Thursday, March 30, 2017

El talón de Aquiles del papa Francisco por ERNESTO TENEMBAUM y Defienden la actuación de Bergoglio en el caso Grassi por ELISABETTA PIQUÉ

El papa Francisco, durante la entrevista.

La condena a un cura argentino por abuso de niños abre dolorosas preguntas sobre el jefe de la Iglesia


El papa Francisco recorría la Plaza San Pedro con su sonrisa habitual. Besaba niños, bendecía feligreses, cuando escuchó una pregunta que lo obligó a detenerse. Un rictus de fastidio y sorpresa se instaló en su cara.
—¿Es cierto que usted intentó interferir ante la Justicia argentina por el caso Grassi?—fue lo que escuchó.
Francisco, en un hecho muy inusual para un papa, decidió responder: lo hizo con solo tres palabras.
—No, para nada —dijo mientras sacudía ambas manos, como quien quiere acentuar la negación.
Intentó alejarse de la periodista que lo había importunado. Pero giró nuevamente hacia ella.
—No, para nada.
Pas du tout —tradujo ella.
La escena, difundida la semana pasada por el programa periodístico francés Cash Investigation, pone el foco sobre uno de los temas más delicados para el papado del argentino Jorge Bergoglio. Se trata del inevitable análisis que, más tarde o más temprano, hará la prensa mundial sobre su curiosa actuación alrededor de las denuncias de abuso sexual infantil contra Julio César Grassi, el cura más popular de la Argentina. Grassi tiene condena firme a 15 años de prisión, confirmados hace una semana por la Corte Suprema de Justicia de la Argentina.
Para entender la trascendencia del caso hay que remontarse un cuarto de siglo atrás cuando Grassi, un cura joven y carismático, se hizo famoso por su obra de caridad en favor de niños pobres y abandonados. Con donaciones privadas y públicas, Grassi había construido un hogar donde residían cerca de 5.000 niños. Era el cura bueno, el cura de los niños humildes y, además, un asistente habitual a la televisión. Presidentes y ministros lo acompañaban en actos públicos e inauguraciones. En cada cabina de peaje del país las alcancías desbordaban de billetes y monedas donados por automovilistas para su obra. El show televisivo de mayor audiencia promocionaba concursos telefónicos y derivaba parte de lo recaudado las arcas de Grassi.
Todo iba sobre rieles hasta que en octubre de 2002 un prestigioso programa de investigación periodística recogió los testimonios de algunos menores que denunciaron los abusos sexuales del cura, ante los medios y ante la Justicia. Eran niños desamparados: de lo más débil que existe en el planeta. Y se decidían a enfrentar al cura más popular y uno de los más poderosos del país. David contra Goliat, versión argentina. La noche en que se transmitió el programa, la Argentina se detuvo. Lo vio casi tanta gente como a una final del mundial de fútbol. El país entero discutía si Grassi era culpable o inocente. La Iglesia, fiel a su estilo, no emitía opinión, ganaba tiempo. Pero mientras tanto Grassi, un cura raso, conseguía los abogados más caros del país.
Pasaron 15 años. Cada fiscal o juez que revisó el caso llegó a la misma conclusión: era culpable. Las pericias psiquiátricas eran lapidarias. Los testigos eran contundentes. Uno de los denunciantes describió el cuerpo de Grassi desnudo con precisión. Jorge Bergoglio, en esa época, fue arzobispo de Buenos Aires y luego cardenal primado de la Argentina. Nunca recibió a los denunciantes. Hasta hoy, Grassi sigue siendo sacerdote. ¿Qué otra organización —sindical, deportiva, educativa— esperaría tanto tiempo para investigar a uno de sus integrantes, si este fuera acusado de violar niños?
Pero si la omisión ya era un pecado, en este caso hay un elemento que explica por qué es pertinente la pregunta que le formularon al Papa en la Plaza de San Pedro. En los últimos años, jueces y obispos recibieron en sus despachos cuatro tomos de un libro titulado Estudios sobre el caso Grassi. Los firmaba un prestigioso abogado argentino. En esos centenares de páginas se presentaban argumentos en favor de la inocencia del cura, pero también se especulaba con que muchas veces los verdaderos abusadores denuncian abusos contra ellos para enmascarar su perversión, se comparaban las denuncias de abusos que involucran a sacerdotes con la persecución que sufrieron las brujas en la edad media, entre otras maravillas.
Ese libro, justamente, contiene un párrafo que complica al Papa. En su tomo cuatro dice textualmente: "Con ello, se concluyen estos estudios sobre el caso Grassi y así la labor encomendada en el 2010 por la Conferencia Episcopal Argentina, en particular por parte de su por entonces presidente, cardenal Jorge Bergoglio, hoy Su Santidad, Francisco, Papa". La existencia del libro se conoce desde hace meses en la Argentina. Nunca nadie aclaró nada.
En el final de la película Spotlight se enumeran algunas de las denuncias de abusos cometidos por sacerdotes en distintos lugares del mundo. En el capítulo argentino se mencionan seis casos. En realidad, son alrededor de 25, entre ellos dos obispos, excompañeros de Bergoglio en la Conferencia Episcopal.
Julio César Grassi pasará largos años en la cárcel.
La Iglesia argentina, y su hijo dilecto, el Papa, continúan en silencio.
Pas du tout.
Ernesto Tenembaum
El País

Defienden la actuación de Bergoglio en el caso Grassi


Vincenzo Pinto/Pool Photo via AP
"No hubo presión sobre la Justicia", dijo Fuentes, miembro del Consejo Superior de Educación Católica

ROMA.- "En el caso del padre Grassi, ni Bergoglio ni la iglesia argentina han hecho presión sobre la Justicia, para nada. Más bien han sido bastante explícitos en la importancia de que la Justicia pueda actuar e investigar en libertad. Creo que ha sido una investigación muy mediática, muy polémica, pero a la vez muy libre." Son palabras de Juan Ignacio Fuentes, miembro del Consejo Superior de Educación Católica Argentina (Consudec), experto en la lucha contra los abusos sexuales de niños, que fue uno de los oradores de un seminario sobre este flagelo organizado por la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores (PCTM) del Vaticano en la Pontificia Universidad Gregoriana.

En un alto de dicho encuentro, consultado por LA NACION y Télam sobre el caso del sacerdote Julio César Grassi, cuya condena a 15 años de prisión por abusos agravados fue ratificada el martes pasado por la Corte Suprema, Fuentes no tuvo dudas en despegar al actual papa de cualquier acusación de haber tenido un comportamiento equívoco. En el período en que estalló el caso, Jorge Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires -no de Morón, la diócesis de Grassi- y presidente del episcopado nacional

"La actuación de Bergoglio fue totalmente neutral: la iglesia jerárquica argentina dejó actuar a la Justicia en este tema. Los movimientos de defensa del padre Grassi fueron más bien movimientos o de grupos aislados de sacerdotes o fieles, o gente de una línea muy específica de la Iglesia que se sentía atacada", aseguró.

"Bergoglio actuó bien, con total transparencia, y también los obispos de la región de Buenos Aires, que en ningún momento se pronunciaron, ni en ningún momento ejercieron presión", agregó.

"Yo viví muy cerca de ese lugar, yo trabajaba en la diócesis vecina de la Fundación Felices los Niños, por lo que conozco bastante el tema y me consta, porque conozco mucha gente de los tribunales, que no recibieron ninguna presión de parte de la Iglesia en favor de una supuesta defensa", puntualizó.

Victimizar a Grassi

Fuentes, oriundo de La Matanza, sí fustigó a ese grupo de sacerdotes que, cuando surgió el caso Grassi, intentó "victimizar a un posible culpable, culpabilizando a las posibles víctimas". "Yo soy adulto educador y si yo recibo una denuncia, por más que tenga la conciencia tranquila, yo tengo que entregarme absolutamente a la investigación y que nadie me defienda más allá de lo legal, porque cualquier defensa de mi persona va a ser una nueva victimización de la posible víctima", dijo.

En su presentación en el seminario, inaugurado por el cardenal estadounidense Sean O'Malley, presidente de la PCTM y al que asistieron varios otros purpurados, Fuentes mostró la experiencia de la Argentina en cuanto a la lucha contra los abusos sexuales de menores. Ayudándose con videos y fichas, destacó que en nuestro país se ha logrado una importante sensibilización y visibilización del problema.

Tanto es así que en los últimos cinco años se duplicaron las denuncias de estos crímenes. "En los últimos diez años hubo un crecimiento notable de la promoción y visibilización de esta problemática", dijo, al detallar que en 2010 hubo 6896 casos de abuso sexual denunciados, mientras que en 2015 hubo 11.273, el doble.

Hablando de la Iglesia Católica, aseguró que pese a los casos de abusos salidos a flote y el "desprestigio indudable" que esto creó en la institución, todavía sus organizaciones sociales y solidarias, como por ejemplo, Cáritas, "gozan de un capital importante de confianza social por sobre la política y otras instituciones".

"La Iglesia Católica tiene que situarse a hablar con la sociedad de esta problemática no dando cátedra, sino desde una postura de humildad y de diálogo. Tenemos cosas que ofrecer y también errores que reconocer. Y situarnos socialmente desde ese lugar puede ser muy beneficioso para la Iglesia y para la sociedad", concluyó.

Elisabetta Piqué
La Nación

Ver también

La Corte Suprema confirmó la condena de 15 años de prisión contra el padre Grassi

Verlo aquí

El comunicado del Obispado de Morón sobre el Padre Grassi

Verlo aquí

Saturday, March 25, 2017

MENSAJE DE MAURICIO LÓPEZ, PRESIDENTE MUNDIAL DE LA CVX

La imagen puede contener: 1 persona, sentado e interior

Hermanas y hermanos de la CVX MUNDIAL!!! 

Hoy celebramos pero al estilo ignaciano.... reconozcamos todo lo que hemos recibido como regalo, asumamos todos los tropiezos que hemos tenido para buscar mejorar y recuperar a quienes hayamos lastimado, y sobre todo tengamos FE y ESPERANZA para decir un SÍ gratuito y con todas las fuerzas que nos mueva a salir de.nosostros mismos para ir a las fronteras y asumir nuestra MISIÒN de contribuir con nuestra espiritualidad a construir un mundo más justo y donde tod@s puedan vivir y vivir en plenitud. Que seamos puente y que derribemos los muros en todo ámbito de nuestra vida. 

FELÍZ DÍA CVX

DÍA MUNDIAL DE LA CVX

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PROYECTOS: Día Mundial de la CVX 2017— Recordando No.166, Diciembre 2016 

"¿Te acuerdas del hermoso momento que compartimos en tu fiesta de cumpleaños hace tres años?" "¡Qué suerte tuvimos de haber encontrado a una persona como la hermana Clara durante nuestros días de escuela! Nadie podría igualarla en el aula ". Etc., etc. 

Es parte de la naturaleza humana recordar eventos pasados y reflexionar sobre su significado para nosotros. Lo hacemos para momentos felices, para momentos tristes y para aquellos momentos cotidianos que constituyen una gran parte de nuestras vidas. Recordamos constantemente los acontecimientos y las personas que han dejado una huella en nuestras vidas. Este proceso de recordar es importante porque nos ayuda a ver cómo un impacto del pasado influye en nuestro presente y de alguna manera moldea nuestro futuro. Además de lo crucial de evocar en la vida de las personas individuales, también observamos el importante papel del recordar en la vida de las asociaciones. Cada grupo lleva consigo una memoria institucional, una historia de personas y acontecimientos que han contribuido a la identidad compartida del grupo. 


Nuestro Jubileo de Oro

Recordar es un proceso natural que ocurre todo el tiempo. Sin embargo, hay ciertas ocasiones que desencadenan un acto consciente y colectivo de recuerdo. Para nosotros en CVX, una de esas ocasiones fue la reciente celebración de nuestros 450 años como comunidad laica ignaciana. Ahora nos preparamos para celebrar los 50 años de otro hito en 2017. La 4ª Asamblea de la Federación Mundial de Congregaciones Marianas tuvo lugar en Roma en octubre de 1967. En esta Asamblea los delegados aprobaron los Principios Generales y adoptaron el nombre de Comunidad de Vida Cristiana. Esto marcó un paso clave hacia el redescubrimiento de la espiritualidad ignaciana y la afirmación del carácter laico de nuestra comunidad. A medida que nos acercamos al Jubileo de Oro de ese evento, los invitamos a evocar la trayectoria en CVX individualmente como miembros y como comunidad nacional. 


Los miembros de CVX han crecido maravillosamente en su comprensión de la vocación laical, nutrida por la abundante gracia de Dios. A veces esta gracia se ha manifestado como momentos de gran consolación, pero la mayoría de las veces se ha hecho presente en el vivir fielmente las exigencias cotidianas de este modo de vida. Reconocemos que a menudo hemos recibido esta gracia a través de personas inspiradoras que han acompañado a los miembros de CVX a lo largo de este camino. El peregrinar de los miembros individuales refleja de alguna manera el peregrinar colectivo de cada comunidad nacional. Cada comunidad nacional tiene su propia historia de gracia. Cada comunidad nacional también tiene una deuda de gratitud a algunas figuras sabias que se atrevieron a adentrarse por este camino y luego mostraron a otros el sendero. En este Jubileo de Oro, los invitamos a traer a la memoria con gratitud las gracias recibidas a través de esta historia y las personas especiales que mediaron estas gracias.

También evocamos cómo la Iglesia nos ha puesto en esta senda orientada a una identidad y un modo de vida renovados. En 1948, el Papa Pío XII confirmó los orígenes ignacianos de nuestra comunidad. El Concilio Vaticano II abrió entonces el camino hacia adelante, animando a los laicos a explorar su vocación bautismal plena. Hoy seguimos viviendo la espiritualidad ignaciana en la vida cotidiana y explorando las fronteras de la vocación laical, buscando contribuir concretamente a la vida y misión de la Iglesia. Los gestos y el lenguaje del Papa Francisco, tan familiares para nosotros, son un recordatorio constante de este llamamiento. 


El significado cristiano de recordar 

Cuando Jesús instruyó a sus discípulos: "Hagan esto en memoria de mí", no se limitaba a pedirles que trayeran a la memoria el recuerdo de la última cena y la fracción del pan. La Iglesia ha interpretado correctamente esta instrucción como un mandato para no sólo recordar el acontecimiento, sino también recrearlo constantemente. 

Mantengamos este contexto en mente al evocar nuestra historia agraciada como CVX. Parte de este recuerdo será traer a la memoria las gracias recibidas y expresar adecuadamente nuestra gratitud por esto. Otro aspecto importante sería hacer que esta historia se reactualice reviviendo estas gracias en el momento histórico que hoy nos toca vivir. Nuestra fe y nuestra experiencia nos muestran que las gracias recibidas como parte de una vocación son un regalo gratuito, otorgado generosamente a lo largo del camino. Por nuestra parte, necesitamos identificar y eliminar los apegos desordenados que obstruyen el libre flujo de esta gracia. Reconstruimos nuestra historia de gracia reconociendo agradecidamente el pasado, aplicando sus lecciones al presente y estableciendo con esto el fundamento para los sueños futuros. San Ignacio aplica esto en la Contemplación para alcanzar Amor, afirmando que los regalos recibidos deben ser recordados y apreciados con el fin de utilizarlos generosamente en un mayor servicio [EE 233-234]. 


Algunas sugerencias 

En el momento de redactar este Proyectos, el tema de la próxima Asamblea Mundial está en proceso de finalización. Por lo tanto, las sugerencias para celebrar el Día Mundial de la CVX no incluyen referencias específicas a la Asamblea. Sin embargo, no duden en vincular estas sugerencias con el tema de la Asamblea si éste se conoce antes del próximo Día Mundial de la CVX. 

Aquí mencionamos algunas sugerencias para celebrar nuestro Jubileo de Oro.

* Orar con los Principios Generales. Compartan cómo los Principios Generales han nutrido su travesía en CVX. Mencionen sus citas favoritas de los Principios Generales. 

* Buscar formas adecuadas para celebrar y homenajear a algunas personas especiales que han colaborado en construir la comunidad nacional. 

* Contactar a los delegados que han asistido a Asambleas Mundiales pasadas, remontándonos lo más lejos posible. Invitarlos a compartir una o dos gracias esenciales que recibieron en estas Asambleas. 

* La vocación a la CVX es un regalo que ustedes han recibido. Conversar sobre cómo su comunidad CVX local / nacional puede ser un regalo para la iglesia local y la sociedad en la que ustedes viven. 

Por favor, envíen sus apreciaciones, reflexiones y fotos de la celebración a exsec@cvx-clc.net 

En acción de gracias, damos gracias al Señor por la superabundancia de gracias recibidas durante estos cincuenta años. En humildad, pedimos al Señor que nos muestre el camino a seguir. Que el Príncipe de la Paz bendiga a cada uno de ustedes y a sus familias en este tiempo de Navidad y siempre! 

Luke Rodrigues s.j., Herminio Rico s.j., Mauricio López
Con el Consejo Ejecutivo Mundial

PENSIONES Y POBREZA EN CHILE: Programa Continentes - Viejo y pobre: destino de millones



Miles de pensionados chilenos, por el sistema privado de pensiones, han pasado a la pobreza. Se les ve en las noches recogiendo alimentos de la basura, con vergüenza.


Es parte de la pobreza disimulada de Chile, donde la mayoría exige un nuevo sistema de pensiones. Continentes trae a uno de estos nuevos pobres para confrontarlo con un funcionario o tecnócrata.


En este programa que conduce Alejandro Kirk participaron Jorge Gajardo, Economista, Académico de la Universidad Central de Chile y Marco Kremerman, Economista de la Fundación SOL

Felipe Berríos: "Tenemos un sistema corrupto porque la verdadera corrupción es la desigualdad"

Felipe Berríos:



Desde su mediagua en Antofagasta el jesuita analiza los cambios

y desafíos del país



Instalado hace más de dos años en el campamento Luz Divina VI
de Antofagasta, el padre jesuita convive día a día con la pobreza
y la marginalidad. Sin más comodidades que las recogidas de un
vertedero, Berríos habla de la pobreza de los que acumulan riqueza 
y advierte que los cimientos del poder están comenzando a crujir.
“Los poderes fácticos que había en la Iglesia, en los partidos 
políticos, en las Fuerzas Armadas, en los medios de comunicación, 
todo eso es lo que está crujiendo. Pero está crujiendo porque Chile 
es un país que está exigiendo más”, señala.

En medio de polvorientos pasajes del campamento Luz Divina VI, en el sector La Chimba de Antofagasta, está instalado el padre jesuita Felipe Berríos hace más de dos años. Ahí vive en una mediagua construida con materiales que sacó del vertedero de la ciudad, uno de los más grandes del país. Al igual que las cerca de 100 familias que habitanen el campamento, vive sin alcantarillado, sin agua y colgado a la electricidad.
Llegó a Antofagasta en enero de 2015, seis meses después de volver a Chile desde África, donde estuvo cuatro años. Al llegar a Santiago, pidió irse a vivir a un campamento, pero le dijeron que lo querían en la capital. “Le pedí al provincial como cuatro veces y me dijeron siempre que no. Pero di una entrevista y quedó la escoba. Ya no hallaban qué hacer conmigo. Ahí les mandé por escrito cifras y datos duros y les dije ‘quiero irme al campamento La Chimba en Antofagasta’. Y me dijeron que sí”, cuenta.
Habitado en su mayoría por inmigrantes, el sector de La Chimba es uno del lugar fue una de sus motivaciones para instalarse ahí. “Cuando una persona tiene una carrera, hay escalafones. Pasas de ser junior a empleado, a jefe de sección, a gerente. A mi entender, el escalafón de los curas es seguir a Jesucristo y él hizo la carrera al revés: terminó medio desnudo, solo, abandonado, clavado en una cruz. Entonces el progreso nuestro, a mi entender, debiera ser al revés. Cada vez despojándonos más, acercándonos a la gente y aprendiendo de ellos”, cuenta.
En La Chimba, ayuda a desarrollar un centro de formación para pobladores del campamento, donde aprenden oficios que van desde gasfitería o gastronomía, hasta diseño y confección. También gestiona una red de bibliotecas y centros comunitarios para que la gente del campamento se junte. “En eso me mantengo ocupado. Y en leer”, cuenta en su pequeña casa donde al menos dos paredes
completas están cubiertas de libros.
Desde Antofagasta, el sacerdote habló con El Mostrador sobre la sociedad chilena, migración, política y los principales desafíos que enfrenta el país.

Migración


Según un catastro de la Municipalidad de Antofagasta, el 44% de la población que vive en campamentos en la ciudad, corresponde a ciudadanos extranjeros. En Luz Divina VI, según Berríos, solo cuatro de las 100 familias que viven ahí son de chilenos.

-¿Cómo es vivir en La Chimba?

-Este ha sido siempre un territorio de migrantes. Ahora ha llegado un gran número, pero además del número, los colombianos han producido una cuestión más mediática y que también creo que afecta más a la clase media.

Según Berríos del Solar, los bolivianos, peruanos y ecuatorianos vienen a Chile en búsqueda de una mejor situación económica, y son sumisos y más callados. Los colombianos, por otra parte, vendrían arrancando de una situación de violencia de su país.

“Vienen en otra parada. Tienen muchísimo mejor vocabulario, más 
educación, provienen de una cultura más extrovertida, les gusta la música, exigen derechos. Hace un tiempo, me decía un peruano que trabajó tres meses y no le pagaron nada. Y se quedó callado. El colombiano exige, es más parecido al chileno. Entonces, eso crea ciertos celos y se asocia a los colombianos con los sicarios, la droga, la prostitución. Pero cuando ves las cifras de crímenes, más bien ellos son las víctimas”.

Pobreza y Desarrollo


Tras haber vivido en el África negra durante dos períodos, Berríos cuenta que “uno se cuestiona mucho a qué le llamamos desarrollo. Es cierto que estamos acercándonos a los 80 años de expectativa de vida, mientras allá rozaba los 48. Entonces es algo que yo no tengo resuelto, pero uno se lo cuestiona. Yo venía de una zona donde no hay basura, porque no hay consumo. No hay papel, un pedazo de plástico, nada”.
- ¿Y qué impresión le causó mirar a Chile desde esa experiencia?
-Que es una sociedad que produce basura. Tengo que producir basura, porque tengo que botar para poder comprar, para poder producir y la producción hace trabajo, el trabajo dinero, el dinero mayor consumo y así la bicicleta. Y no solo se produce basura sino que también gente que es considerada basura. Entonces te choca, porque estás metido en esta bicicleta en que no puedes parar y tienes que pedalear. El  verdadero rico, hoy día, sería la persona que diga: ‘Sabes qué, no necesito más. Me basta con lo que tengo. Gozo con esto’. Pero no hay un goce, porque has logrado comprarte el televisor de pantalla plana y ya te están vendiendo el siguiente.
- ¿Cree que Chile está retrocediendo?
-Yo creo que estamos avanzando. No somos Venezuela. Venezuela es un país que se está derrumbando social y económicamente. Nosotros hemos crecido y nos quedó chica la ropa, entonces tenemos que cambiar de traje. Y estamos en ese proceso de cambiar de traje.
- ¿La desconfianza en las instituciones tiene que ver con eso?
-Las instituciones quedaron chicas. Hemos crecido económicamente, pero no lo hemos hecho a la par con la cultura, estamos muy empobrecidos culturalmente. Entonces están crujiendo las instituciones, pero están crujiendo no porque es un país que se derrumba, sino porque es un país que está haciendo, experimentando transformaciones.
- ¿Y la corrupción?
-Ha irrumpido la clase media informada, los medios de comunicación se han desmonopolizado. Estamos en esta etapa y da la impresión de que todos son unos ladrones. Pero yo no creo que son ladrones, creo que teníamos un sistema corrupto. Yo creo que la verdadera corrupción de Chile es la desigualdad social. Esa es la verdadera corrupción y eso ha existido desde la Colonia. Eso estamos atacando y por eso se han develado cuestiones que antes ya estaban.
-Pero los políticos acusados hoy de corrupción no vienen de la Colonia.
-Yo no creo que sean corruptos los que se han señalado con el dedo, eran parte de un sistema que todos avalábamos o que no conocíamos. Hoy tú no ves que haya políticos que tengan yates o helicópteros. Piñera sí, porque tiene una fortuna propia. Pero los demás, la plata era para financiar los partidos, porque es como acá. Nosotros no tenemos electricidad y la electricidad o el agua no te la pueden poner porque no eres dueño del lugar. Entonces estás obligado a robar electricidad, porque la electricidad es un bien básico. Teníamos partidos políticos, que son un bien básico clave para la sociedad, pero nunca se nos había ocurrido financiarlos porque pertenecían a una elite.
-¿Y qué pasa con los poderes fácticos? ¿Siguen operando en Chile?
-Chile es distinto ahora y tiene que ser más distinto. Entonces todas estas cosas que están pasando, estos poderes fácticos que había en la Iglesia, en los partidos políticos, en las Fuerzas Armadas, en los medios de comunicación, todo eso es lo que está crujiendo. Pero está crujiendo porque Chile es un país que está exigiendo más, más meritocracia, más libertad, más participación, más derecho a decidir.
-¿Cuáles son los temas que deberían tomarse la agenda en este
año de elecciones?

-No tenemos un proyecto país, no sabemos qué queremos. Eso es lo que se echa de menos ahora. Porque si te metes en las AFP, o en la educación,o en la salud, van a ser siempre parches hasta que no digas qué tipo de sociedad queremos.
La pregunta que yo me hago es ¿qué sueño les ofrecemos a los jóvenes de Chile? ¿Producir? ¿Ganar? ¿Tener éxito? ¿Vale la pena ser joven por eso? ¿Vale la pena estudiar y sacrificarte por eso? Aunque parece algo abstracto y teórico, es sumamente importante, porque todos los problemas concretos que tenemos se van a ir resolviendo si vemos qué tipo de sociedad queremos construir. Si no, son solo  parches chicos que te duran lo que te dura el parche. Y el problema vuelve a aflorar.
- ¿Y cuántos parches usa la Iglesia?
-Los sectores conservadores de la Iglesia católica, sobre todo ciertos movimientos de elite, lo que usan mucho es el sacralizar al sacerdote. Y en esa sacralización no solo hay una idea distorsionada de qué es la Iglesia, además es un caldo cultivo para abusos de poder, para que salgan obispos o curas prepotentes, que se creen dueños de la verdad, que humillan a las personas porque son separados, o porque tienen esto, o que tratan de asesinos a los que han abortado. Eso es distinto a la figura del evangelio y a la Iglesia que a mí me educó y que a mí me cautivó. Les tengo miedo a esas sacralizaciones, porque así se crean los Maciel, los Karadima.
Yo no soy mejor que el resto de los curas o monjas, al contrario. A mí me ha tocado ser el visible, tal vez porque soy más rubio me han pescado más. Pero he sido el visible de una Iglesia invisible, que está viviendo todo esto. Pero, la verdad, está lleno de curas y monjas que se sacan la mugre, calladitos.
Paula Tupper
El Mostrador

Tuesday, March 21, 2017

Hoy, en Santiago de Chile, presentación libro FRANCISCO. Palabra Profética y Misión

Hoy, a las 19 horas, en la Biblioteca Nacional, en la sala Ricardo Donoso, se hará la presentación del libro FRANCISCO: Palabra Prófética y Misión.

En este libro, de 250 páginas,  que contiene 14 homilías y documentos escogidos del Papa Francisco podrán encontrar, además, valiosos comentarios y testimonios de personalidades cristianas de Chile y España.

Por nuestro país, estarán la Hermana Karoline Mayer, Marta Cruz Coke, José Aldunate sj, Luis Infanti OSM, Antonio Bentué, Juan Pablo Espínoza, Jorge Costadoat sj y Jaime Escobar.

Por España podrán encontrar los comentarios y testimonios de el P. Angel García, la Hermana María José Torres, José Castillo, José Manuel Vidal (Director de Religión Digital), P. Faustino Vilabrille.

Este es el primer libro, editado en Chile, con estas características y que está dedicado al P. José Aldunate sj.  Están todos invitados para participar de su presentación, la que harán la Hermana Karoline Mayer, Marta Cruz Coke, Reinaldo Sapag y Jorge Cistadoat sj.

¡Los esperamos!




Sunday, March 05, 2017

La carroza "Santo y orixá" retirada del Carnaval de Río por presiones de la Iglesia católica


Por presiones de la Iglesia católica


La Archidiócesis de Río de Janeiro transmitió su disgusto


La escuela de samba Mangueira, que hoy participará en el "Desfile de los Campeones" del Carnaval de Río de Janeiro, decidió retirar una carroza en la que aparecía una figura de Jesucristo y un orixá, dios del panteón africano.
La Archidiócesis de Río de Janeiro transmitió su disgusto con el desfile de la escuela del Grupo Especial Mangueira, que esta semana llevó hasta el famoso sambódromo Marquês de Sapucaí una impactante carroza bautizada de "Santo y orixá", que representa el sincretismo religioso de Brasil.
La Iglesia expresó su malestar a Mangueira, que hoy dejará aparcada su carroza durante el desfile que reúne a las seis principales escuelas del carnaval carioca, el cual venció la histórica Portela.
El carnavalesco (director artístico) de Mangueira, Leandro Vieira, expresó su descontento con la decisión de la escuela, cuyo desfile, dijo, levantó la bandera de "la comunión y la no intolerancia".
"Lamento profundamente que todavía haya mucha sombra en las alturas de quien habla sobre la luz", dijo Vieira, a través de las redes sociales.
RD/Agencias

“FRANCISCO EL INCENDIARIO” es el título del próximo libro sobre el Papa escrito por Gianfranco Svidercoschi

Los comienzos en Lampedusa

 A pocos días del IV aniversario de la elección de Bergoglio, anticipamos un capítulo del libro que está por salir del vaticanista Svidercoschi


Es suficiente ir a Google y tipear “las herejías de Francisco” para descubrir que hay medio millón de resultados donde se acusa al Papa Bergoglio de hacer afirmaciones gravemente erróneas respecto de la Tradición y de la doctrina católica. En realidad muchos de sus predecesores, sobre todo Juan Pablo II y Benedicto XVI, fueron expresamente culpados de herejía. Pero el Papa actual tiene el primado absoluto de ataques –y es un primado que sigue creciendo en número- de parte de esa caótica mezcolanza de mitómanos, integristas, nostálgicos, tradicionalistas y en términos generales opositores a Francisco. Opositores, todos ellos, extremadamente intolerantes e injuriosos.
Pues bien, esta podría ser también una confirmación más de cuánto ha cambiado en cuatro años el rostro del catolicismo. Y ha cambiado, obviamente, porque desde aquel 13 de marzo hay un Papa como Francisco, que es portador de un gran proyecto de renovación que en ciertos aspectos es incluso revolucionario. Por esa razón es un Papa que inevitablemente divide, es decir, que está destinado a hacer entrar en crisis muchas conciencias pero también a provocar rechazo, a crear divisiones o acentuarlas. La Fraternidad San Pío X, la de los lefebvristas más radicales, ha decidido rezar y hacer penitencia para que el Papa – al que considera uno de los principales responsables de la “grande y dolorosa confusión” que actualmente reina en la Iglesia – “tenga la fuerza para proclamar integralmente la fe y la moral”.
Ya no es la misma Iglesia. Pero si en estos cuatro años ha cambiado el rostro del catolicismo no es solo por el Efecto Francisco. También se debe a que las semillas del proyecto bergogliano, pese a las resistencias y hostilidades, han comenzado a echar raíces en el terreno de la Iglesia. Aunque no siempre los mismos creyentes lo perciben verdaderamente.
En efecto, ésta ya no es la Iglesia que –vista a través del prisma deformante de lo que estaba ocurriendo en el Vaticano y sus alrededores – parecía ser solo escándalos, luchas de poder, intrigas, negocios sucios, curas pedófilos y eclesiásticos carreristas. Sin duda no todos los problemas están resueltos y dentro de la muralla leonina siempre existe el riesgo de que vuelva a formarse una “casta”, menos visible pero precisamente por eso más insidiosa que la anterior. Sin embargo, ahora por lo menos hay transparencia. Están haciendo limpieza y ya no volverá a ocurrir que laven dinero sucio en el IOR. Hay un compromiso concreto de demoler el aparato burocrático y el sistema clerical que proliferaba en su interior.
Ya no es la Iglesia que daba la impresión de sentirse constantemente acosada, rodeada de enemigos, atemorizada por una modernidad que solo se identificaba por sus aspectos negativos como el secularismo, el relativismo ético, el anticlericalismo y ciertas investigaciones temerarias de la ciencia médica. Ahora, según uno de los pilares fundamentales del pensamiento de Francisco, es una “Iglesia en salida”. Por lo tanto es una Iglesia misionera, abierta a todos, en diálogo con todos y que debe anunciar el Evangelio en todas partes, en cualquier situación y oportunidad, sin miedos ni complejos. Es la famosa “cultura del encuentro” que se abrió paso entre los agnósticos, ateos recalcitrantes y laicistas, primero sorprendidos y después conquistados por un Pontífice que se mostraba severo en primer lugar con la gente que estaba “dentro” de su propia casa, empezando por los obispos y los curas.
Tampoco es ya la Iglesia que asistía en silencio, y cuya voz de todos modos pocos escuchaban, a la trágica involución de un mundo presa de nuevos conflictos, de nuevas macroscópicas injusticias, de nuevas violencias y de un nuevo y más terrible terrorismo. Ahora la Iglesia católica no solo ha recuperado toda su autoridad moral, no solo (gracias naturalmente a un Papa que vino del Sur) se ha convertido en la “voz” de los países pobres, de los pueblos arrasados por las guerras y reducidos a la miseria por las migraciones forzadas, sino que es capaz de ejercer una función mediadora en algunas situaciones de crisis e incluso movilizar las energías de otras Confesiones cristianas para apoyar la paz y la solidaridad.
Dureza de corazón. En síntesis, hace cuatro años predominaba una Iglesia que se consideraba detentora, si no dueña absoluta, de la “verdad”. Una Iglesia autorreferencial y contraria a los cambios, a las novedades, por miedo a debilitar sus defensas, a perder sus privilegios. En cambio ahora la Iglesia debe trabajar y esforzarse porque ya no tiene la centralidad ni puntos de apoyo institucionales. Y lo que más impresiona es que tiene grandes dificultades para pasar de lo que era una dialéctica puramente interna del poder eclesiástico a una confrontación directa con la palabra misma del Evangelio. Dicho de otro modo, a pasar de una dureza de corazón a la lógica evangélica del amor y de la misericordia.
Hace cuatro años la Iglesia plasmada por el Concilio Vaticano II estaba, de hecho, bloqueada. Bloqueada debido a los atrasos para poner en práctica los documentos conciliares; pero también debido a la preocupación de muchos representantes de la jerarquía por el “fantasma” de nuevas reformas. Por eso era una Iglesia imposibilitada para expresar su carga carismática, su representación de todo el pueblo de Dios (formado en su amplia mayoría por laicos, cosa que a menudo se olvidaba) y la riqueza de su diversidad de tradiciones, culturas, lenguas y experiencias. Ahora esta Iglesia se ha puesto nuevamente en camino. Y, remodelada por Francisco, está experimentando nuevas vías para anunciar la perenne novedad del mensaje de Cristo.
Mucho ha cambiado, desde aquel 13 de marzo, el rostro del catolicismo. Así como está cambiando progresivamente su dimensión interior. Ha mejorado el clima de fraternidad, de relaciones de comunión, del vivir juntos, del diálogo, dentro del mundo eclesial. Y además, sobre todo, se empiezan a advertir los primeros efectos de un retorno de la Iglesia a la inspiración evangélica,  a una fe más límpida, más transparente, liberada de tantas formalidades, de demasiados preceptos, de demasiadas construcciones (y restricciones) doctrinales, de tantas “jaulas” institucionales y tantas intromisiones ideológicas.
“Nostalgia” del Evangelio. Esta “nostalgia” del Evangelio, si se la puede llamar de esa manera, se agitaba desde hace tiempo en la profundidad de la conciencia de grandes sectores del pueblo católico; pero era algo indefinido, algo vago, algo que quedaba siempre al nivel de una aspiración y nada más. O quizás era un gran deseo de escuchar el Evangelio, eso sí, pero ¿cómo se hace para vivirlo? ¿dónde se lo puede vivir?
Y vaya a saber cuándo habría aflorado ese deseo, esa necesidad, si no hubiera llegado alguien como Francisco. La primera revolución la llevó a cabo en sí mismo, porque inmediatamente transformó la manera de “ser”, la manera de “actuar como Papa”. Era un estilo que podía parecer solo algo personal, pero muy pronto se pudo ver el sello “bíblico”, la completa identificación con las raíces, con las fuentes del cristianismo. Entonces es un Papa que vive el Evangelio. Anunciándolo siempre de nuevo, todos los días, como si fuera la primera vez. Y dando testimonio con su propia vida, en cada gesto, en cada palabra, en cada decisión.
Es cierto que a veces su manera de hablar resulta chocante y puede desconcertar. Pero dejando de lado las bromas y algunas frases ocurrentes, resulta evidente que las palabras de Bergoglio son palabras del Evangelio y por eso, al igual que las palabras del Evangelio, pueden escandalizar. Palabras que llegan directamente a la gente, que anulan las distancias, porque traen a colación –como hacía Jesús en sus relatos- imágenes y situaciones de la vida cotidiana. Y además estas palabras acompañan los gestos, los interpretan. O bien son gestos que toman el lugar de las palabras. Un gesto de ternura, de solidaridad – como aquellos encuentros con los prófugos de Lesbos – es capaz de transmitir mucho mejor un sentimiento de cercanía, de comprensión.
Y el silencio, que a veces puede tener más fuerza que un gesto, que puede ser más elocuente que las palabras. Por ejemplo cuando Francisco fue a Auschwitz y pasó sin acompañantes bajo ese espantoso cartel, “Arbeit macht frei”, recorrió el campo de exterminio y después Birkenau, rezando, en silencio. Sus predecesores, el polaco Wojtyla y el alemán Ratzinger, habían hablado, se habían visto obligados a hablar. Bergoglio en cambio venía del otro lado del mundo, era la primera vez que estaba allí. Y el silencio quería expresar toda su angustia al ver directamente el lugar del dolor absoluto y descubrir que esa crueldad sigue existiendo.
Un espíritu reformador. Muchos otros Papas, naturalmente, han vivido la radicalidad del Evangelio y han dado un testimonio ejemplar del primado, en cuanto fundamento originario y decisivo de la vocación cristiana. Y cada Papa lo ha hecho a partir de su propia sensibilidad personal y espiritual. Cada Papa se ha caracterizado por una determinada “cualidad” evangélica, en íntima relación con la situación de la Iglesia en ese determinado momento histórico y eclesial.
Por ejemplo, Juan XXIII y Pablo VI, a través del Concilio Vaticano II se preocuparon por mostrar en qué sentido el Evangelio también puede ser una “buena noticia” para el hombre del siglo XX. El Papa Luciani, a pesar de la brevedad de su pontificado, tuvo tiempo para volver a proponer la extraordinaria normalidad de la humanidad de Cristo. Juan Pablo II comenzó a viajar por todo el mundo como “peregrino del Evangelio” y cuando estuvo en la laica Francia, un “comecuras” como Eugène Ionesco fue quien hizo notar que hacía mucho tiempo que no se escuchaba a un hombre de la Iglesia hablar de Dios y de amor, y no de política. Y Benedicto XVI cuando fue elegido se presentó diciendo que su verdadero programa de gobierno sería ponerse a la escucha, junto con toda la comunidad católica, “de la palabra y la voluntad el Señor”.
El Papa Bergoglio vive la fidelidad al Evangelio con la misma transparencia y totalidad que sus predecesores. Pero tal vez por sus orígenes o por su experiencia latinoamericana, por la combinación ignaciano-franciscana o porque ha podido observar (y juzgar) el “centro” de la catolicidad desde otra perspectiva, o quizás por todo el conjunto de su vivencia humana y religiosa, lo cierto es que la figura de Francisco termina identificándose automática y linealmente con la de un reformador.
Mirándolo, no solo se puede entender sino que también se puede “ver” por qué un Papa, viviendo el Evangelio en lo concreto de la historia, en los problemas de su tiempo, de este tiempo, se ve impulsado e incluso obligado a asumir una actitud profundamente renovadora en su ministerio, en su manera de conducir la catolicidad.
Queriendo hacer una síntesis, casi se podría decir que no es Francisco el que quiere cambiar y renovar la Iglesia, sino que es el Evangelio – habiendo encontrado en Francisco un “intérprete ideal” – el que obliga a la Iglesia a convertirse, a purificarse y en consecuencia a cambiar.
Es difícil prever a dónde llevará este retorno – un retorno que no puede ser meramente simbólico – a los orígenes del cristianismo. Indudablemente si este estilo evangélico, que por ahora encarna el Papa Francisco, llegara a convertirse en el signo distintivo de la presencia y el testimonio de la Iglesia en el mundo, ¡entonces sí que sería una revolución! Una Iglesia que se sometiera constantemente al juicio del Evangelio recuperaría su identidad más íntima, más verdadera. Y recobraría coraje y profecía para ayudar a los hombres de hoy – como dice san Buenaventura en una cita que tanto le gusta a Bergoglio – a “encontrar a Dios en todas las cosas”.
Gianfranco Svidercoschi, “Francisco el incendiario”. “Un papado entre resistencias, contradicciones y reformas”, Editrice TAU.
Tierras de América

Pbro. Andrés Moro reflexiona sobre el Evangelio del domingo 5 de marzo. LAS TENTACIONES





Andrés Moro, Vicario de la Pastoral Social Caritas nos entrega su reflexión sobre el Evangelio de este Domingo (MATEO 4, 1-11). Éste dice así:
1 Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu, para que el diablo lo tentara. 2 Ayunó cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre. 3 El tentador se le acercó y le dijo:

- Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.

4 Le contestó:

- Está escrito: «No sólo de pan vive el hombre, sino también de todo lo que diga Dios por su boca» (Dt 8,3).

5 Entonces se lo llevó el diablo a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo 6 y le dijo:

- Si eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque está escrito: «A sus ángeles ha dado órdenes para que cuiden de ti»; y también: «te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras» (Sal 91,11-12).

7 Jesús le repuso:

- También está escrito: «No tentarás al Señor tu Dios» (Dt 6,16).

8 Todavía lo llevó el diablo a un monte altísimo y le mostró todos los reinos del mundo con su gloria, 9 diciéndole:

- Te daré todo eso si te postras y me rindes homenaje.

10 Entonces le replicó Jesús:

- Vete, Satanás, porque está escrito: «Al Señor tu Dios rendirás homenaje y sólo a él prestarás servicio» (Dt 6,13).

11 Entonces lo dejó el diablo; en esto se acercaron unos ángeles y se pusieron a servirle.

La Palabra es un don, el otro es un don por Lorenzo Amigo, Marianista



El mensaje del papa Francisco para la cuaresma de este año, “la palabra es un don, el otro es un don”, nos recuerda que el camino de la conversión pasa a través del descubrimiento del pobre. Para ello se ha fijado en la conocida parábola de “el rico epulón y el pobre Lázaro” (Lc 16,19-31).  El rico, sumergido en su pecado, está ciego y no sabe descubrir en el pobre un don de Dios que le invita a la conversión. “La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios. Cerrar el corazón al don de Dios que habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano”.
En el primer domingo de cuaresma contemplamos la creación y el pecado que distorsionó el proyecto original de Dios (Gen 2, 7-9; 3, 1-7). Con Cristo el hombre es redimido y hecho nueva criatura, pero sigue expuesto a la tentación y tiene que vencerla como hizo Jesús (Rom 5, 12-19).
Jesús, al comienzo de su vida pública, tuvo que hacer una opción radical entre los valores del Reino que estaba despuntando y los valores del viejo mundo caduco del pecado que nos siguen seduciendo a todos (Mat 4, 1-11). El mundo nos sigue ofreciendo como sentido de la vida una especie de mesianismo terreno político. Es la tentación de crear una sociedad de espaldas a Dios en la que el “pan y espectáculos” lleva a adorar al dios de este mundo con la promesa de tenerlo todo. A Jesús, no sólo el maligno, sino también sus contemporáneos, incluso sus discípulos,  el propusieron un camino, lleno de éxitos espectaculares, pero lo rechazó. A la gente no se la salva mediante la seducción, sino  haciendo que se abra a la voluntad del Padre. Fue lo que siempre hizo Jesús.
Jesús tomó la opción de ser un Mesías sufriente, que terminaría en la cruz por fidelidad al Reino y a sus hermanos necesitados de salvación. Tan sólo descubriendo las necesidades profundas de la persona, que no vive sólo de pan, y aceptando una vida sin milagros se puede permanecer fiel a Dios y a su Reino.
En ese discernimiento que Jesús tuvo que hacer, encontró su norte en la Palabra de Dios. La Escritura es el libro del discernimiento porque denuncia los falsos mesianismos, las falsas ofertas de salvación barata y nos muestra la manera de actuar de Dios, de salvar a su pueblo.
A lo largo de la cuaresma tenemos que rehacer la imagen de Dios en nosotros, deformada por el pecado. Para ello tenemos que tener fijos los ojos en Cristo, imagen verdadera del Padre. La victoria de Cristo sobre el mal es la promesa y garantía de nuestra propia victoria. También un día nosotros triunfaremos totalmente sobre el pecado. No estamos solos en esta lucha contra la seducción del mal. Cristo está a nuestro lado y Él ha vencido ya el mundo. La victoria que vence al mundo es nuestra fe.
Mientras estamos en camino experimentaremos las tentaciones e incluso las caídas. Lo importante es no abandonar el camino que es Cristo. Con Él un día venceremos. En la celebración de la eucaristía actualizamos la victoria de Cristo y la hacemos nuestra de manera que nos disponemos a seguir combatiendo para vencer también nosotros el pecado.
Lorenzo amigo, Marianista

Nuestra gran tentación por José Antonio Pagola



La escena de las «tentaciones de Jesús» es un relato que no hemos de interpretar ligeramente. Las tentaciones que se nos describen no son propiamente de orden moral. El relato nos está advirtiendo de que podemos arruinar nuestra vida si nos desviamos del camino que sigue Jesús.
La primera tentación es de importancia decisiva, pues puede pervertir y corromper nuestra vida de raíz. Aparentemente, a Jesús se le ofrece algo inocente y bueno: poner a Dios al servicio de su hambre. «Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes».
Sin embargo, Jesús reacciona de manera rápida y sorprendente: «No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». No hará de su propio pan un absoluto. No pondrá a Dios al servicio de su propio interés, olvidando el proyecto del Padre. Siempre buscará primero el reino de Dios y su justicia. En todo momento escuchará su Palabra.
Nuestras necesidades no quedan satisfechas solo con tener asegurado nuestro pan material. El ser humano necesita y anhela mucho más. Incluso, para rescatar del hambre y la miseria a quienes no tienen pan, hemos de escuchar a Dios, nuestro Padre, y despertar en nuestra conciencia el hambre de justicia, la compasión y la solidaridad.
Nuestra gran tentación es hoy convertirlo todo en pan. Reducir cada vez más el horizonte de nuestra vida a la satisfacción de nuestros deseos; vivir obsesionados por un bienestar siempre mayor o hacer del consumismo indiscriminado y sin límites el ideal casi único de nuestras vidas.
Nos engañamos si pensamos que ese es el camino que hay que seguir hacia el progreso y la liberación. ¿No estamos viendo que una sociedad que arrastra a las personas hacia el consumismo sin límites y hacia la autosatisfacción no hace sino generar vacío y sinsentido en las personas y egoísmo, insolidaridad e irresponsabilidad en la convivencia?
¿Por qué nos estremecemos de que vaya aumentando de manera trágica el número de personas que se suicidan cada día? ¿Por que seguimos encerrados en nuestro falso bienestar, levantando barreras cada vez más inhumanas para que los hambrientos no entren en nuestros países, no lleguen hasta nuestras residencias ni llamen a nuestra puerta?
La llamada de Jesús nos puede ayudar a tomar más conciencia de que no solo de bienestar vive el ser humano. También los hombres y mujeres de hoy necesitamos cultivar el espíritu, conocer el amor y la amistad, desarrollar la solidaridad con los que sufren, escuchar nuestra conciencia con responsabilidad, abrirnos al Misterio último de la vida con esperanza.
1 Cuaresma - A
(Mateo 4,1-11)
05 de marzo 2017
Buenas Noticias
RD