El Cardenal Ricardo Ezzati, Gran Canciller de la P. Universidad Católica de Chile, me recibió en su oficina el jueves 12 de marzo para comunicarme que no renovaría la “misión canónica”, la cual me permite ser académico de la Facultad de Teología. Como consecuencia, debo abandonar mi docencia en la PUC. En esta decisión nada tiene que ver la dirección de la Facultad, que, por el contrario, pidió la renovación de mi “misión canónica”. Hace tres años Mons. Ezzati me dio este permiso en el entendido que yo guardaría fidelidad al Magisterio. Esta exigencia, ni antes ni ahora, ha sido para mí un problema. Estoy absolutamente convencido de que la revelación de Dios, viva y multifacética en la tradición de la Iglesia, tiene una fuerza humanizante extraordinaria y, por ende, una enorme actualidad.
La única justificación aducida por Mons. Ezzati para esta medida es una tensión entre mi libertad académica y la libertad de la Facultad para tenerme a mí entre sus profesores. Según entendí, él estima que hay algunos alumnos que no estarían preparados para asistir a un curso de Trinidad y Cristología como el que yo imparto por una razón más bien pedagógica. No me hizo ningún reparo doctrinal. De haberlo habido, era ese el momento de plantearlo. Mons. Ezzati me recomienda desempeñarme como teólogo en algún lugar donde pueda hacerlo sin tensión.
Me llamó la atención la razón invocada. Le expresé que nunca los alumnos se habían quejado por haber ejercido mi libertad para enseñar. La evaluación que ellos han efectuado después de los cursos, que se me ha comunicado oficialmente, ha sido en veinte años de docencia consistentemente positiva. Muchos son los estudiantes que se han mostrado agradecidos de la forma como he enseñado. Doy mis cursos mostrando en qué consiste la fe de la Iglesia, obviamente teniendo en cuenta el legítimo debate que dentro de la ortodoxia se establece entre los teólogos, tomando yo mismo posición en las materias controvertidas. Me parece decisivo que el dogma de la Iglesia esté al servicio de una evangelización que atienda a los signos de los tiempos y que, por tanto, se haga cargo del sufrimiento de nuestros contemporáneos y de cómo Dios los va orientando en sus vidas.
Tampoco la dirección de la Facultad, en estos veinte años, me ha manifestado molestia alguna por esos conceptos. Los decanos me han felicitado por mi trabajo. Valoran la pasión con que trato de comunicarme. Solo con ardor se puede hablar de la pasión de Cristo. Nunca he recibido de ellos un solo reparo ni por mi ortodoxia ni por otras razones.
Me duele esta decisión por mí y por la universidad. Pertenezco a mis colegas y a mis alumnos. Siento por ellos un enorme afecto. Juntos hemos estado trabajando por hacer inteligible el Evangelio a la gente de nuestro tiempo. No creo que en una universidad se pueda enseñar sin libertad. Por cierto en el decreto de la “misión canónica”, otorgada por el mismo Mons. Ezzati hace tres años atrás, se me dice: “gózase de libertad académica en la docencia y la investigación”, teniendo en cuenta evidentemente el Magisterio en general, y en particular el del Arzobispo y del Romano Pontífice, lo cual he observado lealmente. No hago pública esta declaración para perjudicar a M. Ezzati. De la defensa de mi honor como teólogo y profesor universitario depende el respeto a mis colegas y la formación de mis alumnos.
Espero a futuro seguir como siempre: expresándome con libertad, porque “para la libertad nos liberó Cristo” (Gálatas 5,1).
Jorge Costadoat S.J.
16 comments:
Esta Iglesia está llena de contradicciones. Y sólo me recuerda a las malas decisiones que se toman a puestas cerradas, sacrificando a muchos por el beneficio de pocos, como se hizo hace unos días en mi ciudad Osorno.
Lamentable.
Tremenda declaracion q habla de tu compromiso con una Iglesia abierta, amorosa y preocupada de su pueblo
Desde mi ignorancia reacionaria...me vuelvo a revelar con el poder eclesial...
Lo único que veo en esto, siendo muy miope y limitado, un gran MIEDO, desde la óptica de Ezzati...
Tapar el sol con el dedo, me parece una tarea inútil,estéril y estúpida...
Como dice la canción..."caerán los que oprimían la esperanza de mi púeblo..."
solidaridad, y esperanza Dom Jorge...
Toda mi soldaridad querido Coco. Lamento, como muchos, esta decision incomprensible que genera una mayor distancia aun con la jerarquia de la iglesia. Un abrazo!
Artista del espíritu Coco querido. Todo mi apoyo en estos momentos. Un gran abrazo!
Frente a situaciones como esta de la arrogancia y ansias de mas poder cada dia, gracias a Dios siempre e inalterable queda JESUS SOLAMENTE,acuerdate Ezzati que "TODO PODER SE TE HA DADO DE LO ALTO", no es en absoluto merito tuyo,te lo arrogas impunemente alejado del EVANGELIO con la soberbia de gran parte de la jerarquia de una institucion creada al modo de los hombres y muy lejos de DIOS.
Gracias Jorge por tus palabras, sigue libre y transparente...
Gracias Jorge por tus palabras, sigue libre y transparente...
Lo siento muchísimo. Es una tremenda injusticia. Solo espero que al igual que otras grandes injusticias, finalmente aprendamos alguna lección.
Mis respetos y admiración por tu labor, Dios sabrá premiar tu dedicación a la doctrina de la fe, un abrazo fraterno
Coco, como Teólogo y amigo, toda mi solidaridad y afecto. Creo que una vez mas la jerarquia de nuestra Iglesia se equivoca rotundamente, lo cual me produce dolor y cuestionamiento. Un gran abrazo.
Dolor, tristeza, solidaridad, admiración, gratitud,... preguntas entre otras: Ezzati habla realmente con libertad? dijo todo lo que piensa? También una gran certeza y un gran desafío: vale la pena seguir caminando en la teología. Un abrazo y GRACIAS
Un nuevo dolor para los que vemos desmoronarse a nuestra Iglesia. Sin embargo no nos extraña esta decisión de don Ricardo Ezatti: es similar a lo ocurrido hace años atras con un sacerdote diocesano, educador notable del Liceo San José de Punta Arenas, el Padre Héctor Muñoz Brañas (q.e.p.d). a quien despidió por "no tener espíritu salesiano". Conocemos y admiramos al Padre Costadoat y seguimos orando por esta Iglesia nuestra tan herida por quienes debieran ser sus custodios leales al Evangelio de Cristo
Jorge en realidad te admiro mucho por todo lo que entregas en la búsqueda de una teología cercana y valiente, te necesitamos en la Facultad, tu reemplazante ya metió la pata en el encuentro nacional, no creo que su teología ayude mucho a nuestros seminaristas, que pena que salgas en este momento.
Ezatti...nada nuevo!
Uno más en la negra y dolorosa lista de pastores débiles y sin coraje para enfrentar la búsqueda de la verdad, administradores mediocres, hambrientos de boato y aferrados al poder terrenal, obsoletos y ridículos.
Pero quedad una certeza...jamás empañarán con su soberbia y pequeñez, la grandeza de los Esteban Gumucio, André Jarlan, Pierre Dubois, Silva Henriquez, José Manual Santos, Manuel Larrain y tantos otros, aunque mucho se empeñen en ello
Felipe González Clarke
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