"¿Con quién puedo comparar a los hombres del tiempo presente? Son como niños sentados en la plaza, que se quejan unos de otros: "Les tocamos la flauta y no han bailado; les cantamos canciones tristes y no han querido llorar.'' Porque vino Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y dijeron: Está endemoniado. Luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe y dicen: Es un comilón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Sin embargo, los hijos de la Sabiduría la reconocen en su manera de actuar".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Tanto Juan el Bautista, en su austeridad, como Jesús, festejando y viviendo plenamente, son modelos de sabiduría. El servicio de Dios llega en distintas formas, con una característica: son todas entregadas con amor.
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