Monseñor Fernando Chomali Garib, Obispo Auxiliar de Santiago, fue nombrado por Benedicto XVI como miembro ordinario de la Pontificia Academia para la Vida de la Santa Sede. La noticia fue dada a conocer hoy jueves 2 de agosto en Roma.
Monseñor Fernando Chomali ya se desempeñaba como miembro “correspondiente” de esa academia, por lo que le tenía una labor asesora en materia de difusión. El carácter de miembro ordinario implica una titularidad en el cargo y mayores responsabilidades.Monseñor Chomali viajará próximamente a Roma para recibir los signos propios de su calidad de miembro titular de la Pontificia Academia para la Vida, a la que ya pertenecen otros dos chilenos: los médicos Patricio Ventura-Juncá y Alejandro Ceroni.
En el caso de Monseñor Chomali, es la primera vez que se nombra en Chile a un obispo en una Academia Pontificia con esta responsabilidad.El Obispo Auxiliar de Santiago se mostró muy contento por este nombramiento “porque me permite colaborar de una manera mucho más estrecha con la misión que la Santa Sede hace en la promoción y defensa de la vida humana y su dignidad. Es un acto de gran confianza del Santo Padre hacia mi persona y espero responder adecuadamente”, dijo el prelado.
La Academia por la Vida
¿Qué responsabilidad implica ser miembro ordinario de la Pontifica Academia para la Vida?
Los miembros ordinarios son un grupo de 50 personas de todas partes del mundo, que están muy atentas a todos los temas que van aconteciendo en materia de la vida y que participan en todas las actividades que allí se realizan en la difusión, promoción y enseñanza de la Iglesia en estas materias.
Desde su perspectiva pastoral y de su conocimiento especializado, ¿qué pasa en la sociedad global que el valor de la vida está tan amenzado?La razón última es que hemos perdido el reconocimiento de que somos seres creados, dependemos de Dios. Una sociedad que prescinde de Dios, que no reconoce a Dios como parte de la realidad, termina necesariamente yendo en contra del propio hombre. Y eso es lo que ha pasado. Hoy día la vida se entiende en términos de gozo, de eficiencia, de eficacia, pero no se entiende en términos de donación, de servicio. Por lo tanto, en este contexto, hay vida de primera categoría y vida de segunda categoría. Y las vidas consideradas de segunda categoría son aquellas que terminan siendo abortadas o tratadas como mero material de desecho, como los embriones sobrantes en la fertilización “in vitro”. O los ancianos, los gravemente discapacitados, que son gravemente discriminados y muchas veces eliminados.
En el caso de las campañas del sida, ¿cuáles son los elementos de esas campañas que atentan contra la vida?
En primer lugar, banalizan absolutamente la sexualidad humana y la despojan totalmente del amor humano. En segundo lugar, como método en sí mismo es ineficaz y, por lo tanto, se invita a las personas a tener actitudes que pueden atentar contra la vida. En tercer lugar, no confían en las personas, confían más en un pedazo de látex que en el comportamiento de las personas.
Este nombramiento ¿le da mayor autoridad a usted y a la Iglesia en Chile en su tarea de defensa y promoción de la vida?
Absolutamente. Como miembro titular de la Academia por la Vida, como Obispo que soy, tengo una gran responsabilidad para promover y enseñar el magisterio de la Iglesia Católica en materia de bioética, y voy a estar muy preocupado porque así sea.
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