El Simposio de los Derechos Humanos, que se realizó en Santiago entre el 22 y 25 de noviembre de 1978, fue organizado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez. A la convocatoria asistieron personalidades nacionales e internacionales, tanto de la Iglesia Católica, de otras iglesias cristianas y confesiones religiosas, como del mundo civil, expertos en materias relacionadas con los derechos humanos y representantes de organismos internacionales. Tanto la inauguración como la clausura de este encuentro tuvieron lugar en la Catedral Metropolitana, único lugar posible para llevar a cabo un encuentro de estas características en tiempos difíciles.
Al concluir el Simposio, se acordó que cada 25 de noviembre se hiciera un acto de compromiso con la promoción y defensa de los Derechos Humanos. "Hoy, en esta Iglesia Catedral, hemos encendido una luz de esperanza en medio de un mundo que busca claridades. Continuaremos caminando al resplandor de esta luz para que nuestras acciones e inspiraciones, nuestros proyectos y deseos, renueven la esperanza entre los oprimidos del mundo entero. Cada 25 de noviembre encenderemos la llama de estos cirio para unirnos de nuevo como hoy a renovar nuestro compromiso de luchar para que todo hombre tenga derecho a ser persona", señala el compromiso asumido en el Simposio sobre los Derechos Humanos.
La cantata de los Derechos Humanos le fue encargada al sacerdote Esteban Gumucio, quien utilizó la metáfora de Caín y Abel para representar la agresión entre los hermanos. La música estuvo a cargo del joven músico, en ese tiempo, Alejandro Guarello y el grupo Ortiga
Fue estrenada en la Catedral de Santiago de Chile teniendo como narrador al destacado actor chileno Roberto Parada, en la música el grupo Ortiga, mas un Conjunto Coral dirigido por Waldo Aránguiz y un Conjunto Instrumental dirigido por Alejandro Guarello, Dirección general Alejandro Guarello.
CANTATA DE LOS DERECHOS HUMANOS CAÍN Y ABEL II
Siguiendo con el compartir lo que fue la presentación de esta Cantata, les dejo este segundo video "La presentación de Caín" y "La presentación de Abel".
Caín se va silencioso
ni aceptó su sacrificio.
Muy enojado Caín,
lleva saña en su semblante.
¿Por qué está triste tu rostro?
¿Por qué tu mirar turbaste?
cantado:
caminando por sus mundos.
Caín va tronchando rosas
Caín, jinete de sangre
cabalga
senderos mudos.
Caín
Caín, Caín
¿Donde estás?
¿Hijo mío a dónde vas?
Caín, Caín
¿Donde estás?
¿Hijo mío a dónde vas?
y pájaros amarillos,
¿Donde estás?
va con sus manos de sangre
manchando todos los ríos.
Caín
Caín, Caín
¿Donde estás?
¿Hijo mío a dónde vas?
recitado:
Está el pecado a la puerta
acechando como fiera.
cantado:
Caín, Caín
Y le contesta Caín:
¿Hijo mío a dónde vas?
Hay silencios escondidos
que gritan nombres de muerte
los ríos oscuramente
sangraban el firmamento.
recitado:
¿Dónde?
Pregunta el Señor,
¿Dónde está tu hermano Abel?
Las pequeñas piedras
yo de mi hermano, ¡No sé!
cantado:
Anduvo Caín, anduvo
a la grupa de los tiempos
siniestro rumor de espadas
sacuden todos los vientos.
gritado:
¡Caín!
¿Donde estás?
¡Caín!
¿Donde vas?
recitado:
Abel es el hombre
dicen a las montañas el nombre de Abel,
hijo de Adán.
Y el trigo recuerda su inocencia
en blanca harina
y pan de la mañana.
PRESENTACIÓN DE ABEL
cantado:
La paz en su frente
tenía una historia
de humilde grandeza.
que trae en su barro
ni aceros de guerra,
de Dios la nobleza.
Imborrable destino
y justo derecho,
semilla y espiga
granada en su pecho.
recitado:
Abel es pan en todas las mesas,
es libertad de pájaros cantores,
es canto permanente.
cantado:
No abrigan violencia,
sus manos de hombre.
El Simposio de los Derechos Humanos, que se realizó en Santiago entre el 22 y 25 de noviembre de 1978, fue organizado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez. A la convocatoria asistieron personalidades nacionales e internacionales, tanto de la Iglesia Católica, de otras iglesias cristianas y confesiones religiosas, como del mundo civil, expertos en materias relacionadas con los derechos humanos y representantes de organismos internacionales. Tanto la inauguración como la clausura de este encuentro tuvieron lugar en la Catedral Metropolitana, único lugar posible para llevar a cabo un encuentro de estas características en tiempos difíciles.
Abel es hermano
de toda justicia,
de amor es su nombre.
Imborrable destino
y justo derecho,
semilla y espiga,
granada en su pecho.
Historia
Al concluir el Simposio, se acordó que cada 25 de noviembre se hiciera un acto de compromiso con la promoción y defensa de los Derechos Humanos. "Hoy, en esta Iglesia Catedral, hemos encendido una luz de esperanza en medio de un mundo que busca claridades. Continuaremos caminando al resplandor de esta luz para que nuestras acciones e inspiraciones, nuestros proyectos y deseos, renueven la esperanza entre los oprimidos del mundo entero. Cada 25 de noviembre encenderemos la llama de estos cirio para unirnos de nuevo como hoy a renovar nuestro compromiso de luchar para que todo hombre tenga derecho a ser persona", señala el compromiso asumido en el Simposio sobre los Derechos Humanos.
La cantata de los Derechos Humanos le fue encargada al sacerdote Esteban Gumucio, quien utilizó la metáfora de Caín y Abel para representar la agresión entre los hermanos. La música estuvo a cargo del joven músico, en ese tiempo, Alejandro Guarello y el grupo Ortiga
Fue estrenada en la Catedral de Santiago de Chile teniendo como narrador al destacado actor chileno Roberto Parada, en la música el grupo Ortiga, mas un Conjunto Coral dirigido por Waldo Aránguiz y un Conjunto Instrumental dirigido por Alejandro Guarello, Dirección general Alejandro Guarello.
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