Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Pensamientos sobre el pasaje de hoy
Señor, ésta era tu propia gente, ciudadanos de Nazaret. ¿Por qué pensaban que estabas loco? Dejaste un trabajo seguro como carpintero, te hiciste enemigo de los líderes religiosos de Israel, y juntaste un variado y poco promisorio grupo de personas a tu alrededor. No parecías tener un buen futuro, y tu familia estaba preocupada.
Hoy sigues siendo una persona inquietante, desafiando los valores convencionales, empujándonos para avanzar más allá de nuestra agenda de sobrevivencia, hacia una pasión por la justicia y el amor.
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