad en Chile.


Con la prensa


Requerido por periodistas, el Cardenal dijo: “Es importante ver la otra cara de la gente que está en la cárcel, en este tiempo especialmente”. “Vengo todos los años a celebrar misa en esta cárcel y espero, en el futuro, seguir viniendo a celebrar otras misas. Es muy impresionante ver que las personas que están aquí tienen una fe muy grande. Cuando cantan ‘Dios está aquí’ difícilmente en otras comunidades cristianas uno encuentra esa fuerza, esa convicción de que Dios realmente está con ellas”.
“Creo que si a estas personas llega en plenitud la luz del Evangelio, si se logra un encuentro profundo con Cristo, no solamente van a cambiar de vida, sino que pueden transformar la cárcel en un lugar muy hermoso de comunión, de benevolencia, respeto mutuo y rehabilitándose acá mismo para poder salir”.
“Es importante que se vaya terminando con el hacinamiento (…) Me alegra que nuestra sociedad esté tomando conciencia que no se les puede dar ese rato a las personas que han perdido la libertad.
Fuente: DOP Santiago http://www.iglesiadesantiago.cl/
Santiago, 24/12/2010

Mensaje de Navidad del Papa Benedicto XVI y bendición Urbi et Orbi


«Verbum caro factum est» - «El Verbo se hizo carne» (Jn 1,14).
Queridos hermanos y hermanas que me escucháis en Roma y en el mundo entero, os anuncio con gozo el mensaje de la Navidad: Dios se ha hecho hombre, ha venido a habitar entre nosotros.
Dios no está lejano: está cerca, más aún, es el «Emmanuel», el Dios-con-nosotros. No es un desconocido: tiene un rostro, el de Jesús.
Es un mensaje siempre nuevo, siempre sorprendente, porque supera nuestras más audaces esperanzas. Especialmente porque no es sólo un anuncio: es un acontecimiento, un suceso, que testigos fiables han visto, oído y tocado en la persona de Jesús de Nazaret. Al estar con Él, observando lo que hace y escuchando sus palabras, han reconocido en Jesús al Mesías; y, viéndolo resucitado después de haber sido crucificado, han tenido la certeza de que Él, verdadero hombre, era al mismo tiempo verdadero Dios, el Hijo unigénito venido del Padre, lleno de gracia y de verdad (cf. Jn 1,14).
«El Verbo se hizo carne». Ante esta revelación, vuelve a surgir una vez más en nosotros la pregunta: ¿Cómo es posible? El Verbo y la carne son realidades opuestas; ¿cómo puede convertirse la Palabra eterna y omnipotente en un hombre frágil y mortal? No hay más que una respuesta: el Amor. El que ama quiere compartir con el amado, quiere estar unido a él, y la Sagrada Escritura nos presenta precisamente la gran historia del amor de Dios por su pueblo, que culmina en Jesucristo.
En realidad, Dios no cambia: es fiel a sí mismo. El que ha creado el mundo es el mismo que ha llamado a Abraham y que ha revelado el propio Nombre a Moisés: Yo soy el que soy… el Dios de Abraham, Isaac y Jacob… Dios misericordioso y piadoso, rico en amor y fidelidad (cf. Ex 3,14-15; 34,6). Dios no cambia, desde siempre y por siempre es Amor. Es en sí mismo comunión, unidad en la Trinidad, y cada una de sus obras y palabras tienden a la comunión. La encarnación es la cumbre de la creación. Cuando, por la voluntad del Padre y la acción del Espíritu Santo, se formó en el regazo de María Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, la creación alcanzó su cima. El principio ordenador del universo, el Logos, comenzó a existir en el mundo, en un tiempo y en un lugar.
«El Verbo se hizo carne». La luz de esta verdad se manifiesta a quien la acoge con fe, porque es un misterio de amor. Sólo los que se abren al amor son cubiertos por la luz de la Navidad. Así fue en la noche de Belén, y así también es hoy. La encarnación del Hijo de Dios es un acontecimiento que ha ocurrido en la historia, pero que al mismo tiempo la supera. En la noche del mundo se enciende una nueva luz, que se deja ver por los ojos sencillos de la fe, del corazón manso y humilde de quien espera al Salvador. Si la verdad fuera sólo una fórmula matemática, en cierto sentido se impondría por sí misma. Pero si la Verdad es Amor, pide la fe, el «sí» de nuestro corazón.
Y, en efecto, ¿qué busca nuestro corazón si no una Verdad que sea Amor? La busca el niño, con sus preguntas tan desarmantes y estimulantes; la busca el joven, necesitado de encontrar el sentido profundo de la propia vida; la busca el hombre y la mujer en su madurez, para orientar y apoyar el compromiso en la familia y en el trabajo; la busca la persona anciana, para dar cumplimiento a la existencia terrenal.
«El Verbo se hizo carne». El anuncio de la Navidad es también luz para los pueblos, para el camino conjunto de la humanidad. El «Emmanuel», el Dios-con-nosotros, ha venido como Rey de justicia y de paz. Su Reino —lo sabemos— no es de este mundo, sin embargo, es más importante que todos los reinos de este mundo. Es como la levadura de la humanidad: si faltara, desaparecería la fuerza que lleva adelante el verdadero desarrollo, el impulso a colaborar por el bien común, al servicio desinteresado del prójimo, a la lucha pacífica por la justicia. Creer en el Dios que ha querido compartir nuestra historia es un constante estímulo a comprometerse en ella, incluso entre sus contradicciones. Es motivo de esperanza para todos aquellos cuya dignidad es ofendida y violada, porque Aquel que ha nacido en Belén ha venido a liberar al hombre de la raíz de toda esclavitud.
Que la luz de la Navidad resplandezca de nuevo en aquella Tierra donde Jesús ha nacido e inspire a israelitas y palestinos a buscar una convivencia justa y pacífica. Que el anuncio consolador de la llegada del Emmanuel alivie el dolor y conforte en las pruebas a las queridas comunidades cristianas en Irak y en todo el Medio Oriente, dándoles aliento y esperanza para el futuro, y animando a los responsables de las Naciones a una solidaridad efectiva para con ellas. Que se haga esto también en favor de los que todavía sufren por las consecuencias del terremoto devastador y la reciente epidemia de cólera en Haití. Y que tampoco se olvide a los que en Colombia y en Venezuela, como también en Guatemala y Costa Rica, han sido afectados por recientes calamidades naturales.
Que el nacimiento del Salvador abra perspectivas de paz duradera y de auténtico progreso a las poblaciones de Somalia, de Darfur y Costa de Marfil; que promueva la estabilidad política y social en Madagascar; que lleve seguridad y respeto de los derechos humanos en Afganistán y Pakistán; que impulse el diálogo entre Nicaragua y Costa Rica; que favorezca la reconciliación en la Península coreana.
Que la celebración del nacimiento del Redentor refuerce el espíritu de fe, paciencia y fortaleza en los fieles de la Iglesia en la China continental, para que no se desanimen por las limitaciones a su libertad de religión y conciencia y, perseverando en la fidelidad a Cristo y a su Iglesia, mantengan viva la llama de la esperanza. Que el amor del «Dios con nosotros» otorgue perseverancia a todas las comunidades cristianas que sufren discriminación y persecución, e inspire a los líderes políticos y religiosos a comprometerse por el pleno respeto de la libertad religiosa de todos.
Queridos hermanos y hermanas, «el Verbo se hizo carne», ha venido a habitar entre nosotros, es el Emmanuel, el Dios que se nos ha hecho cercano. Contemplemos juntos este gran misterio de amor, dejémonos iluminar el corazón por la luz que brilla en la gruta de Belén. ¡Feliz Navidad a todos!
Ecclesia

Mueren al menos 38 personas en Nigeria tras varias explosiones en la ciudad de Jos


Señalan al grupo extremista islámico Boko Haram
Las bombas estaban dirigidas a las áreas de la ciudad pobladas por cristianos
Al menos 32 personas murieron y 74 resultaron heridas de gravedad al explotar durante la Nochebuena siete artefactos de fabricación casera en la ciudad de Jos, capital del estado central nigeriano de Plateau, informó la Policía estatal.
Las explosiones de Jos tuvieron lugar en distintos sitios de la ciudad, que en los últimos años ha sufrido la violencia por motivos étnicos y religiosos, en un momento en que los residentes cristianos iban a la iglesia a la misa de Nochebuena y los comerciantes de la ciudad regresaban a sus casas tras el cierre de los negocios.
Pese a que la investigación está en su fase preliminar, los primeros indicios apuntan a que las bombas estaban dirigidas a las áreas de la ciudad pobladas por cristianos o emplazamientos importantes.
Entre los objetivos había una iglesia católica, un puente y un mercado recientemente construido.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de los atentados, aunque fuentes del Gobierno local han apuntado al grupo extremista islámico Boko Haram, que ha llevado a cabo numerosas acciones terroristas en el norte de Nigeria, zona predominantemente musulmana.
Muchos de los heridos en las explosiones han sido trasladados a los hospitales de las universidades Bingham y de Jos.
Gregory Yenlong, portavoz del Gobierno del estado de Plateau, condenó los atentados y aseguró que su administración hace todos lo posible por evitar este tipo de acciones.
Charise Ekeocha, portavoz de la fuerza militar destacada en la región para mantener la paz, dijo que el grupo que investiga estos hechos está aún recopilando los detalles de los atentados.
Los ataques han tenido lugar pocos días después de que un tribunal de Jos condenara a 15 personas cristianas a 10 años de cárcel por su intervención en la violencia étnico-religiosa que dejó 55 muertos en esa ciudad en marzo de 2010.
Aquellos hechos fueron considerados una represalia por un ataque ocurrido de enero, que dejó 326 muertos, cuando pastores musulmanes fulani atacaron al amanecer a los habitantes de un pueblo cristiano, quemaron sus casas y saquearon sus propiedades mientras disparaban a los que intentaban escapar.
Los ataques de la Nochebuena en Jos se produjeron en la misma noche en que al menos 6 personas murieron en tres iglesias cristianas incendiadas supuestamente por integristas islámicos de la secta Boko Haram en la ciudad norteña de Maiduguri, según emisoras de radio locales.
En octubre, el Gobierno nigeriano destacó unidades militares en Maiduguri, para frenar las actividades de Boko Haram, que había asesinado a varios agentes de policía, funcionarios e incluso dirigentes religiosos opuestos a la secta.
La violencia en la región central de Plateau se ha debido tradicionalmente a las disputas por las tierras entre agricultores cristianos sedentarios y pastores musulmanes trashumantes, mientras en el norte es debida, generalmente, a enfrentamientos religiosos.
Los conflictos que tienen como protagonistas a cristianos y musulmanes en Nigeria se han cobrado la vida de más de 13.000 personas en una década.
(RD/Efe)

Al menos 11 heridos al estallar una bomba en una iglesia en la misa de Navidad


Entre ellos, el sacerdote y 10 fieles
El atentado se atribuye a Al Qaeda o a los rebeldes de Abu Sayyaf
Un sacerdote y 10 feligreses sufrieron heridas a causa del estallido de una bomba durante una misa por el día de Navidad en una capilla de la policía en una zona conflictiva del sur de Filipinas, dijeron el sábado las autoridades.
El artefacto explosivo fue colocado en una ventana cerca del techo de la capilla, dentro de un campamento de la policía en la localidad de Jolo, en la isla de Jolo, donde actúan rebeldes vinculados con Al Qaeda, dijo la policía de la provincia de Sulu.
Seis de las víctimas fueron llevadas a un hospital gubernamental cercano y otras cuatro, a un hospital de la marina, agregó. Uno de los lesionados no necesitó atención médica.
Ninguna de las víctimas sufrió heridas que pusieran en peligro sus vidas y todas fueron enviadas a sus casas, salvo una mujer que estaba en observación, apuntó.
El reverendo Romeo Villanueva, de 72 años, dijo que un sacerdote de reciente ordenación, el reverendo Ricky Bacoldol, quien lo ayudaba, fue derribado por la onda expansiva y sufrió lesiones menores en una pierna.
"Yo leía el evangelio. No terminaba cuando hubo una fuerte explosión", afirmó Villanueva por teléfono a The Associated Press.
El techo frente a la iglesia se vino abajo en tanto que las vigas de madera y otros escombros volaron hacia todas direcciones. El organista resultó ileso debido a que una parte del techo lo protegió de la explosión, señaló Villanueva.
Había unas 50 personas dentro del templo y otras llegaban al lugar cuando ocurrió el atentado, afirmó.
Según los investigadores, el artefacto explosivo estaba dentro de una bolsa de plástico negra y quizá fue activado mediante un teléfono móvil, partes del cual fueron recuperadas del lugar.
Las Filipinas son un país predominantemente católico, aunque los cristianos son minoría en Jolo y las provincias isleñas contiguas.
Edwin Lacierda, portavoz del presidente Benigno Aquino III, condenó el atentado explosivo del sábado y afirmó que "viola los principios básicos de respecto y paz de todos los que practican alguna fe". El atentado carece de cualquier justificación religiosa o política, apuntó.
Se desconoce quién o qué grupo fue el responsable del atentado, aunque acciones similares en la provincia isleña de mayoría musulmana se los han adjudicado rebeldes de Abu Sayyaf, que han adquirido notoriedad por la comisión de secuestros y decapitaciones.
Según el ejército, reveses en combates, arrestos y rendiciones han reducido el número de rebeldes, de poco más de 1.000 en su momento de mayor fuerza en el 2000 a poco más de 300 en la actualidad.
Abu Sayyaf figura en la lista de Estados Unidos de organizaciones terroristas y se sospecha que recibe financiación y adiestramiento de Al Qaeda.
(RD/Agencias)

Homilía del Papa en la Noche Buena 2010



Queridos hermanos y hermanas
«Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy». La Iglesia comienza la liturgia del Noche Santa con estas palabras del Salmo segundo. Ella sabe que estas palabras pertenecían originariamente al rito de la coronación de los reyes de Israel. El rey, que de por sí es un ser humano como los demás hombres, se convierte en «hijo de Dios» mediante la llamada y la toma de posesión de su cargo: es una especie de adopción por parte de Dios, un acto de decisión, por el que confiere a ese hombre una nueva existencia, lo atrae en su propio ser. La lectura tomada del profeta Isaías, que acabamos de escuchar, presenta de manera todavía más clara el mismo proceso en una situación de turbación y amenaza para Israel: «Un hijo se nos ha dado: lleva sobre sus hombros el principado» (9,5). La toma de posesión de la función de rey es como un nuevo nacimiento.

Precisamente como recién nacido por decisión personal de Dios, como niño procedente de Dios, el rey constituye una esperanza. El futuro recae sobre sus hombros. Él es el portador de la promesa de paz. En la noche de Belén, esta palabra profética se ha hecho realidad de un modo que habría sido todavía inimaginable en tiempos de Isaías. Sí, ahora es realmente un niño el que lleva sobre sus hombros el poder. En Él aparece la nueva realeza que Dios establece en el mundo. Este niño ha nacido realmente de Dios. Es la Palabra eterna de Dios, que une la humanidad y la divinidad. Para este niño valen los títulos de dignidad que el cántico de coronación de Isaías le atribuye: Consejero admirable, Dios poderoso, Padre por siempre, Príncipe de la paz (9,5). Sí, este rey no necesita consejeros provenientes de los sabios del mundo.
Él lleva en sí mismo la sabiduría y el consejo de Dios. Precisamente en la debilidad como niño Él es el Dios fuerte, y nos muestra así, frente a los poderes presuntuosos del mundo, la fortaleza propia de Dios.
A decir verdad, las palabras del rito de coronación en Israel eran siempre sólo ritos de esperanza, que preveían a lo lejos un futuro que sería otorgado por Dios. Ninguno de los reyes saludados de este modo se correspondía con lo sublime de dichas palabras. En ellos, todas las palabras sobre la filiación de Dios, sobre su designación como heredero de las naciones, sobre el dominio de las tierras lejanas (Sal 2,8), quedaron sólo como referencia a un futuro; casi como carteles que señalan la esperanza, indicaciones que guían hacia un futuro, que en aquel entonces era todavía inconcebible. Por eso, el cumplimiento de la palabra que da comienzo en la noche de Belén es a la vez inmensamente más grande y —desde el punto de vista del mundo— más humilde que lo que la palabra profética permitía intuir. Es más grande, porque este niño es realmente Hijo de Dios, verdaderamente «Dios de Dios, Luz de Luz, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre». Ha quedado superada la distancia infinita entre Dios y el hombre. Dios no solamente se ha inclinado hacia abajo, como dicen los Salmos; Él ha «descendido» realmente, ha entrado en el mundo, haciéndose uno de nosotros para atraernos a todos a sí. Este niño es verdaderamente el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. Su reino se extiende realmente hasta los confines de la tierra. En la magnitud universal de la santa Eucaristía, Él ha hecho surgir realmente islas de paz. En cualquier lugar que se celebra hay una isla de paz, de esa paz que es propia de Dios. Este niño ha encendido en los hombres la luz de la bondad y les ha dado la fuerza de resistir a la tiranía del poder. Él construye su reino desde dentro, partiendo del corazón, en cada generación. Pero también es cierto que no se ha roto la «vara del opresor».
También hoy siguen marchando con estruendo las botas de los soldados y todavía hoy, una y otra vez, queda la «túnica empapada de sangre» (Is 9,3s). Así, forma parte de esta noche la alegría por la cercanía de Dios. Damos gracias porque el Dios niño se pone en nuestras manos, mendiga, por decirlo así, nuestro amor, infunde su paz en nuestro corazón. Esta alegría, sin embargo, es también una oración: Señor, cumple por entero tu promesa. Quiebra las varas de los opresores.
Quema las botas resonantes. Haz que termine el tiempo de las túnicas ensangrentadas. Cumple la promesa: «La paz no tendrá fin» (Is 9,6). Te damos gracias por tu bondad, pero también te pedimos: Muestra tu poder. Erige en el mundo el dominio de tu verdad, de tu amor; el «reino de justicia, de amor y de paz».
«María dio a la luz a su hijo primogénito» (Lc 2,7). San Lucas describe con esta frase, sin énfasis alguno, el gran acontecimiento que habían vislumbrado con antelación las palabras proféticas en la historia de Israel. Designa al niño como «primogénito». En el lenguaje que se había ido formando en la Sagrada Escritura de la Antigua Alianza, «primogénito» no significa el primero de otros hijos. «Primogénito» es un título de honor, independientemente de que después sigan o no otros hermanos y hermanas. Así, en el Libro del Éxodo (Ex 4,22), Dios llama a Israel «mi hijo primogénito», expresando de este modo su elección, su dignidad única, el amor particular de Dios Padre. La Iglesia naciente sabía que esta palabra había recibido una nueva profundidad en Jesús; que en Él se resumen las promesas hechas a Israel. Así, la Carta a los Hebreos llama a Jesús simplemente «el primogénito», para identificarlo como el Hijo que Dios envía al mundo después de los preparativos en el Antiguo Testamento (cf. Hb 1,5-7). El primogénito pertenece de modo particular a Dios, y por eso —como en muchas religiones— debía ser entregado de manera especial a Dios y ser rescatado mediante un sacrificio sustitutivo, como relata san Lucas en el episodio de la presentación de Jesús en templo. El primogénito pertenece a Dios de modo particular; está destinado al sacrificio, por decirlo así. El destino del primogénito se cumple de modo único en el sacrificio de Jesús en la cruz. Él ofrece en sí mismo la humanidad a Dios, y une al hombre y a Dios de tal modo que Dios sea todo en todos. Pablo ha ampliado y profundizado la idea de Jesús como primogénito en las Cartas a los Colosenses y a los Efesios: Jesús, nos dicen estas Cartas, es el Primogénito de la creación: el verdadero arquetipo del hombre, según el cual Dios ha formado la criatura hombre. El hombre puede ser imagen de Dios, porque Jesús es Dios y Hombre, la verdadera imagen de Dios y el Hombre. Él es el primogénito de los muertos, nos dicen además estas Cartas. En la Resurrección, Él ha desfondado el muro de la muerte para todos nosotros. Ha abierto al hombre la dimensión de la vida eterna en la comunión con Dios. Finalmente, se nos dice: Él es el primogénito de muchos hermanos. Sí, con todo, Él es ahora el primero de más hermanos, es decir, el primero que inaugura para nosotros el estar en comunión con Dios. Crea la verdadera hermandad: no la hermandad deteriorada por el pecado, la de Caín y Abel, de Rómulo y Remo, sino la hermandad nueva en la que somos de la misma familia de Dios. Esta nueva familia de Dios comienza en el momento en el que María envuelve en pañales al «primogénito» y lo acuesta en el pesebre.
Pidámosle: Señor Jesús, tú que has querido nacer como el primero de muchos hermanos, danos la verdadera hermandad. Ayúdanos para que nos parezcamos a ti. Ayúdanos a reconocer tu rostro en el otro que me necesita, en los que sufren o están desamparados, en todos los hombres, y a vivir junto a ti como hermanos y hermanas, para convertirnos en una familia, tu familia.
El Evangelio de Navidad nos relata al final que una multitud de ángeles del ejército celestial alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama» (Lc 2,14). La Iglesia ha amplificado esta alabanza, que los ángeles entonaron ante el acontecimiento de la Noche Santa, haciéndola un himno de alegría sobre la gloria de Dios. «Por tu gloria inmensa, te damos gracias». Te damos gracias por la belleza, por la grandeza, por la bondad de Dios, que en esta noche se nos manifiestan. La aparición de la belleza, de lo hermoso, nos hace alegres sin tener que preguntarnos por su utilidad. La gloria de Dios, de la que proviene toda belleza, hace saltar en nosotros el asombro y la alegría. Quien vislumbra a Dios siente alegría, y en esta noche vemos algo de su luz. Pero el mensaje de los ángeles en la Noche Santa habla también de los hombres: «Paz a los hombres que Dios ama». La traducción latina de estas palabras, que usamos en la liturgia y que se remonta a Jerónimo, suena de otra manera: «Paz a los hombres de buena voluntad». La expresión «hombres de buena voluntad» ha entrado en el vocabulario de la Iglesia de un modo particular precisamente en los últimos decenios. Pero, ¿cuál es la traducción correcta? Debemos leer ambos textos juntos; sólo así entenderemos la palabra de los ángeles del modo justo. Sería equivocada una interpretación que reconociera solamente el obrar exclusivo de Dios, como si Él no hubiera llamado al hombre a una libre respuesta de amor. Pero sería también errónea una interpretación moralizadora, según la cual, por decirlo así, el hombre podría con su buena voluntad redimirse a sí mismo. Ambas cosas van juntas: gracia y libertad; el amor de Dios, que nos precede, y sin el cual no podríamos amarlo, y nuestra respuesta, que Él espera y que incluso nos ruega en el nacimiento de su Hijo. El entramado de gracia y libertad, de llamada y respuesta, no lo podemos dividir en partes separadas una de otra.
Las dos están indisolublemente entretejidas entre sí. Así, esta palabra es promesa y llamada a la vez. Dios nos ha precedido con el don de su Hijo. Una y otra vez, nos precede de manera inesperada. No deja de buscarnos, de levantarnos cada vez que lo necesitamos. No abandona a la oveja extraviada en el desierto en que se ha perdido. Dios no se deja confundir por nuestro pecado. Él siempre vuelve a comenzar con nosotros. No obstante, espera que amemos con Él.
Él nos ama para que nosotros podamos convertirnos en personas que aman junto con Él y así haya paz en la tierra.
Lucas no dice que los ángeles cantaran. Él escribe muy sobriamente: el ejército celestial alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo... » (Lc 2,13s). Pero los hombres siempre han sabido que el hablar de los ángeles es diferente al de los hombres; que precisamente esta noche del mensaje gozoso ha sido un canto en el que ha brillado la gloria sublime de Dios. Por eso, este canto de los ángeles ha sido percibido desde el principio como música que viene de Dios, más aún, como invitación a unirse al canto, a la alegría del corazón por ser amados por Dios. Cantare amantis est, dice Agustín: cantar es propio de quien ama. Así, a lo largo de los siglos, el canto de los ángeles se ha convertido siempre en un nuevo canto de amor y alegría, un canto de los que aman. En esta hora, nosotros nos asociamos llenos de gratitud a este cantar de todos los siglos, que une cielo y tierra, ángeles y hombres. Sí, te damos gracias por tu gloria inmensa. Te damos gracias por tu amor. Haz que seamos cada vez más personas que aman contigo y, por tanto, personas de paz. Amén.
Ecclesia