Friday, October 24, 2008

Meditando con los santos y beatos del día: S. ANTONIO MARÍA CLARET



Hoy, 24 de octubre, la Iglesia conmemora a SAN ANTONIO MARÍA CLARET quien falleciera en un día como hoy de 1870 en Fontfroide, Francia. Nacido en 1807 en Sallent, Cataluña, España, fue fundador de la Congregación de los Hijos del Corazón Inmaculado de María, los "Claretianos" y del Instituto Apostólico de María Inmaculada, inspirado en la Regla de San Benito. En 1950 el Papa Pío XII le inscribió en el libro de los santos.



Hoy también la iglesia conmemora a la BEATA EUGENIA RAVASCO quien descansara en el Señor, en Génova, Italia un 30 de diciembre de 1900. Nacida en 1845 en Milán, Italia, fue fundadora de la Congregación de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. En el 2003 Juan Pablo II le dio el honor de los altares. Soñaba con poder ir a las Misiones, lo que no se concretó sino hasta después de su muerte cuando el mismo Juan Pablo II firmó el Decreto de aprobación del milagro, de la curación de la niña Eilen Jiménez Cardozo de Cochabamba en Bolivia. Unidos, pues, a las Iglesia de Bolivia y a la Congregación Claretiana, brindemos nuestro sincero aplauso a la beata Eugenia Ravasco y a San Antonio María Claret.


Meditación


QUERIDO SAN ANTONIO MARÍA CLARET: empieza tu aventura hacia el Señor cuando ingresas a la Compañía de Jesús, camino que no puedes continuar por tu estado de salud. Tú, sin embargo, continúas tus estudios hacia el sacerdocio logrando ordenarte a los 28 años de edad. Tu dedicación principal desde entonces fue la actividad misionera, la formación del clero y el apostolado de la Prensa. Sin embargo, un hecho nunca vislumbrado fue determinante en tu vida. Eres nombrado arzobispo de Santiago de Cuba, a propuesta de la Reina Isabel de España. Aquí permaneces siete años, dejando una inolvidable estela de servicio y amor. Hombre de gran coraje y visión de Dios, condenas la esclavitud de los negros e impulsas su formación lo que, como era de esperar, motivó la reacción de los propietarios de las plantaciones que explotaban a los negros y la de los políticos anticlericales, por lo que se empieza a tramar en tu contra, salvando milagrosamente de un atentado. Llamado nuevamente por la reina fuiste nombrado su confesor y presidente del Escorial, período que aprovechas para consolidar a tus religiosos, y haciendo reconocer oficialmente a las congregaciones por tí fundadas. Participas, así mismo, en la preparación del Concilio Vaticano I y, precisamente, yendo un día a una de sus reuniones, el Señor te llamó para darte el premio de tus fatigas. San Antonio María Claret, gracias por dejarnos tu gran espíritu misionero, que aún enciende tantos corazones.

No comments: