El teólogo brasileño Leonardo Boff, uno de los padres de la Teología de la Liberación, visitará el próximo 1 de junio la parroquia de San Carlos Borromeo de Madrid, amenazada de cierre por el arzobispado de la capital de España.
La asamblea de esta parroquia entregó hoy en la sede el arzobispado 2.000 nuevas firmas en contra del cierre del templo y confirmó la visita de Boff a una comunidad católica que en las últimas décadas se ha caracterizado por su apoyo a los marginados.
El portavoz de la asamblea, Juan Carlos Sánchez, confirmó a Efe que el teólogo brasileño "se acercará" a San Carlos Borromeo para "encontrarse con la realidad de la parroquia y del barrio y ofrecer su apoyo a la causa" de la iglesia del barrio de Entrevías.
Boff participará en las charlas y conferencias que los días 1, 2 y 3 de junio se celebrarán en el templo, así como en el "festival y las actividades para los chavales" previstas para fin de semana.
Sánchez explicó que la organización ya ha entregado un total de 10.000 firmas en el arzobispado, durante cinco viernes consecutivos, lo que supone un total de 10.000 "signos de apoyo" procedentes de ciudadanos, colectivos, parroquias y comunidades cristianas.
La asamblea ha convocado hoy un "encuentro de oración" en la iglesia de Santa María del Buen Aire, en el vecino barrio de Moratalaz, a la que asistirán varias parroquias, individuos y comunidades cristianas bajo el lema "Unidos en la diferencia".
"Con esta iniciativa tratamos de poner de manifiesto que en la Iglesia podemos convivir personas con distintas ideas bajo una fe común", declaró el portavoz.
La decisión del cardenal arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela es disolver la parroquia de San Carlos Borromeo y que un centro de la organización Cáritas se haga cargo de la labor social de la zona, lo que causó una fuerte controversia social en España.
Los parroquianos denuncian que la acción del arzobispado es en realidad un ataque contra los tres sacerdotes a cargo de la parroquia por su falta de respeto ante las normas litúrgicas básicas.
Estos párrocos ofician en ropa de calle, abren las puertas al culto islámico (dado el gran número de inmigrantes de esta religión que viven en el barrio) con misas cristiano-musulmanas y ofrecen absoluciones colectivas.
En algunas ocasiones, aseguran los parroquianos, los sacerdotes han llegado a cambiar las hostias consagradas por rosquillas, más nutritivas en los fríos invernales.
Los feligreses de San Carlos Borromeo, que se han adueñado de las llaves del templo en un gesto más simbólico que efectivo, subrayan que están dispuestos a resistir la que consideran una "agresión" contra su manera de entender la fe.
Fuente: El Periodista Digital
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