Friday, March 04, 2016

Jefes de Estado católicos con matrimonios «irregulares»; el Papa cambia el protocolo




La primera dama argentina, Juliana Awada, en el Vaticano, durante el encuentro entre Macri y el Papa

Con la audiencia de hace pocos días al presidente argentino Mauricio Macri entró en vigor una nueva etiqueta: si la consorte ha contraído matrimonio en segundas nupcias no será saludada aparte por el Pontífice

Es un cambio de protocolo que la Secretaría de Estado estudió específicamente, siguiendo la petición de Papa Francisco. Se aplicó por primera vez, y circunstancialmente, justamente en ocasión de la visita al Vaticano del nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, que fue recibido por Papa Francisco el pasado sábado 27 de febrero. A partir de ahora los Jefes de Estado católicos con situaciones matrimoniales irregulares podrán llevar a sus cónyuges ante la presencia del Papa y aparecer en las fotos de grupo oficiales durante el intercambio de regalos. Hasta este cambio, por el contrario, la o el consorte en cuestión esperaba en otra salita y, al final de la audiencia, el Papa los saludaba por separado.

La periodista argentina Elisabetta Piqué, del periódico «La Nación», fue la que dio la noticia sobre este cambio.

Fuentes de la Secretaría de Estado han confirmado a Vatican Insider que se trata de un cambio que tendrá vigor a partir de ahora para los Jefes de Estado católicos en visita oficial al Vaticano. El protocolo tradicional establecía, de hecho, que se considerara solamente con los líderes de fe católica (y por lo tanto hijos espirituales de la Iglesia) la «regularidad» de la situación matrimonial según la normativa canónica.

Los primeros que experimentaron esta nueva fórmula fueron el nuevo presidente argentino Mauricio Marci y su tercera esposa, Juliana Awada. Uno de los motivos de esta decisión papal sucedió hace más de dos años, cuando un Jefe de Estado latinoamericano (casado solamente por lo civil) se reunió con el Papa, quien saludó a su consorte en la salita de al lado. Fue entonces cuando comenzó a madurar la idea de cambiar la regla protocolaria que se seguía hasta ese momento. Durante el encuentro con los periodistas, al volver de Ciudad Juárez (México) a Roma, el pasado 17 de febrero, Francisco dijo, hablando sobre los divorciados que se han vuelto a casar: «La palabra clave que usó el Sínodo (y yo la retomaré) es ‘integrar’ en la vida de la Iglesia a las familias heridas, a las familias de vueltos a casar». El cambio de protocolo es una pequeña muestra de que se está tomando esta dirección.

Andrea Tornielli
Vatican Insider




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