Wednesday, October 22, 2008

El día en el que la crisis me llamó por teléfono

Les confieso que me fastidia ser profeta de cualquier desgracia, pero aún más me duele el haberlo sido de mi propia desventura. Me explico: hace unos cuantos días hablaba yo en este blog que la crisis – por lo menos tal como yo la veía desde esta perspectiva tan particular que es la de un humilde rincón africano – no era que bajaran los índices del Ibex o del Dow Jones. Tampoco es la verdadera crisis cuando una familia no alcanza para comprar un yogur bífidus estilo griego con pasas orgánicas y ultraligero de calorías (ingrediente como todos sabemos imprescindible en cualquier dieta que se precie de ser sana y moderna). No señores, la verdadera crisis es cuando llega el final del dia y – por obra y gracia de la escalada de precios de los alimentos básicos – la magra liquidez del padre o madre de familia no alcanza ni siquiera para comprar un poco de pan, unas mazorcas de maíz o unos gramos de carne que den sabor a un desangelado estofado de escasas verduras. Ésa es la verdadera crisis, por mucho que se quejen los de Wall Street – y los que dependen de sus resultados – de lo crudo que lo tienen dentro de su opulencia y su flamante estilo de vida..


Yo, sin duda en una posición infinitamente mejor que esos sufridos cabezas de familia, también he podido experimentar la crisis cada vez que he ido a comprar algo y me he dado cuenta que en algunos casos la subida de un cierto producto podía ser de hasta un 50%, una cota realmente inalcanzable para la mayoría de las economías domésticas de este continente. Sin embargo, hoy la crisis me ha llegado de una manera mucho más directa y personal; incluso osaría decir que la crisis me ha llamado hoy por teléfono. Durante los últimos cinco años he sido corresponsal del programa “África Hoy” de Radio Exterior de España en África del Este. Durante todo este tiempo y desde los rincones más diversos que uno se pueda imaginar, he ido preparando semanalmente un tema de la región que fuera interesante para los oyentes de habla castellana repartidos por todo el mundo. De alguna manera – aunque tengo que reconocer por el gusto con el que lo hacía que era un hobby más que un trabajo a tiempo pleno – me sentía muy satisfecho de poder ser un puente entre dos mundos completamente diferentes y de poder compartir directamente con los oyentes mis impresiones de lo que he visto y vivido en África en los últimos años, ya fueran historias curiosas, humanas, o de rabiante actualidad. Sé que, como yo, había también un puñado de personas – entre los que se encuentra también mi colega de blog José Carlos Rodríguez – que, por vivir en África o por ser africanistas de renombre, aportaban semanalmente su granito de arena para hacer el programa interesante, informativo y entretenido.


Hoy, sin anestesia ni previo aviso de ningún tipo, recibo una llamada de la persona encargada del programa para decirme que los responsables de la emisora han decidido abaratar costes y por tanto han tomado la decisión de eliminar todas las colaboraciones semanales por lo cual la de esta semana será la última. Yo sé que esta persona ha hecho lo que está en su mano para poder defender nuestra permanencia pero lo que al final se ha impuesto ha sido la implacable tijera presupuestaria y hemos rodado las cuatro o cinco cabezas que – unidas a otros recortes – harán posible que se reduzcan los gastos del ente público.


Por un lado, no me duele en absoluto unir mi destino al de muchas otras personas y acompañar así humildemente a tantas familias que ven cómo tienen que apretarse el cinturón ante las nuevas circunstancias económicas, aunque a decir verdad si me comparo con ellos, creo que yo soy mucho más afortunado al perder una pequeña aportación económica que si hablamos de un padre o madre de familia que pierda un sueldo entero del cual dependa toda una caterva de niños u otros familiares. Lo mío es más bien anecdótico... porque podré sobrevivir y no voy a terminar en la calle. Lo de esta familia es una verdadera tragedia que no tiene nombre y que sin duda marcará los destinos de muchas personas, especialmente de los niños en edad escolar.



Por otro lado, creo que esta decisión refleja también las prioridades informativas de cualquier institución, agencia u órgano de comunicación. Caemos todos los que colaboramos en un programa sobre África que obviamente no es una prioridad para una emisora española que tiene otros intereses geoestratégicos. Seguro que los puestos de los corresponsales que cubren las noticias de Wall Street, de las elecciones de Estados Unidos o de las noticias de la Unión Europea en Bruselas no habrán tenido el mismo destino que los nuestros. El dinero manda y las pequeñas noticias de África son peccata minuta en comparación con los titulares que nos siguen deparando las turbulencias económicas del momento desde los centros de decisión, donde se mueve el cotarro internacional. Obviamente, las noticias de los “arrabales del mundo” interesan y se venden bastante poco, así que hay que cortar por lo sano.


Yo, con la supina obstinación y terquedad que me caracterizan, no quiero permitir que esta decisión afecte a mi entusiasmo a la hora de transmitir la riqueza y los desafíos de África ya que creo que éstos pueden ayudar en gran manera para que todos nos enriquezcamos más – obviamente no desde una perspectiva monetaria pero sí humana – y lo digo totalmente convencido porque no me queda la menor duda que muchas de las cosas que pasan en este África de hoy pueden dar mucho más sentido a nuestra rutina de países occidentales, una rutina a veces cansada, manida y en ocasiones decadente en valores y en frescura.


Si no es posible seguir haciendo esto a través de la radio, continuaré con el blog, con cualquier colaboración escrita y con los medios que pueda tener a mi disposición para proseguir humildemente esta para mí apasionante aventura de acercar el mundo africano a aquellas personas de lengua castellana que quieran seguir siendo interpeladas por esta realidad tan cercana y al mismo tiempo tan diferente. Y la crisis... ¡¡que se joda!!


Alberto Eisman
Del blog "En clave de África"
Periodista Digital

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