Friday, September 13, 2013

Papa Francisco, hoy en Santa Marta: La "criminalidad de los chismes". Hablo de la importancia de no juzgar en público a los demás por sus defectos.


El Pontífice: "Pidamos para nosotros, para toda la Iglesia, la gracia de la conversión a la magnanimidad del amor hacia el prójimo"

ANDREA TORNIELLICIUDAD DEL VATICANO

 Otra homilía dedicada a los chismes y a las habladurías que "matan". Papa Francisco, al comentar el Evangelio en el que se cita la pregunta de Jesús: "¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que hay en el tuyo?", volvió a hablar sobre los que "juzgan al prójimo". Palabras dirigidas a todos, que ponen en discusión a todos y que son como una fotografía de las actitudes que viven incluso en los ambientes eclesiásticos y vaticanos.Jesús, dijo el Papa en la homilía que publicó la Radio Vaticana, después de habernos hablado sobre la humildad, nos habala de su opuesto, "de esa actitud odiosa hacia el prójimo, de ese convertirnos en juez del hermano".

Usando una "palabra fuerte: hipócrita". "Los que viven juzgando al prójimo, hablando mal del prójimo -dijo Francisco- son hipócritas, porque no tienen la fuerza, la valentía de ver los propios defectos. El Señor no hace muchos discursos al respecto. Pero después dirá, más adelante, que quien tiene en su corazón un poco de odio en contra del hermano es un homicida… También lo dice claro el apóstol Juan en su primera Carta: aquel que odia a su hermano camina en las tinieblas; aquel que juzga a su hermano, camina en las tinieblas".Entonces, cuando nosotros "juzgamos a nuestros hermanos en nuestro corazón es peor, cuando hablamos de esto con los demás somos cristianos homicidas". "Un cristiano homicida… Y no lo digo yo, ¿eh?, lo dice el Señor -prosiguió el Papa. Y sobre este punto no hay sitio para los matices. Si tu hablas mal del hermano, matas al hermano. Y nosotros, cada vez que lo hacemos, imitamos ese gesto de Caín, el primer homicida de la historia".

Francisco añadió que en una época en la que se habla sobre guerras y se invoca la paz "es necesario un gesto de conversión por parte nuestra". Y esta conversión tiene que ver "con la costumbre del chisme". "Las habladurías -dijo el Papa- siempre van en esta dimensión de la criminalidad. No hay chismes inocentes". La lengua, que debería alabar a Dios, continuó, "la usamos para hablar mal del hermano o de la hermana, la usamos para matar a Dios", la imagen "de Dios en el hermano".

Después Francisco observó: alguno podrá decir que una persona se merece los chismes. Pero entonces, "¡ve, reza por él! ¡Ve, haz penitencia por él!. Y luego, si es necesario, habla con la persona que puede remediar el problema. ¡Pero no se lo digas a todos! Pablo fue un pecador fuerte, y dice sobre sí mismo: 'Primero era un blasfemo, un persecutor y un violento. Pero me dieron misericordia'. Tal vez ninguno de nosotros blasfema, tal vez. Pero si alguno de nosotros chismea, es un persecutor y un violento. Pidamos para nosotros, para toda la Iglesia, la gracia de la conversión de la criminalidad de los chismes al amor, a la humildad, a la mansedumbre, a la magnanimidad del amor por el prójimo". 


Papa Francisco: "El que murmura imita a Caín, el primer homicida de la Historia"


13 de septiembre, 2013. (Romereports.com) El Papa Francisco habló en la homilía de la Misa en Casa Santa Marta sobre la importancia de no juzgar en público a los demás por sus defectos. El Papa explicó que el Señor advierte que el que odia en su corazón a su hermano es un homicida.   

PAPA FRANCISCO
“Un buen nombre este, cristiano homicida... no lo digo yo, lo dice el Señor. Y sobre este punto, no hay lugar para los matices. Si hablas mal del hermano, matas al hermano. Y nosotros, cada vez que lo hacemos, imitamos aquel gesto de Caín, el primer homicidia de la Historia”. 

Francisco recordó qué se debe hacer ante los defectos de los demás: rezar por ellos, y acudir a quien pueda remediar el problema pero no hablar en público de los defectos del otro. 

EXTRACTO DE LA HOMILIA DEL PAPA 
(Fuente: Radio Vaticana) 

“Aquellos que viven juzgando al prójimo, hablando mal del prójimo, son hipócritas, porque no tienen la fuerza, la valentía de mirar a sus propios defectos. El Señor no escatima palabras sobre esto. Después dirá, más adelante, que aquel que tiene en su corazón un poco de odio contra el hermano es un homicida... También el apóstol Juan, en su primera carta, lo dice claro: aquel que odia a su hermano, camina en las tinieblas; quien juzga al hermano, camina en las tinieblas”. 

“Un buen nombre, cristiano homicida... no lo digo yo, lo dice el Señor. Y sobre este punto, no hay lugar para los matices. Si hablas mal del hermano, matas al hermano. Y nosotros, cada vez que lo hacemos, imitamos aquel gesto de Caín, el primer homicidio de la Historia”. 

“Pero vamos, ¡reza por él! Vamos, ¡haz penitencia por él! Y después, si es necesario, habla con aquellas personas que pueden remediar el problema. ¡Pero no se lo digas a todos! Pablo fue un pecador fuerte, y dice de sí mismo: 'Primero era un blasfemo, un perseguidor violento. Pero han usado conmigo la misericordia'. Quizá ninguno de nosotros blasfema, quizá. Pero si alguno de nosotros murmura, realmente es un perseguidor violento. Pidamos, para nosotros y para toda la Iglesia, la gracia de la conversión: de la criminalidad de las murmuraciones al amor, a la humildad, a la mansedumbre, a la magnanimidad del amor hacia el prójimo”. 

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