El Papa Benedicto XVI ha nombrado al italiano Paolo Pecci como nuevo jefe de la iglesia católica rusa en un intento de mejorar las relaciones con la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR), informa hoy el diario 'Kommersant'.
Pecci, hasta ahora rector del seminario de San Petersburgo, será el encargado de tender puentes con la IOR con vistas a organizar una futura visita del pontífice a territorio ruso, sueño que Juan Pablo II nunca vio cumplido.
El italiano, de 45 años, sustituye al arzobispo de Moscú, Tadeusz Kondrusiewicz, de 61, que llegó a Moscú meses antes de la desintegración de la Unión Soviética (1991), cuando únicamente existía una iglesia en funcionamiento.
El bielorruso Kondrusiewicz, de origen polaco como la mayoría de sacerdotes católicos en Rusia, reconstruyó de sus cenizas la comunidad católica rusa, que cuenta actualmente con unos 600.000 feligreses, aunque sigue siendo una minoría en comparación con ortodoxos, musulmanes y judíos.
Benedicto XVI ha enviado al hasta ahora arzobispo de Moscú a Bielorrusia, donde Kondrusiewicz estuvo ya destinado a finales de los años 80 del siglo XX y el catolicismo es la segunda confesión religiosa.
Según la prensa rusa y vaticana, el origen polaco de muchos de los representantes católicos en Rusia ha sido un obstáculo para el entendimiento entre ambas iglesias.
Pecci, que no asumirá el cargo hasta el 27 de octubre, tiene un gran conocimiento de la situación de la comunidad católica en Rusia, ya que trabajó como sacerdote durante cinco años en Novosibirsk (Siberia).
El portavoz de la IOR, Vsevolod Chaplin, señaló que el nombramiento de un nuevo jefe de los católicos rusos era 'un asunto interno' del Vaticano.
El Patriarcado de Moscú expulsó en 2002 a cinco sacerdotes católicos después de que el Papa polaco Karol Wojtyla decidiera reorganizar su estructura en Rusia con la creación de cuatro diócesis.
No obstante, las relaciones entre ambas iglesias han mejorado sensiblemente desde la elección como Papa del cardenal Ratzinger, cuyo talante conservador en materia de moral religiosa ha sido alabado por el Patriarca ruso.
En marzo pasado tuvo lugar el primer encuentro entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el papa Benedicto XVI, lo que despertó grandes esperanzas entre los católicos rusos.
A diferencia de China, que tampoco pudo ser visitada por el anterior Papa, Rusia sí mantiene relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Fuente: El Periodista Digital
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