Bajo el lema “Caminos de felicidad para los separados y participación eclesial”, el sábado 25 de agosto, se desarrolló la II Jornada de Reflexión para separados organizada por el Área de Pastoral Familiar de nuestra Zona junto a otros organismos de nuestra Iglesia de Santiago. Al encuentro asistieron cerca de 60 personas, en su mayoría pertenecientes a colegios católicos de Santiago y a comunidades parroquiales de nuestra Arquidiócesis. Durante el encuentro, los participantes provenientes de Maipú y Machalí manifestaron su interés por promover a nivel comunal talleres de este tipo. En particular considerando que tienen como principal finalidad entregar a los separados las herramientas para superar, bajo la perspectiva de la fe, una ruptura matrimonial.
Un llamado a no sentirse excluidos
Durante el encuentro Lucía Santelices, Subdirectora de Investigación y Docencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, expuso el tema “Ser feliz a pesar de tu separación”. En su ponencia, la académica preguntó a los presentes si el amor es un obstáculo para amar, recordándonos que el amor humano no puede limitarse a la relación en la pareja. Interpeló a los separados a mirar su interioridad y a asumirla, haciendo uso del silencio sustancial, que no es más que la disposición de ponernos en la presencia de Dios. Finalmente, Lucía Santelices se refirió a los obstáculos que nos impiden vivir este proceso y a los grandes desafíos que debemos enfrentar, principalmente, llegar a comprender que el dolor se transforma en camino de crecimiento.
La jornada concluyó con la intervención del P. Fernando Vives, Vicario de la Zona Cordillera. El sacerdote recordó cómo el bautismo nos hace hijos de Dios y que la separación no nos quita este regalo. “Nuestro bautismo no desaparece. Por lo tanto, como bautizados, seguimos siendo hijos de este Padre que nos ama y, participamos de su Iglesia; somos parte de ella”, expresó. Nora Oñate, encargada del Centro Pastoral para Familias Incompletas (Cepafi) se mostró satisfecha con la convocatoria. “A pesar del frío matinal, el encuentro tuvo una evaluación positiva. La gente participó y dejó sus comentarios”, acotó.
Dentro de las ideas y sugerencias recogidas en el encuentro destacan: “Es esencial saber el mensaje concreto de la Iglesia para los matrimonios rotos”; “Resulta muy valioso ver en actividad a nuestra Iglesia y a la Pastoral Familiar respecto al tema”; “Hacer un taller para sacerdotes y párrocos y publicitarlo para que los fieles lo conozcamos”, entre otras proposiciones.Nora Oñate recordó, finalmente, que organizar anualmente jornadas de reflexión como ésta es hacer presente la preocupación de la Iglesia Católica por todos aquellos fieles que han experimentado el dolor de una separación, demostrándoles que el Señor no los abandona y que su Iglesia no los excluye
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