Saturday, August 20, 2016

AMÉRICA LATINA VISTA POR EL PAPA por Luis Badilla

Otros tiempos (Brasil JMJ 2013)

Golpe de Estado blanco y Patria Grande. Carta personal del Papa Francisco a la Presidente suspendida de Brasil Dilma Rousseff

La Presidente de Brasil, momentáneamente apartada de su cargo a la espera del juicio político que concluirá el próximo 29 de agosto, ayer, en una multitudinaria conferencia de prensa en el Palacio de La Alborada – donde reside en este momento – admitió que había recibido una carta personal “no de la Santa Sede”, sino del Papa Francisco. La mandataria, suspendida el pasado 12 de mayo, afirmó sin embargo que era una carta privada y no tiene ninguna intención de revelar su contenido. Después la señora Rousseff decidió entrar directamente en el análisis de su situación política y personal, señalando que el 29 de agosto defenderá ante sus “jueces” del Senado (algunos de los cuales se encuentran también bajo proceso) “la democracia y la justicia”. “Solo espero en la justicia”, dijo la Presidente suspendida, acusada y procesada (en 2015) por presuntos delitos de violación de la ley fiscal que regula los dinamismos contables de la Nación. En su intervención, la señora Rousseff admitió dos graves errores de su segunda presidencia: el nombramiento como Vicepresidente del actual gobernante ad interim, Michel Temer, que ella definió como un “usurpador” (acusado entre otras cosas de “corrupción activa y pasiva”) y haber reducido los impuestos al sector empresarial para ayudarlo a afrontar la crisis sin obtener la contrapartida necesaria, es decir, nuevas inversiones para reactivar la economía.
Rousseff considera que el país afronta un verdadero “golpe blanco” cuyo objetivo es atacar las conquistas sociales, económicas y políticas de los sectores sociales más humildes. La expresión “golpe blanco” ha tenido una gran difusión en los análisis sobre la crítica y difícil situación latinoamericana, desde México hasta la Patagonia, sobre todo después de las palabras pronunciadas por el Papa. Según un relato oficial de la Presidencia del Celam, después de una larga conversación con el Papa, el mismo Pontífice habría usado esta expresión con algunos obispos. En efecto, el pasado 19 de mayo, el Papa Francisco mantuvo un prolongado encuentro con los miembros de la Presidencia del Celam (Consejo Episcopal Latinoamericano). Los interlocutores del Pontífice eran seis: el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, Presidente; Mons. Carlos Collazzi, obispo de Mercedes, Uruguay, Primear Vicepresidente; Dom José Belisario da Silva, arzobispo de Sào Luis do Maranhão (Brasil), Segundo Vicepresidente; cardenal José Luis Lacunza Maestrojuan, obispo de David, Panamá, Presidente del Consejo para los Asuntos Económicos; Mons. Juan Espinoza Jiménez, obispo auxiliar de Morelia, México, Secretario general; y el padre Leónidas Ortiz, diócesis de Garzón, Colombia, Secretario adjunto.
Informe del Celam. En el informe del encuentro, publicado en el sitio del Celam, se afirma que el Papa, reflexionando sobre la situación actual de América Latina habló de “golpe de estado blanco”. En concreto, la expresión del Papa – “golpe blanco” – estaría incluida en el siguiente párrafo, tal como informa el Celam: “El Santo Padre mostró su preocupación por los problemas sociales que se están viviendo en América en general. Le preocupan las elecciones en Estados Unidos por la falta de una atención más viva a la situación social de los más pobres y excluidos. Le preocupan los conflictos sociales, económicos y políticos de Venezuela, Brasil, Bolivia y Argentina…De pronto se puede estar pasando a un “golpe de estado blanco” en algunos países. Le preocupan las carencias del pueblo haitiano y la falta de diálogo de las autoridades de los países que comparten la isla, Haití y República Dominicana, a fin de encontrar una solución legal a los migrantes y desplazados. Le preocupa la manera de entender lo que es un estado laico y el papel de la libertad religiosa por parte de algunas autoridades mexicanas. Al Papa le anima ver el avance que se está dando en los procesos de paz en Colombia; le anima igualmente su próximo viaje a este país para hacer la visita pastoral a un pueblo que ha sido tan golpeado por la violencia y que necesita emprender caminos de perdón y reconciliación. El Papa se entusiasma cuando comienza a hablar de la Patria Grande que es América Latina y de los esfuerzos que no deben cesar para lograr la integración de nuestros pueblos. Para esto se necesitan acercar posiciones, restablecer el diálogo social y buscar soluciones mancomunadas a los desafíos que presenta el mundo de hoy”. (1)
La prensa recogió con cierto interés las reflexiones atribuidas al Papa en ese importante encuentro con las autoridades del organismo eclesial que desde 1958 coordina las 22 Conferencias Episcopales desde México hasta Chile. Lo mismo ocurrió en ambientes políticos latinoamericanos, tanto gubernamentales como diplomáticos. El informe fue desmenuzado en detalle por analistas, observadores y expertos.
Hace un tiempo, refiriéndonos a esta cuestión escribimos: «En primer lugar llamó la atención la lista de países que habría enumerado el Santo Padre en los que se viven crisis de diversa naturaleza y relevancia, pero siempre preocupantes: Venezuela, Brasil, Bolivia, Argentina, Haití, República Dominicana, México y Colombia. En segundo lugar los analistas y observadores también relevaron una segunda lista referida a las situaciones críticas, que Francisco describió primero en términos generales, como “problemas o conflictos sociales”, y después fue definiendo de  manera más específica: “elecciones en Estados Unidos, situación social de los pobres y excluidos, carencias, falta de diálogo, migrantes y desplazados, estado laico y libertad religiosa, procesos de paz, diálogo social, acercar posiciones y soluciones mancomunadas”».
Todo lo que el Papa ha enumerado no solo es cierto, sino que a menudo se trata de cuestiones que aparecen todos los días en las noticias en América Latina y en otras partes del mundo. Muchas veces se habla también de ello en la prensa internacional incrementando la percepción, sin duda cierta, de que se trata de un continente que está afrontando graves crisis sociopolíticas e institucionales que no se registraban desde la época del retorne a los regímenes democráticos. En particular, de los juicios e impresiones del Papa ha hecho y sigue haciendo discutir a políticos y diplomáticos la expresión “golpe de estado blanco”.  En América Latina hablar de “golpe de estado blanco” tiene connotaciones históricas, sociopolíticas e institucionales muy concretas. Significa derrocar de hecho un gobierno, obligándolo, sin sangre ni enfrentamientos sociales, a cambiar de dirección, de programa y de proyecto; o bien la destitución de un gobierno por medio de maniobras jurídicas, parlamentarias y constitucionales de dudosa legitimidad democrática. En ambos casos, aunque las modalidades son diferentes, el denominador común sigue siendo el mismo: destitución de la voluntad democrática del cuerpo electoral.
El último “golpe” en América Latina, hace 14 años. Por esa razón muchísimas personas se han preguntado, y se siguen preguntando, a qué se refería o quería referirse específicamente el Papa Francisco. Obviamente no tenemos una respuesta para esa pregunta, legítima y oportuna. Solo podemos ofrecer algunas hipótesis, y entre ellas la más plausible lleva a considerar que el Santo Padre quería en primer lugar expresar un temor: precisamente el temor de que las crisis en curso, en vez de buscar soluciones democráticas, abiertas y declaradas, preferiblemente consensuadas, se esquiven con artificios oscuros, pseudo jurídicos, que en definitiva no resuelven nada, y remitan a nuevas crisis, aún peores, lo que no se quiso afrontar con honestidad y claridad en el momento oportuno. Cabe recordar que el último intento de golpe en América Latina fue en 2002 contra Hugo Chávez y fracasó al cabo de unas pocas horas. Después ocurrieron dos derrocamientos que ahora se definen como “golpe blanco” o “golpe blando” y tuvieron éxito: en Honduras contra Manuel Zelaya (2009) y en Paraguay contra Fernando Lugo (2012). Hubo muchos que definieron la reciente suspensión de la presidente Dilma Rousseff en Brasil como un “golpe blanco” y no pocos temen una situación semejante en Venezuela con el presidente Nicolás Maduro. Y las insistencias y las presiones, que hasta el momento han fracasado, provenientes de varias partes y acompañadas en muchos casos de declaraciones belicosas para que la OEA (Organización de Estados Americanos) aplique a Venezuela la “Carta Democrática” y declare que ese país ya no respeta el estado de derecho, se interpreta como un intento de “golpe blando”.
El poder omnívoro del dinero. Las preocupaciones del Papa Francisco por la situación general de América Latina, visible y notoriamente empeorada desde febrero de 2013, cuando él tomó un avión para asistir al Cónclave que debía elegir un nuevo Papa tras la renuncia de Benedicto XVI, son más que justificadas y fundadas. Son las mismas preocupaciones de los gobiernos de la región y de los analistas más atentos y bien informados. Son también las preocupaciones que comparten y expresan públicamente las Conferencias episcopales latinoamericanas.
El núcleo del diagnóstico es la constatación del grave y persistente deterioro de la política, de los políticos y de los partidos, que se encuentran en el nivel más bajo de popularidad y consenso. El desinterés por la lucha política es generalizado, desde el Río Grande hasta la Patagonia, y si bien puede parecer una generalización inapropiada, la percepción es que hoy las clases gobernantes latinoamericanas son sinónimo de corrupción e ineficiencia. La hermosa estación del retorno a la democracia, después de años de durísima represión militar, parece un recuerdo atávico, y las grandes movilizaciones por la libertad y los derechos humanos fueron reemplazadas por la resignación y la indiferencia.
Entonces hay cada vez más voces en toda América Latina que dicen que, sin política, sin dialéctica democrática auténtica, sin debate político y cultural, ganan los más fuertes o, lo que es lo mismo, gana el dinero, instrumento capaz de fagocitar todo. El inmenso poder de este dinero, transnacional, es lo que en definitiva toma las decisiones y condiciona la vida de los pueblos y de sus instituciones. El dinero y la corrupción sustituyen las elecciones. Las oscuras maquinaciones, dentro y fuera de la región, sustituyen los verdaderos y legítimos actores nacionales. Y los intereses de las altas finanzas y de la geopolítica ocupan el lugar de las necesidades y las prioridades de los pueblos.
Luis Badilla
Tierras de América

El Papa ha escrito a Rousseff, de fondo la crisis de Brasil



No ha sido divulgado el contenido de la carta “privada”. Alarma en la Iglesia por el conflicto interno y por los pobres

CIUDAD DEL VATICANO
El Papa Francisco ha escrito una carta privada a la presidenta de
 Brasil, Dilma Rousseff, sometida al procedimiento de impeachment.
Lo ha confirmado ella misma recientemente precisando:
“El Papa Francisco me ha escrito una carta pero no haré
público el contenido. Sólo puedo decir que no era una carta oficial”. 
No se trata por tanto de un mensaje de la Santa Sede dirigido a Rousseff.
Ésta última ha querido mantener una actitud reservada fundada y correcta:
una intervención “pública” por parte del Papa podría ser interpretada
–sobre todo en una fase de encendida polémica política-- como una
especie de interferencia vaticana en los asuntos internos de Brasil en un
momento especialmente delicado en la vida institucional del gran
 país latinoamericano.

La noticia de una misiva de Bergoglio a Dilma se difundió a principios de
 agosto gracias también a un tuit de Leonardo Boff, ex fraile
franciscano perteneciente a la Teología de la Liberación. En general los
medios internacionales y brasileños han interpretado el hecho como una
señal de solidaridad o cercanía del Papa frente a la presidenta de
Brasil –suspendida de sus funciones desde el pasado mes de mayo--
cuyo procedimiento de impeachment podría concluir con su destitución.

Rousseff está acusada de haber mentido sobre las cuentas del Estado en
 2014 durante la campaña electoral para su reelección para esconder
la crisis económica en la cual se encuentra el país. Frente a los
ataques, la presienta se ha declarado siempre inocente y ha afirmado que
estaba en curso un golpe institucional. Rousseff ha denunciado a sus
rivales políticos, en especial a los sectores de la oposición que defienden
políticas fuertemente liberales en el ámbito económico. La opinión
pública brasileña se ha dividido, los defensores y quienes apoyan a
Rousseff se han manifestado por las calles durante los pasados meses.
El clima es tenso. La misma Conferencia episcopal brasileña hace
tiempo había manifestado su perplejidad por la rapidez con la
que se había producido la crisis institucional,
 algunos obispos habían
hecho públicas sus críticas al impeachment contra la presidenta pidiendo
a los políticos que trabajaran por la unidad del país, al mismo
tiempo que condenaban los casos de corrupción que habían salido a la luz
durante la crisis.

Por otro lado el país vive desde hace tiempo una crisis económica
que está golpeando amplias franjas de la población
, un hecho que
pesa en el cuadro general. La caída del precio del petrolio, los
escándalos de corrupción unidos al caso 'Petrobas' o el impacto de la crisis
mundial sobre la economía brasileña, son sólo algunos de los factores que,
todos juntos, están poniendo a prueba el país; también porque durante los
años de la presidencia de Lula se construyó, paralelamente al
crecimiento, un estado del bienestar fundado en un gasto público importante,
para disminuir las diferencias sociales y la pobreza. ??Es por tanto
en este contexto, el pasado 11 de mayo, a la vigilia de la
apertura del procedimiento de impeachment contro Rousseff, cuando
el Papa Francisco afirmó durante una audiencia general: “envío un cordial
saludo a todos los peregrinos de lengua portuguesa, en especial a
los fieles brasileños de Araxá. Mi pensamiento está en vuestra querida y
amada nación. En estos días en los que nos preparamos para la
fiesta de Pentecostés, pido al Señor que difunda abundantemente los
dones del Espíritu Santo en modo que el país, en estos momentos de
dificultad, continue por los caminos de la armonía y de la paz, con la
ayuda de la oración y del diálogo. Que la cercanía de Nuestra Señora de
Aparecida, que como una buena Madre no abandona nunca a sus
hijos, sea defendida y sirva de guía en el camino”.

Sin embargo en estos días la líder brasileña se enfrenta a un segundo
problema: la Corte suprema ha autorizado una investigación para
verificar si obstaculizó presuntamente la justicia. La magistratura quiere
averiguar si Dilma intentó obstaculizar las investigaciones sobre el ex
presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, implicado en el
escándalo de corrupción 'Petrobras', nombrándolo ministro de su
gabinete el pasado mes de marzo. La noticia ha llegado después de un
dramático llamamiento lanzado recientemente por Rousseff, que se ha
declarado de nuevo inocente de las acusaciones del Senado hablando
nuevamente de golpe, y ha prometido convocar un referendum para
convocar las elecciones anticipadas si no es destituda a finales de agosto
(el 29 es el día clave del debate en el Senado). El asunto es complicado
y si la investigación sobre la presidenta suspendida y el asunto Petrobras es
ya por si mismo bastante grave, lo cierto es que en la misma investigación
están involucrados exponentes del gobierno provisional constituido por la
oposición y guiado desde el pasado mes de mayo por Michel Temer –ex
vice de la misma Roussef-- y ya obligado a dimitir.

No pasó inobservado que el Papa, conversando con los responsables del
Celam (el Consejo episcopal latinoamericano) en Vaticano el pasado mes
de mayo, manifestó una cierta preocupación por los problemas sociales de
América Latina, el aumento de la pobreza y las tensiones existentes en
varios países como Venezuela, Bolivia, Brasil y Argentina. En este
contexto Francisco habló de posibles “golpes de Estado blancos” que
se podían verificar en algunos países.

Lo cierto es que, más allá de los límites institucionales y políticos que
cambian de país en país y tienen sus propias características, la alarma
del Papa está dirigida a las condiciones de la gente de cada región
y a una crisis económica que cada vez más es una crisis social en
la que las primeras víctimas son precisamente los pobres. 
Por otra
parte Brasil vive, al menos desde el Mundial de Fútbol de hace dos
años y de nuevo ahora con los Juegos Olímpicos, una época de protestas
sociales que han repercutido en los gobiernos de Dilma Rousseff y el Partido
de los Trabajadores dirigido por ella junto al líder histórico Lula. De este
modo, si las Olimpiadas representan el fin de un momento de éxito efímero
para el país, en este tiempo la violencia en las grandes favelas ha aumentado
y la crisis política y del sistema no parece tener una solución fácil. 

Vatican Insider

Obispo Luis Infanti: “Ley de pesca, como sus compradores, debe ser eliminada”

Luis Infanti

Dada la corrupción que ha quedado en evidencia en la tramitación de la llamada Ley Longueira, es necesario eliminarla señala el obispo de Aysén, Luis Infanti. Además, el prelado valoró la “indignación” que están expresando los chilenos frente a los abusos de las grandes empresas y por la mala distribución de los ingresos.

El obispo de Aysén, Luis Infanti della Mora, manifestó su preocupación por lo que sucede con la Universidad de Aysén y cuya rectora fue removida hace sólo algunas semanas por el Gobierno a través de un decreto firmado por la ministra de Educación, Adriana Delpiano.
En entrevista con Radio y diario Universidad de Chile, el sacerdote destacó la labor que por años realizó la académica en la zona para formar la institución. Indicó que “truncaron” el desarrollo de la universidad con la destitución de la profesional, por lo que ahora la futura rectora, Teresa Marshall, tendrá serios problemas de inserción.
Luis Infanti agregó que existe una verdadera máscara detrás del actual proyecto de reforma educacional, la que esconde el rostro de las empresas que lucran con la educación.
“Truncar la actuación de una rectora que había facilitado esos pasos, nos parece sumamente preocupante y ese es el sentir mayoritario que percibo yo aquí en Aysén, de que hay un sistema que favorece estas situaciones. Evidentemente habrá que bailar con la música que impone el mercado, recordemos que Chile ha sido vendido al mejor postor”.
El obispo de Aysén valoró la serie de manifestaciones por parte de movimientos sociales y educacionales, que dan cuenta del descontento que existe en la población en contra de la desigualdad y la imposición del mercado en todo ámbito.
De esta manera, Luis Infanti se refirió a las marchas por la educación pública y contra el sistema de AFP.
Al respecto, aseveró que se deben mejorar las jubilaciones, ya que no pueden existir pensiones indignas: “Los ancianos deben recibir los beneficios después de trabajar toda una vida para el desarrollo del país”, indicó.
“Es bueno que haya indignación, aunque haya sido con cierto atraso, frente a estas inequidades que ofenden y hieren cada vez más a los pobres, porque en Chile no es que falte plata, no es que falten bienes, hay y en abundancia, que sea mal repartido ese es el problema. Entonces las pensiones indignas para las personas ancianas, que sean tratadas así, no por una ley sino por un país que favorece una ley así, me parece indigno”, aseveró.
Ley de Pesca
Respecto de la corrupción de políticos para la aprobación de la Ley de Pesca, el obispo de Aysén fue tajante en señalar que esta legislación que rige al sector debe ser eliminada.
Asimismo, calificó de positiva la investigación que está detectando más nexos entre el poder económico-empresarial y los políticos, quienes por dinero moldearon una normativa en beneficio de las grandes compañías pesqueras.
“Si en Aysén hay una investigación así, me parece muy positivo para una mayor transparencia y la Ley de Pesca ha sido comprada por el poder económico pesquero, evidentemente tendrá que ser eliminada cuanto antes junto con los compradores de esta ley”, agregó.
Alerta frente a “licitaciones oscuras” para empresas eléctricas
Luis Infanti alertó también sobre la mentira de las compañías trasnacionales hidroeléctricas, quienes en su momento aterraron a la población con la falta de energía por la no construcción de HidroAysén, y ahora sobra, lo que en el futuro hará bajar los costos según quedó demostrado en la última licitación que culminó la semana recién pasada.
El sacerdote manifestó su sospecha ante la futura disminución de las tarifas. Indicó que hay que estar alertas, ya que podría tratarse de favores ante futuras nuevas “licitaciones oscuras” para la construcción de nuevos proyectos hidroeléctricos en el país.
Radio Universidad de Chile

Thursday, August 18, 2016

VIAJES PAPALES 2017. ASOMA BRASIL, RETROCEDE ARGENTINA. Chile en la lista de espera, atención con Bolivia. Sí a Colombia, pero cuando se haya firmado la paz

Informal

Como siempre, no hay ninguna confirmación oficial, pero corren voces: en 2017 el Papa Francisco podría hacer una visita a Brasil, en particular al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en ocasión del décimo aniversario de la Quinta Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, que se llevó a cabo en el santuario mariano del 13 al 31 de mayo de 2007. Por otra parte, el año que viene se conmemora el tercer centenario del hallazgo de la sagrada imagen de la Virgen. En aquella importante Conferencia, el entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, encabezó la comisión que elaboró el documento conclusivo que luego él mismo, siendo ya Papa Francisco, ha citado e ilustrado en reiteradas oportunidades. Algunos fragmentos de ese texto han sido citados en otros documentos solemnes del magisterio del Papa.
Los obispos que tomaron parte en la Conferencia, más de trescientos, siempre declararon que el rol del cardenal Bergoglio fue fundamental para el éxito del encuentro continental, cuya sesión inaugural fue presidida por Benedicto XVI.
La hipótesis de un viaje del Papa a Brasil circula desde hace tiempo, pero el casi seguro viaje del Francisco a Colombia, probablemente en el contexto de la aprobación definitiva de los Acuerdos de paz entre el Gobierno del Presidente Santos y las Farc, hace que la etapa brasileña sea muy probable. Brasil ya fue visitado por el Pontífice en julio de 2013, pero en el marco de la XXVIII JMJ de Río de Janeiro, y por lo tanto no se la puede considerar una “visita al país”. Esta podría ser la oportunidad para una visita específica a Brasil, afirma la prensa local, y se plantean dos posibilidades: una visita al país que incluya algunas ciudades principales o bien una sola escala en Río para acudir al Santuario de Aparecida. Algunos medios aseguran que ya se hicieron los primeros contactos con la Presidencia de la República.
Al mismo tiempo, como ocurre cada vez que se plantea aunque sea teóricamente un viaje del Papa, otros países manifiestan su deseo de recibir al Pontífice, en este caso Perú, Chile y Argentina. Por el momento, todo hace pensar que es de excluir una visita de Francisco a Chile y Argentina (tal vez en 2018) y por tanto aumentan las posibilidades de una etapa peruana.
En Argentina, 2017 es un año electoral y tal como la prensa del país siempre hizo saber en el pasado, fuentes vaticanas han insistido en que esta circunstancia no facilita, sino todo lo contrario, un viaje del Papa, y por lo tanto es mejor pensar en fechas que se ubiquen después de la cita política. Además, reiteradamente en el país algunos partidos políticos y sectores de la prensa se empeñan obstinadamente en practicar el deporte de tironear al Papa hacia una u otra parte, creando confusión y malestar entre los católicos.
En el caso de Chile, el gobierno asumió primero una actitud distante ante la posibilidad de una visita del Papa, desaconsejada también por los obispos chilenos, y recién a comienzos del pasado mes de junio envió por primera vez una carta de la señora Bachelet con una invitación formal. En ambientes políticos y diplomáticos durante mucho tiempo se habló de una presunta preferencia de Francisco por Bolivia y Evo Morales en la controversia sobre la salida al Pacífico, y en cierta forma el tema había contaminado la visión chilena de la política internacional de la Santa Sede.
La invitación que llegó la semana pasada al Vaticano sin duda será renovada personalmente a Francisco el 1 de septiembre próximo, en ocasión de la presentación de las credenciales del nuevo embajador Mariano Fernández que sustituye a la señora Mónica Jiménez, recientemente nombrada embajadora en Israel.
Luis Badilla
Tierras de América

Predica del Padre Alberto Hurtado SJ.

Iniciando el contacto con una frase del Padre Hurtado




Con frecuencia se enseña a los hombres a no hacer, a no comprometerse, a no aventurarse. Es precisamente al revés de la vida. Cada uno dispone sólo de un cierto potencial de combate. No despreciarlo en escaramuzas.


Hay que embarcarse: No se sabe qué barcos encontraré en el camino, qué tempestades ocurrirán... Una vez tomadas las precauciones, ¡embarcarse! Amar el combate, considerarlo como normal. No extrañarse, aceptarlo, mostrarse valiente, no perder el dominio de sí; jamás faltar a la verdad y a la justicia. Las armas del cristianismo no son las armas del mundo. Amar el combate, no por sí mismo, sino por amor del bien, por amor de los hermanos que hay que librar.



Hay que perseverar. Muchos quedan gastados después de las primeras batallas. Saber que las ideas caminan lentamente. Muchos se imaginan que, porque han encontrado alguna verdad, eso va a arrebatar los espíritus. Se irritan con los retardos, con las resistencias. Estas resistencias son normales: provienen de la apatía, o de la diferente cultura, o del ambiente. Cada uno parte de lo que es, de lo que ha recibido.



No espantarse ni irritarse de la oposición, ella es normal y, con frecuencia, es justa. Más bien alegrémonos que se nos resista y que se nos discuta. Así nuestra misión penetra más profundamente, se rectifica y anima.



Me dirán: «Su obra está en crisis». Pero, amigo, una obra que marcha, tiene siempre cosas que no marchan. Una obra que vive está siempre en crisis.

Hay una manera cristiana de trabajar
Noviembre de 1947

Monday, August 15, 2016

¡Y CUMPLIMOS 10 AÑOS DE SERVICIO COMO BLOG PEREGRINOS!



¡Cómo ha pasado el tiempo! Hoy estamos cumpliendo los primeros diez años de servicio en este blog y ha habido un momento para reflexionar acerca del trabajo realizado hasta aquí. También para agradecer a varios amigos que han colaborado con sus reflexiones , a tantos entrevistados y a los que diariamente ingresan al blog (al día de hoy más de un millón trescientos setenta y cuatro mil visitas)

El 15 de agosto de 2006, decíamos


Hace tiempo que veníamos "dándole vuelta" a la idea de tener un blog dedicado al crecimiento espiritual y así poder entregar un servicio, tan necesario en la época que vivimos, que pueda contribuir a la construcción de una sociedad más humana.

En una sociedad consumista, avasalladora, como la que vivimos, hemos "apreciado en el ambiente" la necesidad de espacios dedicados al crecimiento espiritual.
El tiempo que se tiene o se le dedica a esto es escaso, pero en nuestro quehacer diario como profesora (Ruth) e Ingeniero (Roberto), en el acompañamiento de comunidades, en CVX y Colegio San Ignacio El Bosque, como en algunas conversaciones, con amigos de comunidad, papás y mamás, hemos ido descubriendo esta necesidad creciente.

Aprovechando que se han juntado varias fechas significativas para nosotros, como, la Fiesta de San Ignacio, el Mes de la Solidaridad, el Día Nacional de la CVX, San Alberto Hurtado y coincidiendo con mi descanso obligado (Roberto) al quebrarme la tibia, tomamos la decisión de hacer nuestro aporte también desde un medio, como el blog, que está al alcance de muchos.

Creemos que tenemos que construir Iglesia entre todos y por eso los invitamos a participar y a unirse a este compromiso para alimentar y vitalizar la dimensión espiritual y humana de quienes estamos preocupados de construir una sociedad mejor, recorriendo juntos, un camino espiritual, que otros peregrinos, ya han hecho.

  
El tiempo ha cambiado, la situación social también, como nuestro rol cotidiano pero la necesidad espiritual continúa y nuestro compromiso por la construcción de una sociedad más justa y solidaria continúa y aún tenemos fuerza para seguir trabajando por ello.

Así que esperamos que haya PEREGRINOS para rato, es nuestra deseo y esperanza. Que el Señor de la Vida, nos acompañe.

Friday, August 12, 2016

El falso fair play por Pino Trejo



Viendo las noticias, me llamó la atención las palabras de un reportero que relataba lo que sucedía en Río, fuera de los recintos deportivos.
Este reportero afirmaba que lo que estábamos viendo eran “unas imágenes insólitas en unos juegos olímpicos”. Las imágenes a las que alude muestran a los vendedores ambulantes de las favelas protestando porque no les dejaban acceder a su habitual espacio de trabajo, las calles, para llevar a cabo su trabajo. En vez de eso, los policías los desalojaban cargando sobre ellos.
Supongo que lo de insólito se referiría a que hubiesen disturbios en pleno desarrollo de los juegos. Y, claro, eso sorprende porque, supuestamente, debería haber tregua mientras deportistas de todo el mundo compiten por las medallas, para orgullo de sus países.
Las olimpiadas siempre se nos han vendido como el mejor escaparate del fair play y de la competición mundial. Un punto de encuentro de nacionalidades donde el esfuerzo, realizado por miles de atletas durante los cuatros años precedentes a la celebración de los juegos, se va a ver recompensada, o no, por la obtención del oro, la plata o el bronce.
Sabiendo que no siempre el esfuerzo es proporcional a la consecución de medallas, tampoco es cierto que el fair play se asuma por todos los países. Si no recordemos lo que sucedió con Rusia semanas antes de comenzar los juegos en Río.
El supuesto juego limpio que se pide que se aplique a este evento deportivo de alcance mundial, queda olvidado en el proceso de preparación. La limpieza a la que es sometida el país durante los años que preceden a su celebración, es algo a lo que nos estamos acostumbrando con demasiada facilidad.
Se derriban favelas porque se encuentran muy cercas de la villa olímpica, se prohíbe la venta ambulante para no molestar ni a espectadores ni deportistas del estadio olímpico, porque, claro, los ojos que no vean esta situación no se acordarán de los 40 millones de brasileños que siguen viviendo en la pobreza, ni que es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo, ni que en estos momentos esté pasando por una grave recesión, ni la inestabilidad política que está sufriendo, y mucho menos, de los 4.1 millones de dólares que le ha costado al país este evento.
Y lo peor será lo que vendrá. ¿Qué pasará después? La experiencia dice que los países organizadores sufren un endeudamiento durante varias décadas, lo que significa que los más vulnerables, los empobrecidos volverán a pagar el falso fair play.

entreParéntesis

Karoline Mayer: "Si quieres evangelizar en la pobreza, tienes que vivir dentro de ella"


Entrevista a Karoline Mayer, la 'Madre Teresa' de Chile


"Yo quería vivir con la gente, como Jesús. Cómo iban a creer en mí, si no"


(José Manuel Vidal).- Karoline Mayer es un icono de la lucha contra la pobreza. Ha desarrollado su trabajo en Chile, lugar al que fue destinada por su congregación a los 25 años. Allí, estudió enfermería en la Universidad y, por insistencia, vivió de primera mano y a ras de suelo la situación de miseria en la que vivía un gran número de personas. Comprendió entonces dónde estaba su lugar. Desde entonces no ha parado de trabajar por la dignidad de los más vulnerables. Cuenta con muchos reconocimientos, y no es para menos.
Estamos en una población de Santiago de Chile, en la casa de la hermana Karoline Mayer, que desde pequeñita quiso ser misionera. Pensaba ir a la China o a la India. Pero la mandaron a Chile. Desde entonces, hace ya muchos años, sigue aquí.
Karoline Buenos días.
Buenos días.
¿Cuántos años hace que estás en Chile?
Voy a cumplir 48 años en agosto.
¿En qué año llegaste?
En el 68.
En la primavera.
Empezando la primavera.
¿Pediste tú venir aquí?
No, yo quise ir a la China o la India. Donde estaban las grandes masas de los pobres. Donde quería anunciar la buena noticia, el amor de Dios que pensaba que necesitaba la humanidad. Y quería trabajar como médico en los lugares más perdidos o más pobres del mundo.
Así que para mí, ser enviada aquí por mi congregación en aquel tiempo, las Siervas del Espíritu Santo, fue un shock.

Las hermanas del Espíritu Santo que conocemos en España como Servitas.
Son las Hermanas del Verbo Divino. Claro, son del mismo fundador.
La rama femenina del Verbo Divino. Te viniste a Chile y aquí te encarnaste a fondo.
Después del primer año, que para mí fue frustrante. Mil veces reflexioné si esto era el sueño que tuve cuando abracé la vocación misionera. Pensé en aguantar y ver lo que Jesús me decía en este tiempo de espera sin sentido para mí, en el barrio alto, que es el de clases altas para quienes yo no sentía vocación.
Por suerte la congregación me permitió entrar en la Universidad de Chile. En la estatal republicana, que era laica, e incluso un poco anticlerical.
Estudié Enfermería Universitaria en el año 69, y esto me cambió la vida. Pude conocer a los estudiantes de esta Universidad, que estaban muy preocupados por el cambio social del país. En aquél tiempo estaba en el gobierno Eduardo Freire, demócrata cristiano, pero con el gran lema de la justicia social y con el desafío de una revolución que producía muchos cambios: la reforma agraria, todas las reformas de educación, de salud.
Yo escuchaba en la Universidad cómo los estudiantes, todos, estaban discutiendo sobre este problema y la necesidad de cambios profundos. Y lo lindo es que en la misma Universidad, una de mis compañeras era la sobrina del ex-presidente de la República, Jorge Alessandri, y otras eran jóvenes que provenían de poblaciones humildes, hijas e hijos de obreros, que también tenían la oportunidad de estudiar en la Universidad porque eran muy inteligentes. Unas venían de escuelas públicas, y las otras de escuelas privilegiadas, de clases altas. Y, sin embargo, ahí era un lugar de encuentro.
¿Al terminar los estudios decidiste venirte a trabajar a las poblaciones?
No. En el primer año escuchaba a los alumnos que nos desafiaban, por supuesto. Éramos dos religiosas que iniciamos juntas nuestro estudio y en hábito, en este mundo laical, y ellos se sentían provocados. Nos decían si queríamos venir a colonizar de nuevo. Yo les decía que quería colaborar, que mi vocación profunda era lo que ellos estaban discutiendo. En aquellos tiempos, ellos iban a campamentos que yo no conocía, del "Movimiento de pobladores", como por ejemplo, Che Guevara, Violeta Parra, Herminda de la Victoria. "Invasiones de tierra", porque había necesidad. Alguna vez también me llevaron, para ver la miseria de la gente..., y yo pensé: "este es mi lugar".
Al finalizar el primer año de estudio, en 1969, pedí a la superiora que al menos en las vacaciones de verano necesitaba ir a algún lugar para servir a los pobres, porque si no, no tendría cómo justificar mi ser de misionera ante los estudiantes.

¿Se lo concedieron?
Sí. E incluso, como en la congregación no tenían a nadie en un lugar así, pidió una religiosa de otra congregación para que me llevara a una villa miseria que no estaba a más de media hora del nuestro convento. Allí estaba el basural de lo que ha sido la comuna Las Condes, de clase alta, donde la gente había hecho una "toma" como llamaban ellos, y donde vivían en una miseria absoluta.
¿Y desde entonces no saliste ya nunca más de los barrios pobres?
No. Yo sabía que este era el lugar de mi misión. Donde sentí que Jesús me había llamado. Necesité ir a la escuela de los pobres. Necesitaba hacer un cambio profundo. Mi mayor afán era cómo llegar a ser uno de ellos.
¿Y eso fue para ti un privilegio?
Para mí fue como aterrizar en mi sueño.
No te costaba. Era tu lugar en la vida.
Claro. Sufrí todo lo que te puedas imaginar, por supuesto, con la gente, el hambre, las pulgas, los piojos. Con todo con lo que me infecté. Pero no me importaba, porque yo pensaba: "así voy a dar testimonio de Jesús. Para que las personas puedan entender". No hablé durante meses de Jesús, no me atrevía. No podía mientras que ellos estuvieran lejos. Veían la Iglesia lejos. Nunca había entrado ninguna persona con ellos. Aunque luego me di cuenta de que había un sacerdote misionero francés, que luego pedí fuera mi guía espiritual. Él estaba allí acampado, pero yo no lo sabía cuando empecé. La gente que yo conocía no tenía conocimiento. Igual de humilde había entrado él.
Puedo decirte que no me costaba a pesar de todos los sufrimientos, los niños desnutridos, y la preocupación de que no iban a poder estudiar, de que se iban a quedar sin la posibilidad. Me sentía impotente. ¿Qué podía hacer? Jesús hizo una trampa tapándome los ojos al principio para que no me importara que la gente no me tomara en cuenta. Al contrario, me cuestionaban.
Se preguntaban qué buscaba allí una monja en ese tiempo tan inoportuno. En el año 69 Chile estaba preparando las elecciones del año 70. Fue el año en que fue elegido definitivamente Allende. En la población de estas tomas la gente estaba organizada políticamente. O al menos con adhesión ideológica más de izquierdas.

¿Pensarían que eras una espía o algo así?
Más bien una trabajadora para convertir a la gente a la Iglesia e inscribirlos en el Partido Nacional, de la derecha.
Viviste todos los grandes acontecimientos del país. ¿Cómo viviste lo de Allende?
Como te cuento, empecé a trabajar. Y a los 4 meses, tuve que volver a la Universidad. No pude dejar el trabajo en la villa, continué durante las noches y fines de semana mientras seguía estudiando. Viví los tres mundos: el de la Universidad, el del convento del Espíritu Santo donde pernoctaba, y la vida en la población. Yo me di cuenta de que necesitaba un lugar donde anunciar esta buena noticia, y por suerte me había encontrado con el padre Luis. Este misionero obrero, de 60 años, que vivía ahí, en una choza y que fundaba pequeñas comunidades cristianas de base. Esa es la gran noticia. Y esos lugares eran en chozas, quizás 18 m2, donde se reunían 10 o 12 personas, vecinos, y leían el Evangelio. Este pequeño Evangelio que algunos ni sabían leer. Pero se leía dos veces y se preguntaba: cómo vivo yo esto, qué me dice Jesús a esto, qué tierra soy yo y qué necesito para transformar mi tierra. Para que sea mejor tierra, para que dé fruto. Estas cosas para mi fueron una revelación.
Hablando con las personas, ya me había insertado en la salud pública como voluntaria en lugar lejano, donde me enviaban a atender a los enfermos. Logré entrar en sus chozas.
Al mismo tiempo me preguntaba qué hacer con los niños que tienen hambre. A las mujeres que ya empezaron a acompañarme, les enseñaba cómo hacer curaciones, y algunas acciones. Cómo distinguir una diarrea fulminante, de una instantánea, corta y sin fiebre. Cosas así. Estas mujeres empezaron a ser mis compañeras. Personas todas voluntarias y preocupadas por los temas. Y un día, a causa de mi preocupación por los niños que no tenían que comer, me dicen: "vamos a hacer un comedor. Lo hemos pensado estado esta noche. Tú vienes con nosotras al supermercado a pedir alimentos vencidos o por vencer. Algunos hombres trabajan de cargadores y se dan cuenta de que se bota alimento. Que sea para nuestros niños". Fui con ellos a conseguir una olla grande, de 150 litros. Llegaron 150 niños. Las mujeres habían organizado que los niños trajeran su plato, su pocillo o un tarro, y una cuchara para poder comer. Y los hombres juntaban todo lo que era para hacer fuego. Yo vi 150 niños comiendo y pensé: "esto es la multiplicación de los panes. No conozco otra. Esto es lo que Dios ha obrado de la nada". Era lo que necesitaba para que no se me rompiera la fe, mis creencias. Porque estaba en un quiebre.

¿Estamos hablando de la época de antes de la dictadura?
Esto era antes de Allende, incluso. El año 70.
El día de las elecciones, 4 de septiembre del 70, yo tenía el día libre. Quería pasar la tarde con la gente. Llegó un momento, cuando subí el cerro, en que vi a la población venir con pancartas y con guirnaldas, para ir a la Moneda a saludar al nuevo presidente. Cuando me vieron, se les bajaron los brazos. Yo me sentí morir, porque comprendí que no me tenían confianza. No podían creer que yo, como monja en hábito largo, pudiera aceptar que ellos estuvieran felices por la elección. Les dije: "sigan no más. Yo voy a trabajar, a visitar a unos enfermos". Pero me di cuenta del largo camino que me quedaba por hacer para que confiaran en mi. Si tú quieres evangelizar necesitas la confianza de las personas. Y si no la tienes, todo lo que haces se va por el río. Pero, puedo decir que poco a poco me aceptaron. Y estoy muy agradecida.
Entendí que hubiera ganado Allende. Y la Iglesia chilena, por fortuna, en ese momento estaba en una búsqueda de encarnar los valores del Concilio Vaticano II: este movimiento latinoamericano de comunidades cristianas de base con una teología que se fue hacia la praxis. Porque se trataba de estudiar la Biblia para vivirla en lo cotidiano, a todos los niveles. Esto movía todo en nuestra comunidad. Era nuestra guía común.
En el comedor se les ocurrió la idea de hacer un jardín infantil para que las mujeres pudieran ir a trabajar. Viví en tiempo de Allende con un pueblo contento, con la esperanza en la transformación del país. El país había sido preparado por la democracia cristiana en su momento, durante seis años. Y sobretodo por las reformas: educacionales, de las Universidades. Y ahora se cumplía también el derecho del trabajo. Con respeto al trabajador, que por primera vez puede estar de pie, dignamente.
Ellos lo celebraron. Y también, a veces se acusaron a sí mismos, cuando no eran responsables. En tres años tuvimos trece pequeñas comunidades de base en este sector donde no había nada.

¿El mazazo del golpe fue mayor entonces?
Por eso. A mí misma me pasó algo muy difícil. Primero, era muy bonito poder vivir allí, entre las clases y el trabajo en la población los fines de semana. Lo decía en la congregación, "para poder evangelizar necesitas estar", y entender cosas que no captas de otra forma, y más si eres, como ellos decían, "gringa", e incluso "yanqui". La cosa es que yo necesitaba vivir allí, y había descubierto en estas comunidades de base qué significaba la encarnación de Jesús. Lo que significa aprender a despojarte y vivir como testimonio de Jesús entre ellos, con toda humildad.
¿En que año lo empezaste a hacer?
A comienzos del año 71. Al año y medio de trabajar allí lo pedí. Escribí a Roma. Y la respuesta que recibí del Vaticano fue que lo hiciera como la madre Teresa, que en ese momento comenzaba a ir por los slums, tres días por semana. Y luego volvía para recuperar fuerzas y reflexionar. Le contesté que si Jesús hubiera hecho esto así, entonces hubiera bajado tres días a la semana a esta miserable tierra.
Tú querías una encarnación permanente, no por horas.
Yo quería vivir con la gente, como Jesús. Cómo iban a creer en mí, si no. No me contestaron. Pero a los meses hubo un capítulo general, a donde me indicaron que me dirigiera en la carta. Y aquí, autorizaron a que se abriera una casa en este sector. Las hermanas profesas perpetuas, se podían inscribir todas las que quisieran. Eran setenta y tantas hermanas, yo pensaba que al menos la mitad iban a hacerlo, y que yo quedaría de las últimas porque esperaba los votos perpetuos, para lo que me faltaban dos años. Pensé que al menos el camino estaba hecho y no me importaba esperar. Sucedió que se inscribieron dos hermanitas holandesas, de casi sesenta años. Una era cocinera y otra profesora. Para fundar una pequeña casa se necesitan tres personas. Y como excepción, me aceptaron a mí. Así, que yo feliz. El 12 de octubre de 1971, nos trasladamos allí a vivir. Era una casa de 33 metros cuadrados, con una capillita de 3 metros por metro y medio. Mi dormitorio era del mismo tamaño. Fue el día más feliz de mi vida. Estaba donde quería, a medio metro de la choza del vecino, una persona alcoholizada, con su familia.
En el sector vivían unas trece mil personas, porque se anexó otra población que vivía más abajo. Ya había empezado en el mismo lugar dos jardines infantiles con mi compañera Maruja. En diferentes partes, porque siempre los pobres son muchos. Fueron tiempos de tensión. Que tres religiosas del barrio alto, de la gente de clase alta, vivieran en este lugar, ya era un paño rojo en cierto sector de la sociedad. También había otros religiosos que vivían en barrios pobres. Y había rumores de que había religiosos que teníamos contacto con el socialismo. Yo, la verdad que no tenía tiempo para esto.
¿Pero estuviste presa en la dictadura?
Después, en la dictadura. Esto era todavía en tiempo de Allende. Quiero contarte cómo esta Iglesia se había ido a encarnar en las comunidades de base y la alegría de ver cómo un pueblo se levanta poco a poco. Fue una gran primavera entre los pobres.
¿Conociste a algún español, Alsina, Llidó ?
Si, conocí muy bien a Miguel Jordá, y a Llidó muy poquito. Pero conocía a Mike Woodward, un chileno que vivía en Valparaíso, muy amigo. Lo mataron en septiembre. Lo torturaron de tal manera que murió. Viví con él tres meses en una misma casa. Antes de esto, cuando expresaba a las hermanas del convento mi alegría de vivir en la población, les chocó que estuviera contenta con el proceso de Allende. Allende vino a conocer lo que estábamos haciendo en los jardines infantiles comunitarios, que era una cosa muy novedosa que un pueblo pobre pudiera formar a su cargo un jardín infantil para 150 niños. Yo no le había invitado, incluso estaba pensando en escaparme un poco porque sabía que mi congregación estaba en contra.
Se me empezaba a ver como politizada, cuando en lo único que pensaba era en cumplir mi trabajo. Todavía no había no había terminado la Universidad. Esto salió en los diarios y en la televisión. Y me hizo un flaco favor. Cuando las tensiones crecieron en torno a Allende a finales del el año 72, la congregación tomó la decisión de echarme del país. En marzo del 73 me tuve que ir. Con todo lo que había rogado, hasta en Roma había pedido que me dejaran.
¿La decisión de echarte fue presionada por el Nuncio?
Yo creo que no. Fue dentro de la congregación, donde me veían un poco rebelde por haber expresado algunas cosas con impotencia, no sé. La gran mayoría de las hermanas nos queríamos mucho. Y nos teníamos mucho respeto. Aunque no entendían estas locuras de que estuviera tan feliz arriba en cerro. Varias hermanas me ayudaron siempre por detrás. En algún momento robé el pan que sobraba por la noche. No puedo decir nada de ellas.

¿Dónde te fuiste?
De vuelta a mi casa de origen.
¿En Alemania?
Está en Holanda.
¿Cuánto tiempo estuviste allí?
Ellos pensaban que yo volvía para hacer la aprobación. Tuve que confesar lo que me pasaba. Lo más increíble es que pensaron que yo iba a compartir la experiencia misionera de alegría entre los pobres.
Por suerte, la provinciala, María Magoretti, me conocía muy profundamente. Me acogió. Yo tuve un momento en el que me sentía como una leprosa. Había sido echada de la congregación de Chile e iba a infectar a las hermanas. Pensaba que era un mal elemento. Le dije que tenía que saber si alguien se iba del convento por mi causa. Ella me contestó que si alguien hacía eso era que no tenía vocación. Y con eso me tranquilizó.
¿Y volviste, cuánto tiempo después?
Fui muy feliz hasta el momento de mi aprobación. Solo con la herida de haberme ido de Chile en un momento muy difícil. Sabía que la congregación me había echado para siempre. La gente pensaba que yo estaba de vacaciones. Maruja, mi compañera, sabía que yo no iba a regresar. Ella me escribía todo lo que acontecía. Fue al funeral de Joan Alsina. Por supuesto, me sangraba el corazón. Esperaba hacer los votos el 8 de diciembre del 73 en Chile. Después del golpe, volvió la provinciala chilena de la congregación, que era alemana, y le supliqué que me recibiera de vuelta. Me dijo que estaba en la lista negra.
La lista negra del gobierno.
Sí, después del golpe, del que supe por Maruja. No se me olvidará nunca ese día. Fue como si me tocara un rayo. Habían logrado lo querían contra el pueblo. En ese momento, la provinciala me negaba la vuelta tajantemente.

¿Por tu propia seguridad?
No. Porque veía que podría ser un peligro para la congregación. La congregación me ofreció ir a Indonesia. Para hacer lo mismo, vivir y trabajar con los pobres. Pero, qué iba yo a decir a los pobres de Chile, a quienes en su momento dijimos que nunca más los íbamos a abandonar. Mi mayor conflicto era no cumplir la promesa. No era Chile, eran los pobres con los que me había comprometido. Después de un largo discernimiento en un retiro de 30 días con el padre Frank (un jesuita), en el que siempre estuve en el dilema dejo-quiero, concluí que yo quería quedarme en esto y continuar simplemente en lo que ya había vivido. Ese era el lugar. Pero ya la congregación no me recibe. Entonces, con la provinciala alemana convinimos que escribiera al padre Luis Chiotti, que era mi guía espiritual, y preguntar si él creía que yo podía entrar en el país. Si estaba en la lista negra. Él también tenía sus dificultades, y seguía en el lugar. También estaba a favor del pueblo y podía saber en qué situación estaba yo. Y me contesta: "ven lo antes posible. Te necesitamos. Y termina tus estudios de medicina". Y me mandó inscribir inmediatamente en la Universidad.
Yo le mostré la carta a la superiora y dejé la congregación el 8 de diciembre, cuando terminaban mis votos temporales. Y volví a Chile. La congregación me compró los pasajes, y me devolvió toda mi herencia, la que había llevado al convento.
Fuiste, pero ya no como monja de la congregación.
Escribí al cardenal Raúl Silva Henríquez, y a Juan de Castro, que era mi amigo. Era el vicario episcopal de la zona en donde yo trabajaba. Le dije, "dejo la congregación". En algún momento había pensado con Maruja crear una comunidad igual, porque ella no quería entrar el del Espíritu Santo, pero tenía vida consagrada. Se había consagrado a Dios como laica. Entonces pregunté al cardenal si nos autorizaba a formar esta pequeña comunidad. Contestó que sí. Y así regresé a Chile. Con un tremendo miedo de que no me dejaran entrar.
Atravesando la cordillera, me aterré de me devolvieran en el aeropuerto como le había pasado a tantos otros. Lo pasé sin problemas. Yo había pedido que no hubiera nadie en el aeropuerto para no llamar la atención. Y allí había un grupo de gente haciendo una faramalla tremenda.

¿Con pancartas y todo?
Con todo lo que puedas imaginarte. No tuve ningún problema en regresar. Ya estaba de vuelta. Tengo que confesarte que en mi susto, andaba de laica con una falda que me hicieron en el convento, y una blusa. Tenía un último velo, que estaba con algunos defectos, y no sabía cómo devolverlo el último día que estuve en la congregación antes de tomar el avión. Así que lo guardé en mi bolso. Lo saqué y me lo puse antes de salir del avión. Por Dios, que no supe cómo deshacerme después de este velo. Me lo tomaron muy mal en la congregación de Chile.
¿Después volviste a reanudar con la congregación?
Yo sabía quién de las hermanas me habían vetado. Esto no es un secreto para alguien que haya estado en la comunidad cinco años. Tú conoces tu casa.
Háblame de tu obra actual. Del "Cristo Vive".
Los tiempos de de la dictadura fueron muy difíciles. Teníamos que ocuparnos de la defensa de los derechos humanos. No estábamos preparados para un eventos como las muertes de Llidó, de Joan Alsina...
Las obras que habíamos iniciado y que habían crecido en algún momento, las tuvimos que poner bajo el techo de la iglesia. Eran obra de la gente. Fuimos creando una fundación, la "Fundación Missio". Pertenecía al arzobispado en derecho canónico. Era la única forma.
Un paraguas protector.
Sí. Puedo decir que al obispo, Jorge Hourton, que era el presidente de esta fundación, le estaré eternamente agradecida. Aprendí muchísimo de él. Era filósofo, no era de la praxis, como yo. Logramos auxiliar en aquel tiempo a los hermanos más pobres, tratando de superar la pobreza o simplemente la supervivencia. Dejé la Fundación Missio en el año 88. A estas alturas, unas 280 personas que trabajaban allí. Contaba con 10 policlínicos, seis jardines infantiles y hogares. Con un instituto de educación popular y talleres artesanales en los que había unas 500 mujeres trabajando. Dejé la fundación por un conflicto en Chile en el año 88.

¿Conflicto con la jerarquía?
Sí. Dentro de la Fundación Missio. En vísperas de regresar a la democracia, en el año 88 hubo un plebiscito. Un grupo de compañeros de trabajo querían el proceso más rápido, porque veían en el plebiscito un fraude.
Yo, como ejecutiva, no veía una posibilidad de de que este país saliera tan rápidamente de la dictadura y pensaba que había que tomar el camino que se dio con el plebiscito con todas las dificultades que pudiera haber, frente a una mayoría del grupo dentro de la institución, que pensaba acelerar el proceso. Entonces dejé la dirección en manos de los obispos.
Volví a mi trabajo en el sector de arriba, donde vivía. Luego me trasladé a Angela Davis, otra toma donde el cardenal Raúl Silva Henríquez me había enviado. Un terreno con 1.700 familias en chozas del año 72-74. Me fui a vivir allá. En el 89, el obispo de la zona norte me envió aquí. A esta población sufrida, obrera y sin atención de la Iglesia. Y me dediqué a ver cómo sembrar una comunidad cristiana. Se bautizó como "Cristo Vive". La comunidad cristiana de base, que hoy día es una comunidad eclesial de base.
¿Cuánta gente se mueve en este momento en la "Cristo Vive"?
En este sector deben ser de cuatro a cinco mil personas. De los veintitantos que viven en el sector.
¿Y la Fundación, a qué se dedica?
Lo importante para mí es la comunidad cristiana en este sector. Tener todos los servicios como iglesia local. Una iglesia de la que nació nuestro diácono, de la que nacen todos los servicios. Todo es voluntario. Exceptuando una persona que nos ayuda en el aseo, y en el ordenamiento, y a la que pagamos con nuestras colectas. No tenemos ni un auxilio de afuera. Recibimos el apoyo en su momento de amigos de Alemania, de Adveniat, de la archidiócesis de Colonia, y de una iglesia luterana de Berlín, que nos pagó 40.000 marcos para poder pagar a los obreros que construían la iglesia aquí.

Te conocen bastante en Alemania
Sí, por el servicio a los pobres.
Te llaman la madre Teresa de Latinoamérica.
Sí, eso me dijo en algún momento la ministra de cultura. Pero es exagerado.
Tú eres más madre Casaldali, o más madre Romero.
No sé, si en alguna parte calzo la cosa, es en que soy la madre más feliz del mundo. Tuve la suerte de estar con Madre Teresa una semana en Calcuta.
¿Estuviste en Calcuta con ella?
Sí, por trabajo. Dios me ha mandado por unos caminos increíbles. Fui enviada por una institución para ayudar a hacer un diagnóstico de trabajo de las hermanas en Calcuta, en un par de lugares cercanos a donde estaba el claustro de la hermana. Me di cuenta de que ella tenía una maravillosa faceta del amor. Y es el amor misericordioso, pero que no ve lo que nosotros, América Latina, necesitamos. Las estructuras.
Lo tuyo es el amor comprometido.
El amor desde la respuesta de la estructura de la vida. De la estructura de donde nace la pobreza. El amor que busca crear condiciones para que la persona tenga su vida digna, desde el nacimiento.
¿Te sientes realizada, después de todo este recorrido?
Sí, muy feliz. Feliz de hacer un aporte: Cristo Vive, que nació en el año 90. Porque con la vuelta de la democracia, pudimos crear esta Fundación. Por esta casa pasaron casi todos los presidentes. Y pudieron ver cómo desde la base se vuelve a reconstruir este país. Nosotros nos hemos dedicado a lo tradicional: dónde, la gente necesita quéservicio. Que el pueblo, el pobre, defina si necesita un jardín infantil, un taller de formación para nuestro jóvenes, y que en algún momento tengan unos ingresos dignos y su lugar en la sociedad como trabajadores.

Tenemos dos centros de rehabilitación para drogodependientes. Uno es para niños de 13 a 17 años. Niños que además son infractores de la ley. También trabajamos en la intrusión de las personas que viven en la calle. Tenemos para ellos una residencia. Son personas que han vivido cinco, diez, veinte años en la calle y que ahora están caminando hacia un trabajo, una vida independiente y socializada. Y estamos trabajando en un albergue, a donde pueden venir por la noche a dormir, y que es como el barbecho para los que en algún momento quieran llegar a la residencia.
¿Todo eso está profesionalizado?
Todo profesionalizado con un gran ingrediente: los compañeros de trabajo son 50% profesionales, algunos de muy alto nivel, por opción. Es muy difícil lograr profesionales de alto nivel en este servicio, porque nosotros se lo pagamos muy modestamente.
O sea, que son profesionales y voluntarios.
Con opción. Hay un sector técnico, que será una cuarta parte, otra cuarta parte es pueblo. Que está profesionalizándose. En todo el proceso del servicio a los más pobres, necesitas las más altas cualidades de poder servir. Nosotros somos sumamente exigentes en el trabajo.

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En la Fundación Cristo Vive nos hemos dedicado a lo tradicional: dónde, la gente necesita qué servicio.