Que Dios sea el centro de nuestra alegría

“Nuestra presencia como discípulos y misioneros ha de estar entre los migrantes, los niños de la calle, entre los encarcelados, en la defensa de la naturaleza”, afirmó Monseñor Angélico Sándalo Bernardino, Obispo de Blumenau (Brasil) al explicar las perspectivas que se están reflexionando en la elaboración del Documento Final y del Mensaje Conclusivo, esta mañana en rueda de prensa. Destacó que con esta V Conferencia General se busca que la Iglesia sea una auténtica discípula de Jesús, donde todos sus miembros: obispos, sacerdotes, religiosos laicos y laicas sean sus fieles seguidores.

En cuanto a la Misión, recordó que su propósito será que todos y todas tengan Vida y la tengan en abundancia. Recordó la urgencia de la presencia de los discípulos y misioneros de Cristo entre los nuevos areópagos, en el campo político y público, comunicando el Reino de Dios que también es Justicia Social en la vida misma, la familia, la defensa de la creación, la participación y el reconocimiento del rol de las mujeres, la responsabilidad de los padres de familia, la salud de los enfermos…, recalcó.En este sentido, destacó que el documento final que se encuentra en preparación habla muy bien de los esfuerzos y trabajos de muchos cristianos.

Sin embargo, subrayó que el actual modelo de Parroquia tiene que renovarse, integrando a las comunidades, a los laicos y laicas en la toma de decisiones y en las responsabilidades pastorales.A su vez, enfatizó que la misión estará orientada fundamentalmente a los bautizados que están lejos de la Iglesia y no participan en las comunidades, como también hacia aquellos otros que nunca conocieron a Jesús…

Comentó: “los nombres de los mártires seguramente no aparecerán en el Documento final. Pero nadie duda que su ejemplo de entrega deba seguir siendo un ejemplo a imitar”…Además, agregó que, hay temas que deberán ser abordados en otros espacios: “Queremos entonces hacer un mensaje de ESPERANZA. Vamos a proclamar que somos hijos e hijas de Dios. Queremos que Dios sea el centro de nuestra alegría.”