sin pagarlo. Al contrario,
trabajamos y luchamos día y noche
para no ser una carga a ninguno.
Cuando estuvimos entre ustedes
les dimos esta norma:
el que no quiera trabajar, no coma".
(2 Tesalonicenses 3, 8, 10)
Señor, yo quiero cumplir con la norma
de Pablo, tu apóstol.
Por eso inicio mi trabajo
invocando tu nombre y bendiciéndote,
para ganarme el pan de cada día
y para que tu reino crezca en esta tierra.
Amén
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