Nos encontramos con Juan Carlos Claret, de los Laicos de
Osorno, quien se encontraba por Santiago ya que está trabajando en su tesis de
grado para que el próximo año pueda dar su examen y recibir el título de
abogado. Aprovechamos la oportunidad de conversar sobre los últimos
acontecimientos en la Iglesia y sobre todo lo referente a la carta enviada por
el Papa a los obispos chilenos y les comparto parte de esa conversación.
Sobre la carta del papa Francisco a los obispos chilenos la
califica de una noticia incompleta, indicando
si tiene elementos que son bastante valorables como por ejemplo la
petición de perdón “que es un perdón que valoramos en la organización y que,
personalmente, valoro mucho pero también hay que reconocer que frente a ese
arrepentimiento es importante que hayan actos coherentes con tal actitud porque
si no el perdón se transforma en una palabra vacía…”
Manifiesta, además, que no es una carta dirigida a los
osorninos, ni una carta a las victimas de Karadima, es un mensaje dirigido a
los obispos, tirándoles las orejas, para después hacerlo público para que se
conozca y, además, se autoimpone el Papa un objetivo concreto que es que la
sociedad chilena vuelva a confiar en la Iglesia chilena y esa es una meta
bastante ambiciosa…”
Se conversa sobre lo aprendido en estos tres últimos años,
la necesidad de restablecer las confianzas y las dificultades presentes para
ello, como de lo que se podría hacer a mediano y largo plazo en la iglesia
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