Friday, March 27, 2015

Miembros de la Comisión Vaticana de Abusos, "preocupados" por la designación de Barros

Collins y O,Malley


Piden al Papa que revoque el nombramiento del obispo de Osorno


No descartan acudir a Roma para entrevistarse con Francisco o con O'Malley


Dos miembros de la Comisión Vaticana que asesora al Papa Francisco en el combate de abusos sexuales dijeron estar "preocupados y sorprendidos" por el nombramiento deJuan Barros como obispo de Osorno.
En entrevista con National Catholic Reporter, los miembros de la comisión indicaron que están considerando viajar a Roma para hablar con el Papa cara a cara sobre la materia.
"Yo sólo hablo por mí mismo o como un sub-grupo de trabajo de la comisión, todos estamos muy preocupados por lo que está pasando en Chile", dijo Peter Saunders, un miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores y víctima de abuso sexual.
Monseñor Juan Barros Madrid se instaló el sábado como cabeza de la diócesis de Osorno, Chile, en medio de las protestas en la catedral. Sobrevivientes chilenos acusan Barros de encubrir el abuso por el padreFernando Karadima, una vez reconocido líder espiritual y figura clave de la iglesia chilena que fue encontrado culpable por el Vaticano en 2011 de abusar sexualmente de menores de edad, cuando Barros era un sacerdote.
"Uno o dos de nosotros en nuestro grupo de trabajo sobreviviente están sugiriendo quevayamos a Roma para hablar con Francisco, o al menos el cardenal O'Malley", dijo.
Marie Collins, otro miembro de la comisión de abusos sexuales del Vaticano que también es fue víctima de abusos, pidió a Francisco eliminar la designación de Barros.
"Como sobreviviente, estoy muy sorprendida por lo de Chile, ya que parece ir en contra de lo que el Santo Padre ha estado diciendo acerca de no querer a nadie en puestos de confianza en la iglesia que no tienen limpio el expediente de protección de la infancia", dijo Collins.
El obispo Barros asumió el sábado recién pasado su nuevo cargo en Osorno, en medio de protestas. Esto debido a su vinculación con el sacerdote Fernando Karadima, considerado culpable de abusos sexuales.
(RD/Agencias)

Barros asume el obispado de Osorno en medio de protestas

Centenares de personas con pancartas y de luto


Para exigir con cánticos la renuncia de quien calló los abusos a menores de Karadima


Con inéditas refriegas y gritos entre partidarios y detractores, dentro y fuera de la catedral de Osorno, asumió el sábado el nuevo obispo Juan Barros, visto por algunos como un encubridor del mayor cura pederasta de la Iglesia chilena.
Tras asumir, Barros abandonó la catedralcustodiado por efectivos antimotines, mientras en las afueras centenares de personas, muchas vestidas de negro en señal de luto, demandaban la renuncia del clérigo de 58 años. Simultáneamente, algunos conductores en caravanas de automóviles con pancartas también exigían su salida.
A pesar de que la catedral de San Mateo estuvo fuertemente custodiada por policías antimotines, varios detractores de Barros ingresaron al templo con globos y pancartas negras, para exigir con cánticos y gritos la renuncia del nuevo obispo de Osorno, una ciudad 930 kilómetros al sur de Santiago. En la catedral había entre 400 y 500 personas.
A la ceremonia asistieron sólo 15 de los 35 obispos de la Conferencia Episcopal de Chile y una veintena de los 35 sacerdotes de la ciudad, y se ausentaron todas las autoridades de Osorno, además casi todos los laicos.
El nuevo obispo de Osorno es rechazado por las acusaciones de que encubrió abusos sexuales del peor cura pederasta chileno. Barros fue nombrado por el papa Francisco a pesar de conocer las críticas en su contra y el rechazo que despierta.
El papa se reunió con Barros hace algunas semanas y tras conversar con él, lo reconfirmó. Lo había designado el 10 de enero, lo que despertó de inmediato el rechazo en amplios sectores del país.
La ceremonia contrastó fuertemente con un acto similar en enero, cuando asumió el obispo en Arica, monseñor Moisés Atisha. La catedral de esa norteña ciudad chilena estaba repleta con más de 2.000 personas, incluidos el cardenal, el arzobispo de Santiago y el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, así como sacerdotes, diáconos y obispos de todo el país.
Juan Carlos Claret, uno de los principales líderes de los movimientos laicos de Osorno, dijo que contra toda tradición, las puertas de la catedral estaban cerradas y los invitados a la ceremonia entraron por un costado del templo.
La idea de los detractores del obispo era manifestarse pacíficamente en el interior del templo, pero fueron reconocidos por partidarios del Barros y se iniciaron las refriegas y los gritos. Claret dijo que continuarán oponiéndose a Barros porque no le "entregaremos la diócesis en bandeja".
Las críticas a Barros obedecen a su cercanía con el cura Fernando Karadima, condenado por el Vaticano a una vida de "penitencia y oración" por abusar sexualmente de menores, manosear sus genitales y besarlos en las comisuras de sus labios. Los abusos duraron décadas, según falló la jueza Jessica González en el juicio penal que no condenó a Karadima, pese a probar los cargos, porque los delitos prescribieron por el paso de los años.
En declaraciones del sábado, el periodista Juan Carlos Cruz -quien durante su adolescencia fue una de las víctimas de Karadima- criticó al papa por ratificar a Barros pese a que fue informado "por tanta gente que ha hablado con él, sabiendo de los expedientes que hay en Roma del caso Karadima, donde Barros está mencionado".
"Yo lo responsabilizo (al papa) y como decimos nosotros (las víctimas), estamos acostumbrados a las bofetadas de la jerarquía chilena, nunca nos habíamos esperado una bofetada de parte del papa", agregó.
Las críticas al nombramiento de Barros provienen de todos los sectores de la sociedad chilena, incluido el ex presidente Eduardo Frei (1994-2000), obispos, sacerdotes y laicos.
(RD/Agencias)

Obispo Juan Barros ingresa a catedral de Osorno en medio de incidentes

Juan Barros critica a los que se opusieron a su toma de posesión en Osorno

"Hay que distinguir entre manifestarse e interrumpir una misa"


La Conferencia Episcopal chilena reconoce "errores" en el proceso


El nuevo obispo de Osorno, Juan Barros, reconoció sentirse "afectado" por la polémica que generó su designación en dicha Diócesis, que se mantuvo en agenda durante dos meses y tuvo su punto más tenso el sábado, durante la ceremonia en la que asumió.
Barros fue investido en una ceremonia realizada ese día en la Catedral San Mateo en medio de manifestaciones y contramanifestaciones, gritos, empujones y pancartas. Incluso hubo detenidos.
"Obviamente que me ha afectado el tema Karadima", dijo Barros en dicho sentido, tras sostener -el lunes- su primera reunión con el personal del Obispado.
"Una cosa es que yo haya participado en esa parroquia (El Bosque) -desde niños participábamos con mis hermanos-, pero otra cosa distinta es que haya sido testigo de esos hechos gravísimos, (con los) que no tengo ninguna relación", indicó el prelado, reiterando los conceptos que manifestó la semana pasada, cuando anunció su decisión de asumir, pese a los cuestionamientos y las acusaciones que lo acusan de encubrir al cura Karadima.
Según informa hoy el diario El Mercurio, Barros también tuvo palabras críticas para quienes protestaron contra él durante la ceremonia del sábado: "Hay que distinguir entre manifestarse e interrumpir una misa", alegó.
"Había personas no creyentes que no captan la grandeza de ese acto... Una persona que tiene fe reacciona frente a la palabra de Dios y lo sagrado (...) Lo principal es que saquemos enseñanzas. Estamos en Cuaresma, acercándonos a Semana Santa. Pasamos por la cruz, pero el final definitivo es Jesús resucitado", agregó el religioso, que llamó a "caminar para adelante".
Juan Barros Madrid recibió ayer también un respaldo público del arzobispo de Puerto Montt, Cristián Caro, quien lo señaló como víctima de un "aprovechamiento político"
"Existe un aprovechamiento político, porque había un grupo de parlamentarios que se meten en lo que no les corresponde", dijo Caro aludiendo a la carta firmada por 51 parlamentarios chilenos que se oponían al nombramiento y que el socialista Fidel Espinoza llevó personalmente a Roma.

En esa línea Cristián Caro acusó "un clima de batalla que fue creado artificialmente", y dijo que "eso no es sano".
"Si el nuevo obispo fue citado a declarar a nivel civil y a nivel canónico, y no hubo condena alguna, ha conversado con el papa, le ha expuesto las cosas, entonces hay que creerle", sentenció el arzobispo.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, admitió "errores" en la manera en la que se desarrolló el nombramiento y la asunción de Juan Barros.
Las protestas registradas en la ceremonia "son el desenlace de un proceso que se dio con mucha dificultad", reflexionó Coiro.
"(A los feligreses de Osorno) no fuimos claros en decirles desde enero que el tema no nos era indiferente. (Al no hacerlo) parecía que no nos dolía", dijo Coiro.
"En un clima tan tenso, recomponer confianzas es un desafío permanente en la Iglesia", planteó el diácono.
(RD/Agencias)


Members of Vatican abuse commission question Francis' inaction in Chile


ROME
Two members of the new Vatican commission advising Pope Francis on clergy sexual abuse say they are both concerned and surprised at the pope's decision to appoint a bishop in Chile who is accused of covering up abuse, even witnessing it while he was a priest.
Speaking in brief NCR interviews Thursday in personal capacities, the commission members also said some in their group are considering traveling to Rome to speak to the pope face-to-face on the matter.
Bishop Juan Barros Madrid was installed Saturday as head of the diocese of Osorno, Chile, amid protests in the cathedral. Chilean survivors accuse Barros of covering up abuse by Fr. Fernando Karadima, a once-renowned spiritual leader and key Chilean church figure who was found guilty by the Vatican in 2011 of sexually abusing minors, when Barros was a priest.
"I am only speaking for myself, but as a working sub-group of the commission, we are all very disturbed by what is going on in Chile," said Peter Saunders, a member of the Pontifical Commission for the Protection of Minors and a survivor of abuse.
Referring to different sub-groups of the commission working on recommendations for Francis on the church's abuse measures, Saunders said he is part of a commission working group of survivors who together are considering the trip to Rome.
"I am gravely concerned about this issue," said Saunders, who is also the founder of the U.K.-based National Association for People Abused in Childhood. "One or two of us on our survivor working party are suggesting we go to Rome to speak with Francis, or at least Cardinal [Sean] O'Malley."
Boston's O'Malley leads the Vatican abuse commission and is also a member of the pope's advisory Council of Cardinals.
During Barros' installation Saturday, some 650 people interrupted the ceremony wearing black and making noise in protest. Survivors say that as a priest, Barros not only worked to cover up Karadima's crimes, but witnessed some of them as they happened.
The bishop, who previously served as the head of Chile's diocese for the military, has denied the claims, saying in a statement he "never had knowledge or imagined the serious abuses that this priest [Karadima] committed with his victim."
In a telephone interview with NCR on Thursday, Marie Collins, another member of the Vatican sexual abuse commission who is also a survivor, called on Francis to remove Barros.
"As a survivor, I'm very surprised at the appointment in Chile because it seems to go against ... what the Holy Father has been saying about not wanting anyone in positions of trust in the church who don't have an absolutely 100 percent record of child protection," said Collins, an Irishwoman.
"I don't know what investigations were done on behalf of the church, but I do know that in investigations of [Karadima], survivors did make those investigating aware of Barros' presence," Collins said.
"[Barros] is not accused of abuse himself in anyway," she continued. "He may have been aware of it and did nothing. And that's enough."
Asked about what recommendations the Vatican commission is considering making to Francis about bishops who cover up abuse, Collins said she thought accountability for bishops was a separate issue than Barros' situation, as he was not a bishop during the time he is alleged to have covered up Karadima's crimes.
"It doesn't appear that he has behaved in any way inappropriately as a bishop," she said. "It's just whether with all the concern around him he's an appropriate person to be appointed."
"I think it's a slightly different issue, but it's just as concerning," Collins continued. "It's the fact that the church would have known about this. I can't understand just how it's gone ahead."
"If he has been able to prove that he wasn't present at any time of any of this, if he's able to prove that, then obviously there's no case for him to answer," she said. "But I don't know that he's done that. It would seem a number of the survivors have all said the same thing. It's not just one person accusing him."
Collins said she thought Francis was "very sincere" about child protection.
"This seems to be contrary to what he has said," she continued. "I'd just like to understand it better and to know why the concerns around Bishop Barros seem to have not been addressed."
Saunders and Collins are two of 17 members of the Vatican abuse commission, which the Vatican announced in December 2013 but which met for the first time with all of its members in February in Rome.
Collins said the next in-person meeting of the group is likely to be held in October.
During a press conference in February, the commission said it is focusing on making recommendations to Francis in about 10 areas, including accountability for bishops who cover up abuse and examining the guidelines on sexual abuse from each of the world's bishops' conferences.
[Joshua J. McElwee is NCR Vatican correspondent
NCR

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