Desde un Santiago, nublado nuevamente, saludamos a los que ingresan a este blog deseando que el Señor de la Vida los acompañe en este nuevo día.
La noticia del día de ayer fue que "El Papa Wojtyla da un paso más hacia los altares" y para quienes no la leyeron pueden verla aquí
Al iniciar este encuentro lo hacemos con una oración de José Correa sj, tomada del libro "oraciones para gente ocupada"
"La soledad del hombre...
oprime su corazón"
Sabiduría
Señor, en el fondo, cada persona vive sola.
Pienso en la soledad de los ancianos,
para quienes us mundo ya pasó.
Sus amigos han partido.
Son las últimas hojas de un helado otoño.
La soledad de los enfermos en los hospitales.
Soledad blanca, lejos de los suyos.
Sólo acompañada por el dolor y el insomnio.
La soledad de los presos.
De los exiliados, siempre entre personas extrañas,
lacerados por la nostalgia de la patria.
Vivimos rodeados de gente.
en el metro, en el camión, en el trabajo,
en la calle. Nos cuesta avanzar
a tropezones entre la multitud.
Pero caminamos, extraños, ajenos, indiferentes
a nuestro mundo interior, personal.
A veces, aún entre los familiares, se vive solo.
Habitamos bajo un mismo techo,
nos sentamos a la misma mesa.
Pero, ¡qué lejanos estamos unos de otros!
Lo más personal, lo más íntimo,
es incomunicable.
Si torpemente logro expresarlo,
no recibo la respuesta esperada.
Señor, Tú también conociste la soledad,
la incomprensión aún de parte
de tus discípulos durante tu vida.
Más agudamente en tu pasión.
Hasta el Padre te parecía ausente.
Por algo gritaste: "Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?
Tú, que te comprometiste con todo lo humano,
no nos abandones en las horas negras.
Dame tu mano en medio de mi soledad
Que tengan un buen día, en compañía del Señor
Roberto y Ruth
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