Madrid- El cuadro «Santos adorando el Santísimo Sacramento», atribuido a Goya, tenía que haber salido ayer a subasta en Lamas Bolaño, en Madrid, pero la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía lo retiró el pasado viernes, según informó ayer un portavoz del Ministerio de Cultura. Según la responsable de la casa de subastas madrileña, Carmina Pertierra, la obra se encuentra en las dependencias del Museo del Prado «para ser expertizada por los conservadores del museo porque así lo ha decidido el Ministerio de Cultura». Desde el Prado, ningún portavoz pudo ayer confirmar que este cuadro haya llegado a la pinacoteca.
La obra, de 57x70 centímetros y con un precio de salida de 1,2 millones de euros, pertenece a un particular que ha aportado un certificado de autenticidad expedido por José Manuel Arnáiz y Asociados y un análisis químico de pigmentos firmado por Enrique Parra. También se adjuntan radiografías del cuadro y un estudio técnico-científico de Antonio Perales, señala la casa de subastas, cuya responsable aseguró que nunca antes había salido a la venta este cuadro.
«El propietario se ha quedado extrañado por esta decisión», aseguró ayer Pertierra sobre la retirada de esta obra. Además, dijo que no descarta que por parte del Ministerio de Cultura exista «interés» de comprar el óleo. Ayer no quiso precisar la procedencia de la obra. Se limitó a decir que «Santos adorando el Santísimo Sacramento» nunca ha salido al mercado, que es un cuadro es inédito y que el propietario es un particular de Madrid.
La obra representa una escena religiosa en la que aparecen a un lado San Pedro Apóstol y San Andrés. A la derecha, San Isidro Labrador y su esposa Santa María de la Cabeza. Y entre ambos grupos figura una pequeña imagen de la Purísima Concepción. Lamas Bolaño también destaca que el cuadro tiene una «pincelada rica en materia que recuerda a la del boceto de “Aníbal pasando los Alpes”, pintado hacia 1771 y propiedad del Museo de Bellas Artes de Zaragoza». Asimismo define el óleo como «una composición poco frecuente, con una imaginación creadora fuera de lo común y algunos defectos en el dibujo, todo ello producto de su temprana etapa».
Hace unos días, la Policía intervino un cuadro Velázquez en una operación en varias ciudades. En aquella ocasión se trataba de una falsificación presentada como «Retrato de Felipe IV». Dicha obra se iba a vender por 900.000 euros.
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