Cientos de miles de peregrinos colapsaron hoy los accesos al santuario de Fátima para asistir a las conmemoraciones del 90 aniversario de la aparición de la Virgen, que se inicia esta noche con una fervorosa y multitudinaria vigilia.
Las autoridades policiales y religiosas tuvieron que adoptar medidas especiales ante los atascos de tránsito y la saturación de los estacionamientos del complejo religioso, donde se espera una afluencia récord de más de medio millón de visitantes.
Además de los devotos portugueses, que acuden por millares a cada fecha señalada del santuario, han acudido a Fátima viajeros procedentes de medio mundo para asistir a las celebraciones.
El acto central es una misa solemne y concelebrada por autoridades eclesiásticas el domingo, pero además hay numerosas actividades relacionadas con la fe mariana y con las apariciones de la Virgen a los tres niños pastores en 1917.
Van desde la presentación de una "Enciclopedia de Fátima" de más de 600 páginas hasta una representación teatral sobre uno de los tres niños, la hermana Lucía, que falleció el año pasado.
A falta de la asistencia del papa Benedicto XVI, de viaje apostólico en Brasil y cuya presencia deseaban los fieles lusos, las conmemoraciones serán presididas por ex Secretario de Estado vaticano y actual decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano.
El representante papal dio a conocer hoy un mensaje del Pontífice antes de presidir la bienvenida a los peregrinos en la Capilla de las Apariciones, primero de los actos de la jornada que concluye con la tradicional Procesión de las Velas y una eucaristía.
El gobierno portugués ha dispuesto medidas especiales de seguridad para los actos, que incluyen a medio millar de efectivos de la Guardia Nacional Republicana, cuya principal tarea fue hoy organizar la masiva llegada de fieles a Fátima, cuyos hoteles, servicios e instalaciones estaban ya completamente llenos.
El teniente coronel Vítor Lucas informó de que se había tomado la decisión de no permitir la entrada de más vehículos al área urbana de Fátima, abarrotada de automóviles.
Mañana se cumplen también 40 años de la primera visita al santuario de un papa, Pablo VI, al que siguió Juan Pablo II, que acudió tres veces a Fátima, en 1982, 1991 y 2000, y beatificó a Jacinta y Francisco, los dos niños pastores muertos a temprana edad.
El papa polaco atribuyó a la Virgen de Fátima su salvación en el atentado que sufrió en 1981, que estaba relacionado con uno de los famosos misterios revelados en las apariciones.
La bala que le hirió fue incrustada en la corona de la imagen de Fátima, a la que el domingo rendirán culto los devotos con un rezo colectivo del rosario.
La devoción por Fátima nació el 13 de mayo de 1917, cuando en el descampado conocido como Cova da Iria, a 141 kilómetros de Lisboa, los niños pastores Lucía do Santos, de 10 años, y sus primos Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7 años, vieron a la Virgen, que se les volvió a aparecer varias veces en los meses siguientes.
Los niños narraron que María les había hecho varias revelaciones -desveladas años después por Sor Lucía y relacionados con la devoción mariana-, como el final de la Primera Guerra Mundial y el inicio de la Segunda, la muerte prematura de los dos primos, la conversión de Rusia y el atentado contra Juan Pablo II.
Para las conmemoraciones de este año no ha podido estar lista la nueva Iglesia de la Santísima Trinidad, que con un presupuesto de 45 millones de euros será inaugurada en la conmemoración del aniversario de otra aparición, la del 13 de octubre, y tendrá una capacidad de 9.000 personas.
La actual Basílica de Fátima fue inaugurada en 1953 para ampliar el lugar de culto abierto primero como una pequeña capilla pero que ahora ya ocupa ocho hectáreas.
Su devoción se mantiene muy viva en Portugal, que registró en 2006 más de cinco millones de visitantes al santuario y cuya población, según una encuesta publicada en la prensa, cree en un 70 por ciento en las apariciones.
Fuente: El Periodista Digital
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