Saturday, January 09, 2010

Guatemala: El Evangelio que nunca pude leer

Los indígenas analfabetos son la columna de la comunidad de San Luis, en Guatemala


(Texto: Javier F. Martín. Fotos: Pedro Andrés Miguel) La comunidad de San Luis, en el Vicariato Apostólico de El Petén (Guatemala), se arremolinó en el atrio del templo. Después de varios años sin sacerdote, un misionero norteamericano de Maryknoll llegaba para hacerse con las riendas pastorales de la parroquia. La lógica señalaba que el sacerdote dirigiría sus primeras palabras a todos y cada uno de los que allí estaban. Sin embargo, el nuevo párroco lo primero que hizo fue preguntar por Flavio. “¿Quién es Flavio?”, soltó rápido, ansioso. “Yo soy Flavio, a su servicio”. El sacerdote abrió sus brazos tanto como los ojos de los vecinos de Flavio. Inmediatamente los cerró sobre el corpachón de este hombre, cercano a la jubilación, en un abrazo que disipó cualquier temor. “Gracias, Flavio. Gracias a usted esta comunidad sigue viva”. ¿Por qué? Muy sencillo, Flavio Maldonado, catequista seglar y analfabeto funcional, se había encargado de transmitir la fe a las comunidades de la parroquia de San Luis.


En la actualidad, la parroquia de San Luis está atendida por tres misioneros combonianos, entre los que se encuentra un español, Pedro Andrés Miguel, que recuerda el trabajo de Flavio: “Cuando no había párroco en San Luis, el obispo puso un encargado en cada parroquia. En la nuestra quedó don Flavio, un hombre analfabeto, que se quedó de ‘párroco y bautizador’, como él mismo se autodefine. Este hombre se pasaba un mes visitando comunidad a comunidad, bautizando a los que no estaban bautizados.”. No hay constancia documental del trabajo de este catequista, pero Pedro Andrés Miguel estima que pudo bautizar a cerca de 700 personas.
Guatemala es uno de los países más pobres de Centroamérica. La tasa de pobreza se entremezcla con el analfabetismo, que no hace distinciones, pero que se ceba con los colectivos más desfavorecidos. Y en tierras guatemaltecas, si hablas de desfavorecidos, hay que hacer una referencia obligada a los indígenas. Cerca del 70% de la población del país pertenece a alguna de las numerosas etnias descendientes de los mayas que pueblan este rincón del corazón de América.

Esta realidad condiciona el plan pastoral de la parroquia de San Luis. De hecho, como cuenta Pedro Andrés Miguel, “estamos invirtiendo la mayor parte de nuestro tiempo en la formación de catequistas. Los laicos son la columna vertebral de nuestra Iglesia, y son los que han mantenido la fe de nuestras comunidades”. Por este motivo, San Luis ha elaborado un plan de formación trienal que prevé dotar de los medios necesarios a los laicos, cuya lista de tareas sería inacabable de enumerar: preparación al matrimonio, celebración de la Palabra, ministros extraordinarios de la Comunión, cantores, músicos…

Así, paso a paso, Pedro Andrés, se encuentra con las comunidades de su parroquia. Además del cumplimiento de su labor como misionero, este sacerdote español homenajea, implícitamente, a aquéllos que, como Flavio, en los tiempos recios de la guerra, en las épocas duras de la miseria, en los períodos dolorosos de la desesperanza, comprometieron incluso su vida para anunciar el Evangelio que nunca pudieron leer. Aquéllos que, cuando fueron llamados, con confianza respondieron: “Sí, aquí estoy”.

Vida Nueva

No comments: