Thursday, September 05, 2013

SIRIA: El Papa llama a los grandes del planeta a «evitar la masacre». La propuesta diplomática de la Santa Sede




Los embajadores acreditados ante la Santa Sede han sido convocados. Mientras tanto, el Papa escribió un mensaje al G20 para insistir en la necesidad de la negociación para detener el horror de la crisis en Siria

ALESSANDRO SPECIALEROMA


«Las guerras constituyen el rechazo práctico de esforzarse para alcanzar los grandes objetivos económicos y sociales que la comunidad internacional se ha dado, que son , por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio». No hubo ninguna llamada telefónica del Papa al presidente sirio Bashar al-Assad. Lo que sí hubo fue un mensaje al Vladimir Putin, que acaba de recibir a los representantes del G20 en San Petersburgo. A dos días de la jornada de oración y ayuno por la paz en Siria convocada por el Papa Francisco, la Santa Sede ha desplegado una ofensiva diplomática de largo alcance. El objetivo es el de siempre: impulsar el diálogo y detener la intervención militar en contra del régimen sirio que promueve el presidente estadounidense Barack Obama.


En Roma, la Secretaría de Estado vaticana convocó a todos los embajadores acreditados ante el Vaticano para explicar su postura ante la crisis de Siria. Quien recibió a los 71 representantes diplomáticos del mundo (incluido el de los Emiratos Árabes Unidos, que normalmente vive en Madrid), no fue el Secretario de Estado Tarcisio Bertone, sino el “ministro del Exterior” Dominique Mamberti.


En San Petersburgo, en donde se reunen los líderes de los 20 países más importantes del mundo, llega la carta enviada por Papa Francisco a los líderes de las nacines. «La violencia nunca trae la paz, condición necesaria para tal desarrollo», escribió el Pontífice, que subrayó cómo en estos dos años de conflicto en Siria, «demasiados intereses de parte han prevalecido desde el comienzo del conflicto sirio, impidiendo encontrar una solución que evitase la inútil masacre de la que estamos siendo testigos».

Después del llamado que pronunció durante el Ángelus del domingo pasado, Papa Francisco volvió a dirigirse a los líderes mundiales de forma muy clara y enfática: la comunidad internacional debe salir de la inercia ante el conflicto, debe abandonar cualquier «pretensión vana de una solución militar» y buscar «con valentía y determinación, una solución pacífica a través del diálogo y la negociación entre las partes interesadas con el apoyo unánime de la comunidad internacional».


Será monseñor Mamberti el que se encargará de articular con mayor claridad el “plan” vaticano para que se vuelva a entablar el diálogo entre Assad y los rebeldes, aunque parece imposible tras dos años de una guerra sangrienta y de represión.

Ante los embajadores, el “ministro del Exterior” vaticano no dejó pasar la ocasión para condenar el ataque en contra de civiles con armas químicas en Damasco, mismo que ha impulsado a los Estados Unidos a la decisión de la acción militar. Mamberti habló de «posible uso de armas químicas» e indicó que espera que «las instituciones competentes arrojen luz y que los responsables den cuenta de sus acciones a la justicia».


Sobre el futuro de Siria, según el Vaticano el primer paso fundamental es «hacer cesar la violencia», incluso por el peligro de que se den consecuencias «imprevisibles en diferentes partes del mundo». En las palabras de Mamberti se escuchó un eco de las palabras que el secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz, monseñor Toso, había pronunciado en una entrevista a la Radio Vaticana el lunes pasado, en la que advirtió que «el conflicto en Siria contiene todos los ingredientes para explotar en una guerra de dimensiones mundiales».

Monseñor Mamberti también fijó ante los embajadores tres puntos para cualquier futuro eje en Siria fruto de una eventual negociación: diálogo entre las partes y reconciliación del pueblo sirio, conservación de la unidad y la integridad nacional sin divisiones internas ni de carácter religioso, garantizar los derechos de las minorías con base en el “principio de ciudadanía” y defender la libertad religiosa. Mamberti además expresó preocupación por la presencia «creciente en Siria de grupos extremistas, a menudo provenientes de otros países». En cambio, no hubo ninguna “postura” oficial o pronunciamiento en relación con el gobierno de Assad.

El portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, desmintió completamente la noticia de una supuesta llamada telefónica entre Assad y Papa Francisco, aunque no llegó a negar que hubiera contactos a través del nuncio apostólico en Damasco, monseñor Mario Zenari. La noticia de un contacto entre los líderes sirio y vaticano fue difundida por el periódico argentino “El Clarín”. «No constan otras iniciativas específicas» con otros gobiernos del mundo, por ejemplo con el de los Estados Unidos, explicó el portavoz Lombardi, quien subrayó cuál era la línea vaticana, oportunamente comunicada durante el encuentro con los embajadores.





5 de septiembre de 2013. (Romereports) El Papa está dedicando todas sus energías a evitar un ataque militar a Siria. Por eso, ha escrito un fuerte texto a los líderes del G20 que se reunirán en las próximas horas en San Petersburgo, Rusia. Francisco lamenta que desde que comenzó el conflicto en Siria “intereses particulares” han impedido encontrar una “solución que evitara la masacre inútil a la que estamos asistiendo”.  


Francisco se dirige “a todos y a cada uno de los líderes del G20”, y les pide que “abandonen la hipótesis de una intervención militar”. El portavoz del Vaticano ha presentado el texto durante en la Oficina de prensa. 

P. FEDERICO LOMBARDI
Portavoz del Vaticano

“A los líderes presentes, a todos y a cada uno, hago un intenso apelo para que ayuden a encontrar modos de superar las posiciones en conflicto y a dejar de lado la vana hipótesis de una solución militar. Que haya un renovado compromiso de buscar con valentía y determinación una solución pacífica a través del diálogo y la negociación entre las partes interesadas, con el apoyo unánime de la comunidad internacional”.

Un mensaje explícito a los presidentes de Estados Unidos y Francia y al primer ministro británico, que buscan apoyos para intervenir en Siria. 

Por otro lado, el ministro de Exteriores del Vaticano ha reunido a todos los embajadores acreditados ante el Vaticano para explicarles su posición sobre el conflicto en Siria. 

ARZ. DOMINIQUE MAMBERTI
Ministro de Exteriores del Vaticano

“Sobre todo es indispensable movilizarse para retomar el diálogo entre las partes y para la reconciliación del pueblo sirio. Es necesario proteger la unidad del país, evitando la constitución de zonas diferentes entre los miembros que componen la sociedad. Además, hay que garantizar, junto a la unidad del país, la integridad territorial”.

Además, pide a la oposición que se distancie de los extremistas. 

También el Papa Francisco mantiene su convocatoria prevista para el próximo sábado. Se trata de una jornada de ayuno y oración para pedir la paz en Siria, que culminará con una vigilia de oración de 4 horas en la plaza de San Pedro. Será la ceremonia más larga que se recuerda en la que participa un Papa. 






El discurso del “ministro del Exterior” vaticano Mamberti a los embajadores es un “no paper”. Pero en el Vaticano esperan que lo consideren los gobiernos

ANDREA TORNIELLICIUDAD DEL VATICANO


El término técnico es “no paper”, es decir no un documento, un texto informal que no tiene el valor de una propuesta oficial auqnue represente la postura de la Santa Sede. Este es el valor del discurso que el “ministro del Exterior” vaticano, el arzobispo Dominique Mamberti, entregó esta mañana a los 71 embjadores reunidos en el aula vieja del Sínodo.


El hecho de que el documento no tenga el valor de un texto oficial no significa que el Vaticano no lo considere importante. Pero es evidente que la Santa Sede es una entidad “sui generis”, un “estado-no-estado”, cuya fuerza (únicamente moral) no reside en su poder sino el el hecho de tener una voz representativa del mundo católico y, en general, cristiano. Es obvio, pues, que en el Vaticano se espera que las diferentes iniciativas puestas en marcha en esta “ofensiva de paz” (los llamados del Papa, la jornada de oración y ayuno que está registrando muchas adhesiones incluso inesperadas, el trabajo de la diplomacia) puedan marcar el rumbo, a pesar de la situación dramáticamente complicada.


La Santa Sede etá firmemente en contra de un ataque armado en contra de las fuerzas armadas de Assad. Condena el uso de las armas químicas, sin adosar responsabilidades y esperando que los responsables respondan a la justicia, pero teme que, con base en una experiencia que es evidente en todo el mundo, los bombardeos y la violencia que se suma a la violencia en lugar de resolver la gravísima situación acabarán por exasperarla y desestabilizarán a toda la región con consecuencias imprevisibles.


Los “principios generales” que deberían orientar la búsqueda de una «justa solución» al conflicto que enumeró el “ministro del Exterior” Mamberti son muy significativos. El primer punto no es fácil de alcanzar, tras dos años de conflicto: que se retome el diálogo entre las partes en conflicto para llegar a la reconciliación del pueblo sirio. Solamente a través de una reconciliación Siria puede alimentar sus esperanzas en el futuro.


En cuanto a la «unidad del país, evitando la constitución de zonas diferentes para los diferentes componentes de la sociedad», es evidente la alusión a lo que ha sucedido en otros países, por ejemplo en Irak, en donde los estadounidenses (al verse incapaces para garantizar la seguridad) llegaron a proponer la construcción de un enclave para los cristianos en el norte del país. Una especie de “reserva india” sin considerar que los cristianos han vivido y convivido durante dos milenios con el resto de la población sin importar sus modelos culturales o religiosos que conforman esa antiquísima sociedad. Además, Mamberti habló sobre la necesidad de «garantizar, además de la unidad del país, su integridad territorial».


En las palabras del “ministro del Exterior” vaticano resuena la preocupación de que en un futuro no muy lejano Siria deje de ser un sitio para las minorías religiosas, como los cristianos. Por este motivo, «será importante pedir a todos los grupos –en particular a los que apuestan por ocupar puestos de responsabilidad en el país– que ofrezcan garantías» al respecto. «La aplicación concreta de dicho principio podrá asumir diferentes formas –indicó Mamberti–, pero, de cualquier manera, no se puede olvidar la importancia del respeto de los derechos humanos y, en particular, del de la libertad religiosa». Así como tampoco el concepto de ciudadanía, «con base en el cual todos, independientemente de su pertenencia étnica o religiosa, son ciudadanos con dignidad a la par, con iguales derechos y deberes, y libres de profesar públicamente la propia religión y de contribuir al bien común».


Particularmente significativa, para concluir, la frase final de su intervención, en la que se manifestó la preocupación por la cada vez más creciente «presencia en Siria de extremistas, a menudo provenientes de otros países». Acompañada por la exhortación a los sirios y a los grupos que se oponen a Assad a «tomar distancias» y aislar a los extremistas, oponiéndose con firmeza y claramente al terrorismo.


Siria; ataques contra el poblado cristiano de Maalula


Atentados suicida y lluvia de proyectiles en contra de uno de los lugares más preciados para los cristianos del Medio Oriente

GIANNI VALENTEROMA

El miércoles 4 de septiembre los milicianos islamitas del grupo Jahbat al-Nusra (vinculado con la red de al Qaeda) atacaron el poblado cristiano de Maalula, a 56 kilómetros de Damasco. Según la reconstrucción que ofreció el Syrian Observatory for Human Rights (cercana a la oposición siria y con sede en Londres), el retén del ejército regular que estaba la entrada de la localidad fue conquistado por los milicianos islamitas gracias a un atentado suicida. Una monja ortodoxa, al hablar con algunas agencias internacionales anónimamente, confirmó que los atacantes asedian desde ayer Maalula desde las montañas que la rodean.


La localidad rupestre de Maalula es uno de los lugares más preciados para los cristianos de Siria y del Medio Oriente. Parte de la población local todavía habla arameo, la lengua de Jesús. Allí, además, se encuentran los Santuarios de Sergio y Baco (del que se ocupan algunos sacerdotes greco-melequitas) y de Santa Tecla, que surgió alrededor de la gruta en la que la santa y discípula de San Pablo, según la tradición local, pasó su vida ascética y de oración ocupándose de los enfermos y curándolos con un agua milagrosa.


En el santuario de Santa Tecla hay que quitarse los zapatos para entrar y se reza de rodillas o sentados en tapetes como en las mezquitas. Las monjas ortodoxas, antes de la guerra, recibían a los peregrinos  y cuidaban a unos 50 huérfanos que les había encargado el estado.

Vatican Insider

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