El rector de la catedral de Buenos Aires advirtió al cardenal Bergoglio que sería Papa

1 de abril, 2013. (Romereports.com) El padre Alejandro Russo, rector de la catedral de Buenos Aires, lo reconoce con orgullo. Él dijo que lo sentía y se hizo realidad: su arzobispo, Jorge Mario Bergoglio, salió del cónclave como Papa.  

Así recuerda las palabras que dijo al entonces cardenal Bergoglio el día en que partió hacia Roma.

P. ALEJANDRO RUSSO

Rector de la catedral metropolitana de Buenos Aires (Argentina)

“El cardenal se iba a las 11 y le dije esto: eminencia cuando escuche: 'Eminentísimo Bergoglio, 74'; 'eminentísimo Bergoglio, 75'; 'eminentísimo Bergoglio, 76'; 'eminentísimo Bergoglio, 77' y escuche el aplauso, acuérdese de mí. Se lo digo yo”.

A las tres de la tarde del 13 de marzo, hora de Argentina, Russo estaba atendiendo una entrevista por teléfono cuando vió la fumata blanca.

No tenía una televisión para seguir los acontecimientos, se puso muy nervioso y se quedó mudo. Asegura que sabía lo que significaba…

La confirmación llegó unos minutos más tarde a 7 mil kilómetros de distancia.

CARD. JEAN LOUIS TAURAN

“Giorgium Marium... Bergoglio”

P. ALEJANDRO RUSSO

Rector de la catedral metropolitana de Buenos Aires (Argentina)

“Salí corriendo, busqué. Una conmoción emocional impresionante. Me sentí prácticamente como el oráculo de Delfos que había vaticinado al propio elegido”.

La elección de Bergoglio como Papa ha dejado a su ciudad natal temporalmente sin su cabeza principal. Pero Russo está convencido de que será un gran bien para la Iglesia.

P. ALEJANDRO RUSSO

Rector de la catedral metropolitana de Buenos Aires (Argentina)

“La archidiócesis despide a su pequeño padre porque ha sido convertido en el gran padre y la ciudad despide a un hijo. Su pontificado va a estar marcado puntualmente por el ejercicio de la paternidad va a ser propiamente aquello de que es el Santo Padre”.

Aunque ahora Buenos Aires pertenece a su pasado, el Papa Francisco no se olvida de su pueblo. Después de su elección, envió a la archidiócesis el anillo cardenalicio para que lo custodiaran, una manera de mostrar su agradecimiento a la ciudad que siempre llevará en el corazón.