Marcos 16, 15-18
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Proclamad el Evangelio a toda la creación, dijo Jesús. Estamos recién comenzando a ver en qué pequeño mundo vivimos, y cuán dependientes somos unos de otros. Este es un frágil planeta, del cual somos los administradores. A diferencia de las generaciones que nos precedieron, sabemos ahora como los hielos polares, la capa de ozono, la corriente de El Niño, afectan la vida diaria de toda la humanidad. Nuestras mentes se asombran a medida que conocemos mejor esta maravillosa tierra, nuestras responsabilidades hacia ella, y la inmensurable creación de la cual somos parte.
Señor, abre mi mente a tu inmensidad.
De Espacio Sagrado
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