Friday, April 27, 2018

LA NOCHE QUE EMPEZÓ A CAMBIAR LA CONCIENCIA DE LOS CHILENOS. por Luis Badilla. Lo dicho por New York Times en 2010 e Informe especial de al época

James Hamilton en la foto que acompañó sus declaraciones en The New York Times el 22 de abril de 2010
James Hamilton en la foto que acompañó sus declaraciones en The New York Times el 22 de abril de 2010
Dr. James Hamilton, above, is one of four men who have accused the Rev. Fernando Karadima of sexually abusing them for years in Santiago, Chile. CreditTomas Munita for The New York Times

Hace ocho años se conocieron las primeras tímidas verdades mientras la máquina de encubrimiento trabajaba a todo vapor

Hoy, 26 de abril, se cumplen ocho años desde que la inmensa mayoría del pueblo chileno, en particular la opinión pública más prudente y bien informada, descubrió realmente la verdad sobre la Fraternidad del párroco de El Bosque, Fernando Karadima, llamada Pía Unión Sacerdotal, y los abusos sexuales que cometió contra numerosas personas – sobre todo tres jóvenes cuyos nombres hoy se conocen: Juan Carlos Cruz, Andrés Murillo e James Hamilton – el poderoso e intocable padre Fernando Karadima, “niño mimado” de la alta burguesía de Santiago y de los católicos más conservadores y con nostalgias golpistas. Pocos imaginaban que esa noche se estaba abriendo un verdadero abismo para muchos, personas e instituciones. Nadie supuso que esta historia, que inmediatamente trataron de sofocar incluso con dinero, cambiaría el rostro cultural del país y la conciencia de millones de chilenos.
Las tres personas que hemos nombrado, Cruz, Murillo y Hamilton – están en Roma desde hace pocos días para encontrarse con el Papa Francisco el próximo 28 y 29, en la Casa Santa Marta. Pocos días antes de aquel 26 de abril de ocho años atrás, por primera vez en absoluto The New York Times había publicado – el 22 de abril de 2010 – dos testimonios detallados y escalofriantes sobre los abusos de Karadima. (“Chilean Abuse Case Tests Loyalty of a Parish”). Los testigos eran Juan Carlos Cruz y James Hamilton.
En Chile, sobre todo en la capital y en ambientes eclesiales, circulaban desde hace años rumores sobre lo que estaba ocurriendo en El Bosque y sobre quién era realmente Fernando Karadima, definido como “un santo” por el cardenal F.J. Errázuriz. Se sabía que había denuncias ante las autoridades del arzobispado, entre ellas una muy detallada y firmada, sobre abusos que se remontaban a 1955.
Estaba en el aire que iba a estallar un enorme escándalo que salpicaría a los responsables de la arquidiócesis capitalina. El 20 de abril de 2010, al terminar la 99ª Asamblea Plenaria del Episcopado, monseñor Alejandro Goic, Presidente del Episcopado en aquel momento, hizo una declaración que decía textualmente: “Pedimos a todos aquellos que tengan datos objetivos (NdR: sobre abusos) que nos  comuniquen lo que saben para proceder de acuerdo con las normas y con lo que el Papa dice sobre este tema (…) No hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores, y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito”.
Ese año la Asamblea Plenaria del Episcopado chileno había sido inaugurada por el entonces Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, quien estaba visitando algunas ciudades del país. Como se recordará, fue un momento muy polémico en la prensa internacional, porque el purpurado hizo declaraciones que luego obligaron al vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, a hacer urgentes correcciones y aclaraciones. Bertone dijo: “Numerosos psiquiatras y psicólogos han demostrado que no existe relación entre celibato y pedofilia, pero muchos otros, y me lo han confirmado recientemente, han demostrado que existe una relación entre la homosexualidad y la pedofilia. Esa es la verdad y allí radica el problema”.
Esta circunstancia demuestra que el purpurado volvió al Vaticano con una considerable cantidad de información sobre el caso Karadima, sobre el cual el Episcopado estaba al corriente y discutía desde hacía tiempo. Tan es así que en esa Asamblea Plenaria se abrió por primera vez una investigación sobre Karadima. La prensa chilena afirmó incluso que Bertone se entrevistó con un abogado de los denunciantes, cuyos nombres nadie conocía en aquel momento.
Aquella noche horrible… cuánto dolor. En Chile, la noche del 26 de abril de 2010, cinco profesionales – entre ellos los tres más conocidos – hicieron declaraciones en el programa “Informe especial” del canal de televisión nacional, TVN, y una gran parte del país, pendiente de la pantalla, quedó al final petrificada y horrorizada. Las crónicas recuerdan que uno de los testimonios más fuertes y desgarradores fue del médico gastroenterólogo James Hamilton, “objeto” de numerosos abusos de parte de Karadima, algunos de ellos brutales y espeluznantes. También produjo una fuerte impresión el relato del periodista Juan Carlos Cruz. Otros dos escalofriantes testimonios fueron los de Luis Luira y Fernando Batlle.
Desde Francia, una persona que mucho después se supo que era el escritor y filósofo Andrés Murillo, envió al programa su testimonio sobre los abusos en forma de carta-confesión. El impacto que produjo el contenido del programa de TVN fue de tal envergadura que el arzobispo de Santiago de aquel momento, cardenal Francisco Javier Errázuriz, debió pedir audiencia al Presidente de la República, Sebastián Piñeira, para tratar la cuestión. A partir de ese momento, aunque las denuncias contra Karadima se conocían desde hacía años (fueron presentadas en 2004) y se le había pedido la renuncia como párroco para protegerlo mejor, el cardenal Errázuriz trató siempre de minimizar, de minar la credibilidad y la seriedad de las denuncias y, sobre todo, en varias oportunidades intentó desacreditar a los denunciantes con palabras e insinuaciones duras, sobre todo en el caso de Juan Carlos Cruz, quien tiempo antes había declarado ser homosexual.
El escándalo nacional obligó a la justicia a nombrar un Procurador especial para ese asunto en la persona de Xavier Armendáriz.
El 28 de mayo de 2010, Andrés Ferrada, prefecto para la educación del Seminario Mayor de Santiago, declaró al Procurador: “A mi entender, los denunciantes no mienten”. Al día siguiente reconoció que había entregado a una persona entre 8 y 10 millones de pesos a cambio de silencio. Entre tanto, Hans Kast, canciller del arzobispado, a su regreso de un viaje a Alemania se presentó ante el Procurador (27 de julio) para confirmar el contenido de su carta del 10 de mayo de 2010, en la cual reconocía que había sido testigo de las graves molestias sexuales de Karadima “a jóvenes adultos”. Posteriormente Kast volvió a confirmar su testimonio ante el nuevo Procurador del caso, Leonardo Valdivieso, llamando en causa a propósito del entorno de Karadima a otros dos sacerdotes: Diego Ossa y Juan Esteban Morales.
Así comenzó a salir gradualmente a la superficie toda la verdad. Pero solo era el comienzo de una batalla donde las fuerzas enfrentadas tenían poderes y recursos no equilibrados. Un nuevo ícono metafórico de David y Goliat.
La historia de los abusos de Karadima, en estos ocho años, atravesó altos y bajos y recién en enero de 2018, con la visita del Papa a Chile, desbordó los límites que le habían impuesto “para siempre”. Seguramente recién estamos al comienzo de una nueva etapa.
Tierras de América

Chilean Abuse Case Tests Loyalty of a Parish

SANTIAGO, Chile — The Rev. Fernando Karadima is one of Chile’s most respected and influential priests. Some go so far as to call him a “living saint,” who for half a century trained dozens of priests and helped mold thousands of young Catholics from Santiago’s elite.

Now four men who were once devoted followers have filed a criminal complaint alleging that Father Karadima, now 80, sexually abused them in secret for years.

One man said he had reported the abuse to Father Karadima’s superiors in the archdiocese of Santiago as many as seven years ago, but they took no action. All four men filed formal complaints last year with the archdiocesan tribunal and, receiving no response, spoke publicly for the first time this week.

But the allegations have been largely met not with anger at Father Karadima but with outrage at the accusers by many of his parishioners, a prominent conservative politician and church officials. They say a man so respected over so much time could not possibly have abused his followers, though as the news broke this week, a cardinal here confirmed that the church has been secretly investigating claims of sexual abuse leveled against the priest.

The case, in one of Latin America’s most staunchly Catholic countries, comes at a time when the Roman Catholic Church worldwide is under increasing scrutiny over how it handles accusations of sexual abuse of minors by the clergy. It also underscores the church’s continuing vulnerability as new instances of abuses are alleged around the Catholic world — some, as in Chile, against well-known and trusted figures.

Chile’s Catholic Church officially asked for forgiveness earlier this week for priests involved in some 20 cases of sexual abuse against minors.

In this new case, Chilean bishops are confronted with the prospect of weighing their loyalty to a revered, elderly priest against expectations — coming now from the Vatican as well — that they handle abuse cases with greater transparency. Last week the Vatican’s secretary of state and second in command, Cardinal Tarcisio Bertone, spent six days in Chile. The accusers said that church officials told them that Cardinal Bertone held discussions about how the church should respond to the accusations against Father Karadima. Church officials deny that the cardinal had any formal talks with the accuser’s lawyers or Chilean bishops during his trip.

Like many pulled into Father Karadima’s orbit, James Hamilton said he worshiped him almost from the moment he was chosen at the age of 17 to be part of his Catholic Action youth movement. The priest became his confessor, his spiritual adviser, his father figure.

“He was God’s representative over me,” said Dr. Hamilton, now 44 years old and a gastric surgeon.

For weeks after joining the movement, he shrugged off kisses on the mouth and pats on his genitals from the priest, he said. Then one day, while on a retreat at a seaside town west of Santiago, Dr. Hamilton said, Father Karadima took his intimate play much further.

“I was paralyzed, frozen,” Dr. Hamilton said. “I was destroyed.”

What ensued, according to Dr. Hamilton, was 20 years of sexual abuse at the hands of Father Karadima.

A criminal complaint filed in court here on Wednesday alleges that the priest molested at least four young men — three while they were minors — over at least two decades.

Parish officials and Father Karadima’s lawyer denied the charges this week.

As news broke Wednesday about the allegations, El Bosque, the parish where Father Karadima is based, rallied around the priest. At a packed mass, Bishop Andrés Arteaga briefly expressed solidarity for Father Karadima in a sermon. Outside the modest-looking church with the red-colored walls, most parishioners expressed unwavering support.

“This is the devil’s work,” said María Eugenia Trenova, 65, who said she attended Mass every night. “I have known Father Fernando for 30 years. He has never done anything wrong.”

Alejandro García-Huidobro, a conservative congressman and a former member of Catholic Action, dismissed the claims out of hand, saying the priest was “absolutely innocent,” to rousing applause outside the church.


El Dr. James Hamilton, arriba, es uno de los cuatro hombres que acusaron al reverendo Fernando Karadima de abusar sexualmente de ellos durante años en Santiago de Chile. Crédito Tomas Munita para The New York Times

SANTIAGO, Chile - El reverendo Fernando Karadima es uno de los sacerdotes más respetados e influyentes de Chile. Algunos llegan incluso a llamarlo un "santo viviente", que durante medio siglo entrenó a docenas de sacerdotes y ayudó a moldear a miles de jóvenes católicos de la élite de Santiago.

Ahora cuatro hombres que alguna vez fueron devotos seguidores han presentado una denuncia penal alegando que el padre Karadima, ahora de 80 años, abusó sexualmente de ellos en secreto durante años.

Un hombre dijo que había denunciado el abuso a los superiores del padre Karadima en la arquidiócesis de Santiago hasta hace siete años, pero no tomaron ninguna medida. Los cuatro hombres presentaron quejas formales el año pasado ante el tribunal arquidiocesano y, al no recibir respuesta, hablaron públicamente por primera vez esta semana.

Pero las acusaciones se han cumplido en gran parte no con ira hacia el padre Karadima, sino con indignación hacia los acusadores por parte de muchos de sus feligreses, un prominente político conservador y funcionarios de la iglesia. Dicen que un hombre tan respetado durante tanto tiempo no pudo haber abusado de sus seguidores, aunque cuando se conoció la noticia esta semana, un cardenal confirmó que la iglesia ha estado investigando en secreto las denuncias de abuso sexual contra el sacerdote.
El caso, en uno de los países más incondicionalmente católicos de América Latina, llega en un momento en que la Iglesia Católica Romana en todo el mundo está bajo un escrutinio creciente sobre cómo maneja las acusaciones de abuso sexual de menores por parte del clero. También subraya la continua vulnerabilidad de la iglesia a medida que se alegan nuevos casos de abusos en todo el mundo católico, algunos, como en Chile, contra figuras conocidas y de confianza.

La Iglesia Católica de Chile solicitó oficialmente el perdón a principios de esta semana para los sacerdotes involucrados en unos 20 casos de abuso sexual contra menores.

En este nuevo caso, los obispos chilenos se enfrentan con la perspectiva de ponderar su lealtad a un venerado sacerdote anciano en contra de las expectativas, que ahora provienen también del Vaticano, de que manejan los casos de abusos con mayor transparencia. La semana pasada, el secretario de Estado del Vaticano y segundo al mando, el cardenal Tarcisio Bertone, pasó seis días en Chile. Los acusadores dijeron que los oficiales de la iglesia les dijeron que el Cardenal Bertone sostuvo discusiones sobre cómo la iglesia debería responder a las acusaciones contra el Padre Karadima. Los funcionarios de la iglesia niegan que el cardenal haya mantenido conversaciones formales con los abogados del acusador o los obispos chilenos durante su viaje
Como muchos entraron en la órbita del Padre Karadima, James Hamilton dijo que lo veneraba casi desde el momento en que fue elegido a la edad de 17 años para ser parte de su movimiento juvenil de Acción Católica. El sacerdote se convirtió en su confesor, su consejero espiritual, su figura paterna.

"Él fue el representante de Dios sobre mí", dijo el Dr. Hamilton, ahora de 44 años y cirujano gástrico.

Durante semanas después de unirse al movimiento, se encogió de hombros con besos en la boca y le palmeó los genitales al sacerdote, dijo. Entonces, un día, mientras se encontraba en un retiro en una ciudad costera al oeste de Santiago, el Dr. Hamilton dijo que el padre Karadima llevó su juego íntimo mucho más allá.
"Estaba paralizado, congelado", dijo el Dr. Hamilton. "Fui destruido".

Lo que siguió, según el Dr. Hamilton, fueron 20 años de abuso sexual a manos del padre Karadima.

Una querella criminal archivada aquí el miércoles alega que el sacerdote abusó sexualmente de al menos cuatro jóvenes, tres cuando eran menores de edad, durante al menos dos décadas.

Funcionarios de la parroquia y el abogado del padre Karadima negaron los cargos esta semana.

Mientras salían las noticias el miércoles sobre las acusaciones, El Bosque, la parroquia en donde se encuentra el padre Karadima, se unió al sacerdote. En una misa abarrotada, el obispo Andrés Arteaga expresó brevemente su solidaridad con el padre Karadima en un sermón. Fuera de la iglesia de aspecto modesto con paredes de color rojo, la mayoría de los feligreses expresaron un apoyo inquebrantable.



El reverendo Juan Esteban Morales, quien dirige la parroquia una vez dirigido por el padre Karadima, recientemente ofreció su apoyo a su predecesor antes de una misa. Crédito Tomas Munita para The New York Times
Discípulo de Juanita Fernández Solar, sacerdote jesuita y primer santo de Chile, el padre Karadima formó a unos 50 sacerdotes activos y cinco obispos durante su larga carrera, dijo el reverendo Juan Esteban Morales, quien dirige la parroquia de El Bosque, que sirve a algunos de los las familias más influyentes.

El padre Karadima reinventó Acción Católica, fundada por el Padre Alberto Hurtado como una especie de movimiento juvenil para ayudar a los pobres, y lo instaló en El Bosque.

El Dr. Hamilton fue uno de ellos. Su bisabuelo fundó St. George, una de las escuelas de varones inglesas más prestigiosas de Santiago. Su madre asistió a la Academia Villa María, una escuela católica exclusiva para niñas.

El padre del Dr. Hamilton desapareció de su vida por una década. Encontró consuelo y dirección en El Bosque durante la dictadura del general Augusto Pinochet.

"Fue el lugar donde se disiparon todas las dudas y angustias sobre la dictadura, donde hablaron del poder de Pinochet como procedente de Dios", dijo.

Impecablemente vestido y con las uñas perfectamente arregladas y el pelo peinado hacia atrás, el padre Karadima esculpió una figura aristocrática, atrayendo tanto a jóvenes como a mayores en la élite de Chile.
En 1983, el Dr. Hamilton fue invitado a unirse a Acción Católica, lo que él consideró un gran honor. Unos 300 jóvenes se reunirían una vez a la semana antes de la misa para escuchar al padre Karadima hablar de "santidad", lo que él vio como "basado en la obediencia absoluta y la humildad de reconocer nuestras debilidades y pecados".

El sacerdote ofreció ser su confesor y guía espiritual. "Sentí que Dios me había elegido", dijo el Dr. Hamilton.

El sacerdote dijo que para guiar a alguien, tenía que conocer a la persona por completo. Al principio, la mayoría de sus confesiones se centraron en la sexualidad del Dr. Hamilton.

Juan Carlos Cruz, un chileno que ahora es ejecutivo corporativo en los Estados Unidos, dijo que cuando era un estudiante de seminario de 17 años que acababa de perder a su padre, el padre Karadima también usó la confesión como forma de maltratarlo, tocando su genitales y besándolo en la boca. Dijo que en confesión le había dicho al padre Karadima que estaba confundido acerca de su sexualidad. Dijo que el sacerdote aprovechó ese conocimiento para intimidarlo y que permaneciera en silencio.

"Este hombre tenía un poder total sobre mí", dijo Cruz. "Solo quería suicidarme pero no fui lo suficientemente valiente como para hacerlo y no quería hacerle eso a mi madre".
Ahora de 46 años, el Sr. Cruz dijo que eventualmente se recuperó con el apoyo de psicólogos, su familia y amigos. Pero dijo que en Santiago, las transgresiones sexuales del padre Karadima con sus jóvenes seguidores eran un secreto a voces, y que no era difícil para sus víctimas encontrarse el uno al otro.

El Dr. Hamilton caracterizó el trauma del abuso como tan grande que continuó hasta que tuvo 38 años, incluso después de casarse, con una mujer que confesó regularmente al padre Karadima. La pareja iba a misa todas las noches y a menudo lo invitaban a cenar con el sacerdote. El padre Karadima a veces le pedía al Dr. Hamilton que lo acompañara escaleras arriba a su habitación para atender una enfermedad persistente. El contacto sexual continuaría, incluso cuando su esposa e hijos estaban abajo, dijo el Dr. Hamilton.

En 2004, el Dr. Hamilton presentó un reclamo oficial de abuso sexual a un funcionario de la iglesia fuera de la parroquia. Nadie respondió, dijo.

Poco después, comenzó una psicoterapia intensiva. Luego, en agosto pasado, el Dr. Hamilton y el Sr. Cruz y otro ex alumno del seminario hicieron una cita con el tribunal en la arquidiócesis de Santiago, reunieron su coraje y presentaron quejas formales sobre el padre Karadima. Tres de los cuatro demandantes hablaron con The New York Times.

Dicen que no piden dinero, solo que finalmente se revela la verdad sobre el poderoso sacerdote.

Corrección: 30 de abril de 2010

Un artículo del viernes pasado sobre las acusaciones de abuso sexual contra el reverendo Fernando Karadima, un sacerdote en Chile, erróneamente atribuyó una distinción a un sacerdote jesuita del que se consideraba discípulo, el reverendo Alberto Hurtado. Fue Juanita Fernández Solar, no el padre Hurtado, el primer santo de Chile.

Alexei Barrionuevo informó desde Santiago, y Laurie Goodstein desde Nueva York. Pascale Bonnefoy y Tomás Munita contribuyeron con informes desde Santiago.

Una versión de este artículo aparece impresa el 23 de abril de 2010, en la página A4 de la edición de Nueva York con el titular: Acusadores de sacerdotes chilenos piden consuelo pero encuentran enojo. 

Caso Karadima | Informe Especial


Wednesday, April 25, 2018

Retrasos forzados por Fernando Vidal



Lo primero que notamos fue que paulatinamente los aeropuertos se habían transformado en centros comerciales. Eran mucho más coercitivos que los centros comerciales convencionales. En los tradicionales que hay por toda la ciudad normalmente puedes andar por los pasillos sin tener que esquivar productos que te quieren vender. En los aeropuertos no: para entrar o salir había que atravesar obligatoriamente grandes superficies Duty Free que te trataban de vender de todo, especialmente colonias, tabaco y alcohol.  En los aeropuertos españoles su actividad comercial aumentaba un 8% anual. Para cada aeropuerto esas ventas suponían ya el 25% de sus ingresos. También por servicios porque en algunos aeropuertos ya había fisioterapia, peluquería o diferentes terapias de piel.
Lo segundo que ocurrió fue que los vuelos tenían cada vez más retrasos injustificados. Cada vez era más difícil saber por qué se retrasaba tu vuelo. Tras la excusa usual de “problemas técnicos” había toda una técnica de ocultar los problemas reales o su interés. Muchos sospechaban que simplemente había retrasos para que la gente gastara más tiempo comprando en las tiendas.
Si el vuelo se retrasaba y te aburrías, te dedicabas a dar vueltas por las tiendas. Tenías que comer y beber. Al principio eran retardos de una a tres horas. Con ese retraso ya tenías que comer o cenar en la terminal. Te comprabas una revista que nunca leerías o un libro de bolsillo porque creías que te iba a dar tiempo a leerte al menos la mitad. Además uno siempre sufre esperando y si lo hace en un viaje de negocios, siente que está haciendo muchos méritos que no le son reconocidos. Si mientras piensas eso estás paseando por las tiendas de marca y ves unos zapatos, una camisa o una chaqueta que te gustan, pues te los compras porque es una forma de compensación o indemnización. Lo que ocurre es que tu indemnización te la pagas tú a ti mismo. No es extraño que las superficies comerciales de los aeropuertos crecieran progresivamente. Siempre había obras para más tiendas. Todas las marcas querían su local.
Luego los retrasos ya te obligaban a dedicar una mañana, tarde o nocheentera. Pusieron pubs nocturnos y salones de baile. Acabaron poniendo máquinas de juego en los aeropuertos. Ya dabas medio día por perdido para tomar un avión. También por motivo de seguridad había que ir mucho antes. En general, si querías despegar antes de las dos de la tarde, había que estar antes de las ocho de la mañana. Para salir antes de la 12 de la noche, debías estar antes de las cuatro. Pasábamos la mañana o tarde de compras. Pusieron cines. Aprovechabas para darte esos lujos que nunca te das cuando tienes un objetivo concreto para comprar. El aeropuerto te hacía entrar en una especie de limbo en el que lo único que podías hacer era gastar. Aunque estabas en tierra, en cierto modo te sentías suspendido en el aire.
Pero hubo un conflicto entre compañías y aeropuertos. El 75% de los ingresos de los aeropuertos llegaron a ser de las tiendas y servicios. Tenían al público cautivo. Pero las líneas aéreas reivindicaban que eran ellas las que atraían a la gente a los aeropuertos. Como no llegaron a un acuerdo, tomaron una decisión drástica. Si querías embarcar en una compañía, tenías que ir a su centro comercial propio, que estaba en el extrarradio, fuera del aeropuerto. Pasabas allí el día en el centro comercial y te iban llamando para los vuelos. El centro comercial de Lufthansa era estupendo, con su estética alemana, y su constante fiesta de Octubre todos los meses del año. El de Emirates era puro lujo, con muchas tiendas de oro. Merecía la pena volar con esas compañías aunque fuera simplemente para poder entrar en sus exclusivos centros comerciales.
Todo siguió evolucionando. En cierto modo ahora el retraso de los vuelos dura toda tu vida. Cada vez más gente quiere volar así que no es fácil conseguir un billete para el destino que quieras. El año pasado tuvimos nuestro primer hijo y estamos muy orgullosos porque hemos logrado que entre en el internado de British Airways. Toda su educación es en inglés. Es todo un mundo, con sus pisos residenciales en el resort, supermercados, colegio, universidad, club social y deportivo, parque temático, tienen incluso su parroquia anglicana con misas en inglés. Todo es en inglés. Hasta tienen familias de acogida para que nuestro hijo no nos eche de menos al ser tan bebé. Hemos tenido mucha suerte. Otra gente tiene que ir a los internados Low Cost. Si no te educas desde el principio con British Airways nunca podrás volar en su compañía. Al ser sus padres también nosotros podemos gracias a él. No es fácil pagarlo pero hemos hecho un sacrificio y cambiamos de empleo. Para poder pagarlo ahora limpiamos los cuartos de baño del aeropuerto. No son trabajos forzados sino que simplemente nos encanta volar.
entreParéntesis

La fuerza de lo pequeño (también en las finanzas) por Laly serrano


Flor silvestre entre puentes. Foto de la autora.

Hace una semana nos llamaron para participar en unas jornadas de formación de la Cáritas Arciprestal de Mérida para tratar el sugerente tema de posibles “respuestas nuevas ante pobrezas nuevas”. Fue el momento de mirar atrás y reflexionar para transmitir mejor la experiencia FIDES Banca Ética y, de repente, me di cuenta de que estábamos a punto de cumplir cuatro años.
Cuatro años desde que quince amigos, en plena crisis financiera (algunos de ellos empleados de banca), se pusieron a soñar con unas finanzas y una economía con las personas en el centro. Y decidieron ponerse en marcha con una pequeña asociación de finanzas solidarias, creada a la imagen y con el apoyo de otras dos asociaciones que ya existían en Extremadura.
Recuerdo que nuestro jesuita, Jaime Peñaranda, dijo a nuestros hijos: “vuestros padres están locos, ¡qué suerte!”.  Y así, en medio de la alegría que dan los sueños compartidos, comenzamos a caminar. Pusimos un dinerillo en común para dar ayudas reintegrables y sin interés a los que se habían quedado sin acceso al sistema financiero. Al poco tiempo comenzaron a unirse más y más socios, y empezaron a llegar también las solicitudes de ayudas a través de nuestros socios, de Cáritas, de la Delegación de Migraciones de la Diócesis, de Acción contra el Hambre, incluso de los Puntos de Acompañamiento Empresarial de la Junta de Extremadura.
A día de hoy contamos con 62 socios y 30.000 euros de fondos, y hemos concedido 37 ayudas por un total de 47.000 euros con el aval de la confianza y la cercanía a las personas. 19 proyectos han devuelto la ayuda completamente, con lo que volvemos a tener fondos disponibles para seguir ayudando y sembrando esperanza entre los que se acercan. Porque sabemos que es nuestra misión última, crear lazos y tratar de acompañar a los que nos necesiten, integrándolos muchas veces en otras redes de apoyomás amplias que les hacen pensar que no están solos.
Es cierto que nuestras cifras son ínfimas, pero en nuestras sucesivas reflexiones y discernimientos vamos llegando a la conclusión de que las cifras son lo de menoslo de más es llegar a vivir que el dinero puede ser un medio de relación entre personas, no un fin en sí mismo; que puede actuar como elemento transformador de la realidad; que el excedente de dinero no tiene como único destino invertirlo para ganar más, también puede ayudar a otras personas a salir adelante, y si perdemos algo en el camino, buena es la rentabilidad de haber transmitido esperanza, de habernos desapegado un poco de su aparente seguridad. Porque allí donde está nuestro tesoro, está también nuestro corazón, y esta frase sobrevuela todos nuestros análisis financieros.
Somos conscientes de que todo esto suena extraño, de que ninguna persona en su “sano juicio económico” puede pensar en generalizar este modelo de riesgo tan elevado y rentabilidad inexistente. Pero igual de descabellada debería parecernos la actual financiarización de la economía, la tremenda brecha entre economía financiera y economía real, la desregulación y falta de supervisión y controles a nivel internacional, el riesgo de contagio mundial de la volatilidad, la imposible complejidad de muchos productos financieros que es un riesgo en sí misma, la creciente concentración del negocio en cada vez menos entidades, la desaparición en España de la banca social, la obsesión por el tamaño de los bancos y el incremento del apetito al riesgo por lo del “too big to fail” (demasiado grande para quebrar), que les da la seguridad de que ahí estarán los estados y los sufridos contribuyentes para rescatarles si hace falta.
Nos unimos con este pensamiento al de Papa Francisco, que ya nos dijo en su encíclica Laudato Si´ que “la salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que solo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación. La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para el desarrollo de la actividad financiera especulativa de la riqueza ficticia. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo.” (LS 189).
Eso es precisamente lo que pretendemos desde nuestra pequeñez: repensar los criterios obsoletos. Porque si la economía y las finanzas son inventos del hombre, como lo fue la rueda, no es imposible ponerlas a su servicio, al servicio de la transformación de la realidad en otra más humana, en la que todos nos sintamos responsables de todos, conscientes de nuestra idéntica dignidad.
Lo mejor es que en el camino hemos visto que nuestra pequeñez va adquiriendo la fuerza de muchas pequeñeces que van encontrándose.Así nos ha ocurrido con las otras dos asociaciones de Badajoz, a las que se ha sumado este mismo mes de abril la recién nacida Caja Social Ezequiel Fernández, en Los Santos de Maimona. O con FIARE Banca Ética, de la que FIDES es socia. Y con REFAS, la red española de entidades de finanzas alternativas y solidarias que creamos en 2015 con 13 asociaciones más de toda España y muchos simpatizantes, y en cuyo crecimiento seguimos trabajando.
Todo esto nos anima a seguir adelante y a compartirlo con vosotros, para que siga creciendo nuestro sueño de poner a las personas en el centro, para que otros se animen a fundar su asociación de finanzas solidarias, para que el dinero deje de ser un fin en sí mismo, para que todos comencemos a creer que otro mundo es posible.
entreParéntesis

El testamento de Don Quijote



«Por fin lo comprendes, amigo Sancho. A veces tenemos que agotar nuestros propios pasos para poder mirar atrás y ver con otros ojos el camino andado.
Es en ese momento en que vemos cerca el final, cuando ya sabemos que nuestra presunta eternidad es una falacia, ahí es cuando quizás ya tarde, recuperamos la mirada limpia del comienzo, esa misma mirada que nos ayuda a releer nuestra historia con las proporciones justas de pasión y compasión.
Puedo verlo en tus ojos, mi buen amigo. Ahora ya lo entiendes todo. Tú y yo desde siempre fuimos reflejo de la dualidad de la naturaleza humana. Esa a la que, por estar demasiado aferrada a la tierra o demasiado elevada en sus vuelos, le cuesta toda una vida encontrar la altura adecuada desde donde percibir la realidad en su justa medida. Tarea complicada, porque esa realidad está fabricada, a partes iguales, de cordura y de ensueños.
Sólo ahora, cercana ya mi muerte, podemos mirarnos a los ojos y ver más allá de lo que siempre nos pareció evidente.
Hoy ya conocemos con certeza el secreto de aquellos que dedicaron su tiempo y su empeño a cambiar una realidad tantas veces ingrata y casi siempre injusta: no hay que ser extraordinarios para hacer cosas extraordinarias.
No hace falta un ejército numeroso. Pocas armas son necesarias. Sólo precisamos oír a nuestro propio corazón y dejarnos llevar por sus mandatos.
Todo gran reto no es más que la suma de muchos pequeños retos, asequibles para cualquier alma de buena voluntad que vislumbra la necesidad de sumarse a la mágica alquimia que transforma sueños y anhelos en la nueva realidad que convocamos. La fórmula es sencilla y los ingredientes están a la mano: voluntad, amor y deseo.
Hoy, a fuerza de caminos y de luminosos tropezones, ya somos capaces de romper el velo de la costumbre y de lo cotidiano.
Hoy ya podemos darnos cuenta de que, detrás de aquella escena de derrota, había mucho más que unos huesos magullados, una lanza rota y un orgullo maltrecho.
¡Ay, mi buen amigo! Todos, incluido yo, pensábamos que había perdido la batalla, que habíamos perdido todas las batallas. ¿Quién podría imaginar, Sancho, que sólo así podríamos ganar la verdadera guerra? Porque sin darnos cuenta y a golpes de descrédito, fuimos grabando a fuego, en todos los que supieron de nuestras gestas, la olvidada y, a la vez, necesaria pregunta.
Una pregunta que fue anidando en las mentes y los corazones de los hombres. Y así, prendida en los entresijos del tiempo, de todos los tiempos, la pregunta se hizo sitio y acomodo en esas mentes y corazones.
Oculta, afilada, implacable, certera, sólida.
Inerte, estática e inamovible.
Y, sobre todo, mi buen escudero, latente. A la espera de que surgiera, de nuevo, otro útero absurdo para ser devuelta a la vida de nuevo.
Sí, querido amigo, el absurdo. El único camino transitable para el caballero que un día de locura decidió luchar y defender lo evidente ante el resto de los hombres: lo que fuimos, o pudimos ser y nos negamos a ser al día siguiente, un día parecido a este día.

La injusticia, que también parece eterna, y el dolor de los más débiles, es lo que sigue empapando, como el agua, la semilla oculta que fue nuestra herencia, pero que a la vez también es legado para los que vienen. Quiera Dios, y nosotros trabajemos, para que esa semilla germine y muestre toda la potencia que siempre tuvo en sí: alma y vida para este mundo nuestro.
Todos lo sabrán entonces, Sancho. 
Todos aquellos que ofrezcan su tiempo, su patrimonio ,sus labores y sus sinsabores, para intentar arrimar este nuestro presente, maltrecho y mal compuesto, a esas utopías que los antiguos soñaron, entenderán que, como nosotros, deberán perder muchas batallas para ganar finalmente la guerra.
Y no hay guerra que la Guerra de la Conciencia.

Construirán, como buenos y nobles hidalgos, un presente amable desde el futuro antiguo que sueñan. Y quiera Dios que, el poco tiempo ocioso que les reste, lo empleen en aprender a volar pandorgas y cometas… velas al viento para un tiempo nuevo.
Descubrirán cuál es la pregunta que nos salva, la que nos mueve, la que es simiente y placenta de toda revolución:
¿Son sólo molinos?
¿Realmente son sólo molinos de viento?»

Pedro SosaTestamento del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha
pastoralsj

Burke: "El Papa quiere pedirles perdón, compartir su dolor y escuchar sus sugerencias"


FRANCISCO RECIBIRÁ, SIN MARGEN DE TIEMPO, A HAMILTON, CRUZ Y MURILLO

El Pontífice "pide oraciones por la Iglesia de Chile en este momento doloroso"

Espera que estos encuentros "sean un paso crucial para remediar y evitar para siempre los abusos de conciencia, de poder y, particularmente, sexuales en el seno de la Iglesia

(J. Bastante).- El Papa Francisco recibirá a las víctimas de Karadima, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo"individualmente, dejando hablar a cada uno de ellos todo el tiempo que sea necesario". El portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, apuntaba esta mañana algunos datos de la histórica invitación de Bergoglio a tres de los damnificados por los abusos en la Iglesia chilena.
"El Papa -añadió Burke- les da las gracias por haber aceptado su invitación: durante estos días de encuentro personal y fraterno, quiere pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido y, sobre todo, escucharlos en todas aquellas sugerencias que puedan realizarle para evitar la repetición de semejantes hechos reprobables".
Al tiempo, Francisco, "pide oraciones por la Iglesia de Chile en este momento doloroso" esperando que estos encuentros "sean un paso crucial para remediar y evitar para siempre los abusos de conciencia, de poder y, particularmente, sexuales en el seno de la Iglesia".
Éste es el comunicado de la Santa Sede:
En respuesta a las preguntas de los periodistas sobre el Encuentro del Santo Padre Francisco con algunas víctimas de abusos en Chile, el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, declara lo siguiente:
"El próximo fin de semana, el Santo Padre acogerá en Casa Santa Marta a tres víctimas de abusos cometidos por el Clero en Chile: respectivamente, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
El Papa les da las gracias por haber aceptado su invitación: durante estos días de encuentro personal y fraterno, quiere pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido y, sobre todo, escucharlos en todas aquellas sugerencias que puedan realizarle para evitar la repetición de semejantes hechos reprobables.
El Papa recibirá a las víctimas individualmente, dejando hablar a cada uno de ellos todo el tiempo que sea necesario.
El Santo Padre pide oraciones por la Iglesia de Chile en este momento doloroso, esperando que estos encuentros puedan desarrollarse en un clima de serena confianza y sean un paso crucial para remediar y evitar para siempre los abusos de conciencia, de poder y, particularmente, sexuales en el seno de la Iglesia".
 
RD 

Tuesday, April 24, 2018

ALGO DE LA CANTATA DE LOS DERECHOS HUMANOS CAÍN Y ABEL (I) Y (II) Grabada a los 35 años.




El Simposio de los Derechos Humanos, que se realizó en Santiago entre el 22 y 25 de noviembre de 1978, fue organizado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez. A la convocatoria asistieron personalidades nacionales e internacionales, tanto de la Iglesia Católica, de otras iglesias cristianas y confesiones religiosas, como del mundo civil, expertos en materias relacionadas con los derechos humanos y representantes de organismos internacionales. Tanto la inauguración como la clausura de este encuentro tuvieron lugar en la Catedral Metropolitana, único lugar posible para llevar a cabo un encuentro de estas características en tiempos difíciles.
Al concluir el Simposio, se acordó que cada 25 de noviembre se hiciera un acto de compromiso con la promoción y defensa de los Derechos Humanos. "Hoy, en esta Iglesia Catedral, hemos encendido una luz de esperanza en medio de un mundo que busca claridades. Continuaremos caminando al resplandor de esta luz para que nuestras acciones e inspiraciones, nuestros proyectos y deseos, renueven la esperanza entre los oprimidos del mundo entero. Cada 25 de noviembre encenderemos la llama de estos cirio para unirnos de nuevo como hoy a renovar nuestro compromiso de luchar para que todo hombre tenga derecho a ser persona", señala el compromiso asumido en el Simposio sobre los Derechos Humanos.
La cantata de los Derechos Humanos le fue encargada al sacerdote Esteban Gumucio, quien utilizó la metáfora de Caín y Abel para representar la agresión entre los hermanos. La música estuvo a cargo del joven músico, en ese tiempo, Alejandro Guarello y el grupo Ortiga
Fue estrenada en la Catedral de Santiago de Chile teniendo como narrador al destacado actor chileno Roberto Parada, en la música el grupo Ortiga, mas un Conjunto Coral dirigido por Waldo Aránguiz y un Conjunto Instrumental dirigido por Alejandro Guarello, Dirección general Alejandro Guarello.


CANTATA DE LOS DERECHOS HUMANOS CAÍN Y ABEL II


Siguiendo con el compartir lo que fue la presentación de esta Cantata, les dejo este segundo video "La presentación de Caín" y "La presentación de Abel".
PRESENTACIÓN DE CAÍN recitado: Caín, labrador de tierras. Y miró Dios con agrado al pastor y sus ofrendas, pero no miró propicio al corazón de Caín,
Caín se va silencioso
ni aceptó su sacrificio. Muy enojado Caín, lleva saña en su semblante. ¿Por qué está triste tu rostro? ¿Por qué tu mirar turbaste? cantado: caminando por sus mundos.
Caín va tronchando rosas
Caín, jinete de sangre cabalga senderos mudos. Caín Caín, Caín ¿Donde estás? ¿Hijo mío a dónde vas? Caín, Caín ¿Donde estás? ¿Hijo mío a dónde vas? y pájaros amarillos,
¿Donde estás?
va con sus manos de sangre manchando todos los ríos. Caín Caín, Caín ¿Donde estás? ¿Hijo mío a dónde vas? recitado: Está el pecado a la puerta acechando como fiera. cantado: Caín, Caín
Y le contesta Caín:
¿Hijo mío a dónde vas? Hay silencios escondidos que gritan nombres de muerte los ríos oscuramente sangraban el firmamento. recitado: ¿Dónde? Pregunta el Señor, ¿Dónde está tu hermano Abel?
Las pequeñas piedras
yo de mi hermano, ¡No sé! cantado: Anduvo Caín, anduvo a la grupa de los tiempos siniestro rumor de espadas sacuden todos los vientos. gritado: ¡Caín! ¿Donde estás? ¡Caín! ¿Donde vas? recitado:
Abel es el hombre
dicen a las montañas el nombre de Abel, hijo de Adán. Y el trigo recuerda su inocencia en blanca harina y pan de la mañana. PRESENTACIÓN DE ABEL cantado: La paz en su frente tenía una historia de humilde grandeza. que trae en su barro
ni aceros de guerra,
de Dios la nobleza. Imborrable destino y justo derecho, semilla y espiga granada en su pecho. recitado: Abel es pan en todas las mesas, es libertad de pájaros cantores, es canto permanente. cantado: No abrigan violencia, sus manos de hombre.
El Simposio de los Derechos Humanos, que se realizó en Santiago entre el 22 y 25 de noviembre de 1978, fue organizado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez. A la convocatoria asistieron personalidades nacionales e internacionales, tanto de la Iglesia Católica, de otras iglesias cristianas y confesiones religiosas, como del mundo civil, expertos en materias relacionadas con los derechos humanos y representantes de organismos internacionales. Tanto la inauguración como la clausura de este encuentro tuvieron lugar en la Catedral Metropolitana, único lugar posible para llevar a cabo un encuentro de estas características en tiempos difíciles.
Abel es hermano de toda justicia, de amor es su nombre. Imborrable destino y justo derecho, semilla y espiga, granada en su pecho. Historia
Al concluir el Simposio, se acordó que cada 25 de noviembre se hiciera un acto de compromiso con la promoción y defensa de los Derechos Humanos. "Hoy, en esta Iglesia Catedral, hemos encendido una luz de esperanza en medio de un mundo que busca claridades. Continuaremos caminando al resplandor de esta luz para que nuestras acciones e inspiraciones, nuestros proyectos y deseos, renueven la esperanza entre los oprimidos del mundo entero. Cada 25 de noviembre encenderemos la llama de estos cirio para unirnos de nuevo como hoy a renovar nuestro compromiso de luchar para que todo hombre tenga derecho a ser persona", señala el compromiso asumido en el Simposio sobre los Derechos Humanos.
La cantata de los Derechos Humanos le fue encargada al sacerdote Esteban Gumucio, quien utilizó la metáfora de Caín y Abel para representar la agresión entre los hermanos. La música estuvo a cargo del joven músico, en ese tiempo, Alejandro Guarello y el grupo Ortiga
Fue estrenada en la Catedral de Santiago de Chile teniendo como narrador al destacado actor chileno Roberto Parada, en la música el grupo Ortiga, mas un Conjunto Coral dirigido por Waldo Aránguiz y un Conjunto Instrumental dirigido por Alejandro Guarello, Dirección general Alejandro Guarello.

Tenso encuentro entre Juan Carlos Cruz y Errázuriz en la embajada chilena en Roma


LAS VÍCTIMAS DE KARADIMA SE REUNIRÁN CON FRANCISCO DOMINGO Y LUNES

El Papa recibió la semana pasada al Nuncio Scapolo, a quien pidió explicaciones por su actitud

(Jesús Bastante).- No logró que le recibiera en Chile. Ahora, en Roma, Juan Carlos Cruz mantuvo un tenso e inesperado encuentro con el cardenal Errázuriz, a quienes las víctimas de Barros y Karadima acusan de no haberles escuchado ni acogido durante años. Este lunes, ambos se cruzaron en la embajada de Chile en Roma.
"Le dije ‘mire donde nos venimos a encontrar'", relató Cruz, según recoge La Tercera. En ese momento, Errázuriz se dio vuelta, lo vio, le dio la mano. Cruz le preguntó si también iba a la embajada, a lo que el cardenal le dijo que sí. "Yo voy cuando usted se vaya", le respondió Cruz.
"Está furioso y parece que despotricó contra nosotros. Él está haciendo lobby, está en un momento desesperado, el hombre ya no sabe qué hacer porque se le ha venido todo abajo", contó Cruz. "No estaba muy contento", agregó.
Cruz, que ya se encuentra en Roma, acudirá este jueves a la misa del Papa en Santa Marta, momento en el que podrá mantener un primer contacto con Francisco, con quien se entrevistará el domingo "durante toda la tarde". El lunes, acompañado de José Andrés Murillo y James Hamilton, también se encontrarán con Bergoglio.
"El jueves llego yo a Santa Marta, los otros llegan el viernes. El Papa se va a juntar separadamente con nosotros, pero no sé a qué hora. Conmigo me dijeron que se quería juntar toda la tarde del domingo, limpió toda su agenda. El lunes se va a juntar con los tres juntos", detalló Cruz a Radio Duna.
"Las expectativas que tengo son hablar con él respetuosamente y decirle que el horror no es solo en Chile, esta cultura de abusos y encubrimientos no puede seguir", indicó Cruz. "Yo creo que el Papa está dispuesto, quiero oírlo y estoy muy emocionado de estar con él, pero esto no es un ejercicio de Relaciones Públicas, es una conversación muy seria", agregó.


En una breve entrevista con Ap, el chileno señaló que pedirá al Papa que se deshaga de obispos y cardenales "tóxicos" que han difamado y desacreditado a los sobrevivientes de esos abusos en todo el mundo.
La invitación del Papa a las víctimas de Karadima es anterior al encuentro que, del 14 al 17 de mayo, llevará a Roma al Episcopado chileno, para tomar decisiones tras el demoledor informe que Charles J. Scicluna y Jordi Bertomeu llevaron a cabo acerca de a responsabilidad del todavía obispo de Osorno, Juan Barros, y otros obispos, en el encubrimiento de los abusos de Fernando Karadima, y el 'estado de excepción' de una Iglesia, la chilena, que vive sus momentos más difíciles.
Precisamente, uno de los grandes implicados, y que no participará en el encuentro con el Episcopado al no ser obispo chileno, el nuncio Ivo Scapolo, quien la pasada semana participó en la misa matutina del Papa, en una visita privada. Distintas fuentes apuntan a que Francisco le llamó para pedirle explicaciones por un escándalo que seguramente acabe con su salida del Cuerpo Diplomático, o al menos suponga el fin de su estancia en Chile.
RD