El presidente Mujica y los animadores de Viña por Alex Vigueras Cherres ss.cc.

¿Qué tienen en común Mujica y los animadores de Viña? Que últimamente han sido muy aplaudidos. Mujica al finalizar su período como presidente de Uruguay y los animadores de Viña en cada noche del pasado Festival. Pero, tal vez, solo tengan eso en común.

Hay entre ellos una diferencia abismal.

El presidente Mujica fue ovacionado por su estilo de liderazgo valiente, sencillo, directo, sin miedos. Como pocos líderes mundiales fue capaz de cuestionar, de llamar las cosas por su nombre. Su estilo austero de vida, su cercanía con la gente común y corriente, su profetismo que denunció el neoliberalismo como la peor de las enfermedades y volvió a poner en primer plano la búsqueda de la felicidad humana.

Los animadores de Viña no pudieron no darle a todos los artistas las dos gaviotas. El problema es que ellos tienen que funcionar a partir de lo que el público quiere y pide. Todos sus gestos y movimientos están formateados para agradar, para caer bien. Dar a algún artista menos de dos gaviotas o no dar ninguna habría sido arriesgado: podría haberse despertado el monstruo y haber creado una situación desagradable, que se vería mal en TV, que podría haber hecho caer el rating. Todavía recuerdo esa noche de festival en que Residente, vocalista de grupo portorriqueño Calle 13, le dijo a los animadores cuando iban a empezar con la leserita de las antorchas: “No queremos ningún premio, nosotros vinimos a cantar”. No hay nada más distante de la profecía que ser animador del festival de Viña.

Vivir a partir de lo más original que hay en nosotros mismos: nuestros anhelos, nuestras búsquedas, nuestras intuiciones; aunque eso moleste a otros, caiga mal o no sea políticamente correcto. O vivir a partir de lo que el otro espera, amoldándome a su expectativa, sin correr riesgos, haciendo del rating el gran termómetro para distinguir lo que vale la pena de lo que no.

Ahora que se nos vino marzo encima preguntémonos: ¿Cuánto de mi vida se mueve por el “rating”? Y atrevámonos a reencontrarnos con lo más profundo de nosotros mismos, aunque eso nos traiga problemas.

SS.CC. Chile