En aquellos días, después de una fuerte discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros: "Hermanos, desde los primeros días, como sabéis, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué provocáis a Dios ahora, imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús." Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles."
¿Qué me está diciendo el Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
En esta escena encontramos un drama. Los discípulos no sabían cómo se iba a manejar el conflicto entre la visión del fuerte grupo de judíos de Jerusalén, y el grupo de entusiatas apóstoles, sobre si acoger o no a los gentiles.
¿Cuánto de la Ley Judía - la circuncisión, los ayunos, el contacto con los gentiles - debería haber continuado en la Iglesia?
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