Este es un espacio para alimentar y vitalizar la dimensión espiritual y humana de las personas comprometidas con la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria. Todos somos peregrinos. "sal de tu tierra, de tu casa y vete a la tierra que yo te mostraré; haré de tí una gran nación y te bendeciré." (Gén. 12, 1 ss)
Friday, June 25, 2021
Nuevo Cuaderno de Espiritualidad del CEI, "Rescatando lo humano" se presenta el próximo 12 de julio
Ignacio de Loyola y el impacto de los jesuitas
El cardenal Bagnasco investigará los posibles encubrimientos del secretario de Juan Pablo II
La comisión, que podría haber comenzado ya sus trabajos, habría entrevistado a varias personas. En el futuro, recalcan las fuentes, también se reunirán con las víctimas de la pederastia en una Iglesia polaca que, al menos oficialmente, no ha sido informada de la investigación
Son muchos los que colocan al secretario personal de Juan Pablo II como una suerte de 'dique de contención' para no involucrar a Wojtyla en flagrantes casos de mala praxis en el Vaticano
¿Sabía Juan Pablo II de estos casos, o Dziwisz se lo ocultó? Una pregunta nada irrelevante, teniendo en cuenta que el Papa Magno ya ha sido canonizado
El secretario personal y custodio del legado de san Juan Pablo II, Stanislaw Dziwisz, está en la cuerda floja. Según ha adelantado Il Sismógrafo, la Santa Sede habría ordenado una comisión especial de investigación contra el cardenal polaco, acusado de encubrimiento. La inspección correrá a cargo del cardenal Angelo Bagnasco.
Dziwisz fue acusado por grupos de víctimas de haber ocultado, encubierto y evadido las acusaciones de pederastia a numerosos sacerdotes, tanto en Polonia como en el Vaticano. La comisión, que podría haber comenzado ya sus trabajos, habría entrevistado a varias personas. En el futuro, recalcan las fuentes, también se reunirán con las víctimas de la pederastia en una Iglesia polaca que, al menos oficialmente, no ha sido informada de la investigación.
Y es que Dziwisz no sólo está acusado de encubrimiento en Polonia. Son muchos los que colocan al secretario personal de Juan Pablo II como una suerte de 'dique de contención' para no involucrar a Wojtyla en flagrantes casos de mala praxis en el Vaticano. Especialmente, con los casos del depredador Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo; y del ex cardenal McCarrick. ¿Sabía Juan Pablo II de estos casos, o Dziwisz se lo ocultó? Una pregunta nada irrelevante, teniendo en cuenta que el Papa Magno ya ha sido canonizado.
Hace siete meses, la Santa Sede anunció severas sanciones contra otro cardenal polaco, Henryk Gulbinowicz, de 97 años, al que se le prohibió ejercer su ministerio y utilizar los símbolos episcopales tras una investigación por presuntos abusos sexuales.
RD
Lanzan emocionante videoclip con el himno del Congreso Eucarístico de Budapest
A pocas semanas del viaje del Papa a Hungría, los organizadores del Congreso Eucarístico Internacional de Budapest han publicado el vídeo del himno oficial del congreso.
Es una versión actualizada del que se compuso para el Congreso eucarístico de 1938, que también se celebró en Budapest, y que se convirtió en una canción religiosa muy popular en este país.
Ákos Kovács produjo la nueva versión del himno y escribió el guion del vídeo musical. Dice que mientras se rodaba el vídeo durante la pandemia, "pequeños milagros" permitieron que la producción continuara. Por ejemplo, cuando se filmaron estas escenas en un hospital.
Los protagonista de este vídeo musical son los mismos músicos que interpretan la partitura. Sin palabras, cuenta la historia de tres jóvenes de Budapest que redescubren la fe.
El Congreso Eucarístico Internacional estaba previsto inicialmente para 2020, pero a causa de la pandemia se celebrará este año, del 5 al 12 de septiembre. Ese día, el Papa Francisco viajará a Budapest para la misa de clausura. Y obviamente allí también podrá escuchar esta canción.
JM / JMB
Curriculum Vitae por Fernando Gálligo sj
Es una pena, pero yo apenas sé latín. Me acuerdo de que estudié un poco hace años, pero me ha dejado poco poso. ¡Qué pena! El paso de los romanos por mi vida ha sido demasiado fugaz..., y eso es una pérdida, supongo... No sé lenguas antiguas, pero estoy inmerso en las nuevas tecnologías. Curriculum me suena a chino –aunque sea latín– y sin embargo siglas como ADSL o Skype son para mí muy familiares.Todo lo nuevo lo absorbo y sin embargo ahora caigo en la cuenta que todo lo heredado lo desecho. Me pierdo el vino viejo, añejo... y me lleno el gaznate de vino joven. Los caldos que me bebo apenas tienen un año y me pierdo los licores que se atesoran en las barricas de roble. Me gustaría revisar lo que aprendo. ¿Por qué me alimento de esto y no de aquello? ¿Por qué no aprecio ciertas cosas? Me siento como un montañero que olvida meter en su mochila los calcetines gordos de la abuela y sin embargo no puede prescindir de su móvil. Voy cargándome de muchas cosas supuestamente prácticas en la vida moderna que son absolutamente irrelevantes cuando te pones en marcha, en camino. Meto en el morral el pendrive y me olvido de llevarme la capa de agua. Me creo la persona más preparada para la travesía y lo que llevo es una mochila llena de cosas inservibles. Estaba convencido que mi currículo era inmejorable y ahora descubro con pena que no es más que un corredeculo.
Creo que voy a revisar qué cosas no pueden faltar en mi mochila si quiero ser persona. Intuyo que debo mirar lo primero a mis mayores y aprender de ellos cuáles son los principales ítems a incorporar para hacer con dignidad y honestidad el camino de la vida. La alegría la voy a poner al fondo, para que dé soporte al resto de las cosas. Inmediatamente colocaré la paciencia y la confianza: ambas irán en el cuerpo central del macuto para que no haya ni problemas de hambre ni de sed en el camino. Fe y amor en los compartimentos laterales, cubriendo bien todos los huecos. Y mucha esperanza en la parte alta de la mochila, para ir siempre ligero.
Con una mochila así la carga me resultará llevadera y la travesía, un paseo...
Fernnando Gálligo sj
pastoralsj
Dime una Palabra por Luis Fernando Crespo SM. En tu presencia
Gn 17, 1-9.10.15-22 Camina en mi presencia
Camino en tu presencia porque tú estás en el camino de mi vida. Y me explicas las escrituras y partes el pan que me nutre y fortalece. Camino en tu presencia porque tú eres la presencia y la figura de mi vida. Mira que la dolencia de amor ya no se cura….
Tuesday, June 22, 2021
Mensaje completo del Papa por la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores
TEXTO COMPLETO
MENSAJE DEL SANTO PADRE
Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores
“Yo estoy contigo todos los días”
Queridos abuelos, queridas abuelas:
“Yo estoy contigo todos los días” (cf. Mt 28,20) es la promesa que el Señor hizo a sus discípulos antes de subir al cielo y que hoy te repite también a ti, querido abuelo y querida abuela. A ti. “Yo estoy contigo todos los días” son también las palabras que como Obispo de Roma y como anciano igual que tú me gustaría dirigirte con motivo de esta primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores. Toda la Iglesia está junto a ti —digamos mejor, está junto a nosotros—, ¡se preocupa por ti, te quiere y no quiere dejarte solo!
Soy muy consciente de que este mensaje te llega en un momento difícil: la pandemia ha sido una tormenta inesperada y violenta, una dura prueba que ha golpeado la vida de todos, pero que a nosotros mayores nos ha reservado un trato especial, un trato más duro. Muchos de nosotros se han enfermado, y tantos se han ido o han visto apagarse la vida de sus cónyuges o de sus seres queridos. Muchos, aislados, han sufrido la soledad durante largo tiempo.
El Señor conoce cada uno de nuestros sufrimientos de este tiempo. Está al lado de los que tienen la dolorosa experiencia de ser dejados a un lado. Nuestra soledad —agravada por la pandemia— no le es indiferente. Una tradición narra que también san Joaquín, el abuelo de Jesús, fue apartado de su comunidad porque no tenía hijos. Su vida —como la de su esposa Ana— fue considerada inútil. Pero el Señor le envió un ángel para consolarlo. Mientras él, entristecido, permanecía fuera de las puertas de la ciudad, se le apareció un enviado del Señor que le dijo: “¡Joaquín, Joaquín! El Señor ha escuchado tu oración insistente”.[1] Giotto, en uno de sus famosos frescos,[2] parece ambientar la escena en la noche, en una de esas muchas noches de insomnio, llenas de recuerdos, preocupaciones y deseos a las que muchos de nosotros estamos acostumbrados.
Pero incluso cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue enviando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: “Yo estoy contigo todos los días”. Esto te lo dice a ti, me lo dice a mí, a todos. Este es el sentido de esta Jornada que he querido celebrar por primera vez precisamente este año, después de un largo aislamiento y una reanudación todavía lenta de la vida social. ¡Que cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada persona mayor —sobre todo los que están más solos— reciba la visita de un ángel!
A veces tendrán el rostro de nuestros nietos, otras veces el rostro de familiares, de amigos de toda la vida o de personas que hemos conocido durante este momento difícil. En este tiempo hemos aprendido a comprender lo importante que son los abrazos y las visitas para cada uno de nosotros, ¡y cómo me entristece que en algunos lugares esto todavía no sea posible!
Sin embargo, el Señor también nos envía sus mensajeros a través de la Palabra de Dios, que nunca deja que falte en nuestras vidas. Leamos una página del Evangelio cada día, recemos con los Salmos, leamos los Profetas. Nos conmoverá la fidelidad del Señor. La Escritura también nos ayudará a comprender lo que el Señor nos pide hoy para nuestra vida. Porque envía obreros a su viña a todas las horas del día (cf. Mt 20,1-16), y en cada etapa de la vida. Yo mismo puedo testimoniar que recibí la llamada a ser Obispo de Roma cuando había llegado, por así decirlo, a la edad de la jubilación, y ya me imaginaba que no podría hacer mucho más. El Señor está siempre cerca de nosotros —siempre— con nuevas invitaciones, con nuevas palabras, con su consuelo, pero siempre está cerca de nosotros. Ustedes saben que el Señor es eterno y que nunca se jubila. Nunca.
En el Evangelio de Mateo, Jesús dice a los Apóstoles: «Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado» (28,19-20). Estas palabras se dirigen también hoy a nosotros y nos ayudan a comprender mejor que nuestra vocación es la de custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar a los pequeños. Escuchen bien: ¿cuál es nuestra vocación hoy, a nuestra edad? Custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar de los pequeños. No lo olviden.
No importa la edad que tengas, si sigues trabajando o no, si estás solo o tienes una familia, si te convertiste en abuela o abuelo de joven o de mayor, si sigues siendo independiente o necesitas ayuda, porque no hay edad en la que puedas retirarte de la tarea de anunciar el Evangelio, de la tarea de transmitir las tradiciones a los nietos. Es necesario ponerse en marcha y, sobre todo, salir de uno mismo para emprender algo nuevo.
Hay, por tanto, una vocación renovada también para ti en un momento crucial de la historia. Te preguntarás: pero, ¿cómo es posible? Mis energías se están agotando y no creo que pueda hacer mucho más. ¿Cómo puedo empezar a comportarme de forma diferente cuando la costumbre se ha convertido en la norma de mi existencia? ¿Cómo puedo dedicarme a los más pobres cuando tengo ya muchas preocupaciones por mi familia? ¿Cómo puedo ampliar la mirada si ni siquiera se me permite salir de la residencia donde vivo? ¿No ya es mi soledad una carga demasiado pesada? Cuántos de ustedes se hacen esta pregunta: mi soledad, ¿no es una piedra demasiado pesada? El mismo Jesús escuchó una pregunta de este tipo a Nicodemo, que le preguntó: «¿Cómo puede un hombre volver a nacer cuando ya es viejo?» (Jn 3,4). Esto puede ocurrir, responde el Señor, abriendo el propio corazón a la obra del Espíritu Santo, que sopla donde quiere. El Espíritu Santo, con esa libertad que tiene, va a todas partes y hace lo que quiere.
Como he repetido en varias ocasiones, de la crisis en la que se encuentra el mundo no saldremos iguales, saldremos mejores o peores. Y «ojalá no se trate de otro episodio severo de la historia del que no hayamos sido capaces de aprender —¡nosotros somos duros de mollera!— Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores […]. Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca» (Carta enc. Fratelli tutti, 35). Nadie se salva solo. Estamos en deuda unos con otros. Todos hermanos.
En esta perspectiva, quiero decirte que eres necesario para construir, en fraternidad y amistad social, el mundo de mañana: el mundo en el que viviremos —nosotros, y nuestros hijos y nietos— cuando la tormenta se haya calmado. Todos «somos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas» (ibíd., 77). Entre los diversos pilares que deberán sostener esta nueva construcción hay tres que tú, mejor que otros, puedes ayudar a colocar. Tres pilares: los sueños, la memoria y la oración. La cercanía del Señor dará la fuerza para emprender un nuevo camino incluso a los más frágiles de entre nosotros, por los caminos de los sueños, de la memoria y de la oración.
El profeta Joel pronunció en una ocasión esta promesa: «Sus ancianos tendrán sueños, y sus jóvenes, visiones» (3,1). El futuro del mundo reside en esta alianza entre los jóvenes y los mayores. ¿Quiénes, si no los jóvenes, pueden tomar los sueños de los mayores y llevarlos adelante? Pero para ello es necesario seguir soñando: en nuestros sueños de justicia, de paz y de solidaridad está la posibilidad de que nuestros jóvenes tengan nuevas visiones, y juntos podamos construir el futuro. Es necesario que tú también des testimonio de que es posible salir renovado de una experiencia difícil. Y estoy seguro de que no será la única, porque habrás tenido muchas en tu vida, y has conseguido salir de ellas. Aprende también de aquella experiencia para salir ahora de esta.
Los sueños, por eso, están entrelazados con la memoria. Pienso en lo importante que es el doloroso recuerdo de la guerra y en lo mucho que las nuevas generaciones pueden aprender de él sobre el valor de la paz. Y eres tú quien lo transmite, al haber vivido el dolor de las guerras. Recordar es una verdadera misión para toda persona mayor: la memoria, y llevar la memoria a los demás. Edith Bruck, que sobrevivió a la tragedia de la Shoah, dijo que «incluso iluminar una sola conciencia vale el esfuerzo y el dolor de mantener vivo el recuerdo de lo que ha sido —y continúa—. Para mí, la memoria es vivir».[3] También pienso en mis abuelos y en los que entre ustedes tuvieron que emigrar y saben lo duro que es dejar el hogar, como hacen todavía hoy tantos en busca de un futuro. Algunos de ellos, tal vez, los tenemos a nuestro lado y nos cuidan. Esta memoria puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor. Pero sin la memoria no se puede construir; sin cimientos nunca construirás una casa. Nunca. Y los cimientos de la vida son la memoria.
Por último, la oración. Como dijo una vez mi predecesor, el Papa Benedicto, santo anciano que continúa rezando y trabajando por la Iglesia: «La oración de los ancianos puede proteger al mundo, ayudándole tal vez de manera más incisiva que la solicitud de muchos».[4] Esto lo dijo casi al final de su pontificado en 2012. Es hermoso. Tu oración es un recurso muy valioso: es un pulmón del que la Iglesia y el mundo no pueden privarse (cf. Exhort. apost. Evangelii gaudium, 262). Sobre todo en este momento difícil para la humanidad, mientras atravesamos, todos en la misma barca, el mar tormentoso de la pandemia, tu intercesión por el mundo y por la Iglesia no es en vano, sino que indica a todos la serena confianza de un lugar de llegada.
Querida abuela, querido abuelo, al concluir este mensaje quisiera señalarte también el ejemplo del beato —y próximamente santo— Carlos de Foucauld. Vivió como ermitaño en Argelia y en ese contexto periférico dio testimonio de «sus deseos de sentir a cualquier ser humano como un hermano» (Carta enc. Fratelli tutti, 287). Su historia muestra cómo es posible, incluso en la soledad del propio desierto, interceder por los pobres del mundo entero y convertirse verdaderamente en un hermano y una hermana universal.
Pido al Señor que, gracias también a su ejemplo, cada uno de nosotros ensanche su corazón y lo haga sensible a los sufrimientos de los más pequeños, y capaz de interceder por ellos. Que cada uno de nosotros aprenda a repetir a todos, y especialmente a los más jóvenes, esas palabras de consuelo que hoy hemos oído dirigidas a nosotros: “Yo estoy contigo todos los días”. Adelante y ánimo. Que el Señor los bendiga.
Roma, San Juan de Letrán, 31 de mayo, fiesta de la Visitación de la B.V. María
FRANCISCO
Rome Reports
El Papa a los abuelos: “En nuestros sueños de justicia está la posibilidad de que los jóvenes tengan nuevas visiones”
“El futuro del mundo reside en la alianza entre los jóvenes y los mayores. Para ello es necesario seguir soñando: en nuestros sueños de justicia, de paz y de solidaridad está la posibilidad de que nuestros jóvenes tengan nuevas visiones, y juntos podamos construir el futuro”. Así lo ha expresado el papa Francisco en su Mensaje para la I Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, que se celebrará el 25 de julio.
El Pontífice ha publicado el texto –titulado ‘Yo estoy contigo todos los días’ (cf. Mt 28,20)– en el que se dirige “como anciano igual que tú” a las personas mayores con motivo de la Jornada que él mismo instauró el año pasado en medio de la pandemia.
“Quiero decirte que eres necesario para construir, en fraternidad y amistad social, el mundo de mañana: el mundo en el que viviremos –nosotros, y nuestros hijos y nietos– cuando la tormenta se haya calmado”, ha afirmado en relación a la pandemia.
Jorge Mario Bergoglio ha destacado en sus palabras la importancia de la memoria, poniendo como ejemplo el recuerdo de las guerras, del que los jóvenes pueden aprender el valor de la paz. “La memoria puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor. Pero sin la memoria no se puede construir; sin cimientos nunca construirás una casa. Nunca. Y los cimientos de la vida son la memoria”, ha recalcado.
También ha puesto en valor la oración, “sobre todo en este momento difícil para la humanidad”. “Mientras atravesamos –ha continuado–, todos en la misma barca, el mar tormentoso de la pandemia, tu intercesión por el mundo y por la Iglesia no es en vano, sino que indica a todos la serena confianza de un lugar de llegada”.
“El Señor nunca se jubila”
Francisco les ha recordado que “toda la Iglesia está junto a ti –digamos mejor, está junto a nosotros–, ¡se preocupa por ti, te quiere y no quiere dejarte solo!”.
El Papa ha insistido en que el Señor no nos abandona nunca. “Yo mismo puedo testimoniar que recibí la llamada a ser Obispo de Roma cuando había llegado, por así decirlo, a la edad de la jubilación, y ya me imaginaba que no podría hacer mucho más. El Señor está siempre cerca de nosotros –siempre– con nuevas invitaciones, con nuevas palabras, con su consuelo, pero siempre está cerca de nosotros. Ustedes saben que el Señor es eterno y que nunca se jubila. Nunca”, ha afirmado con rotundidad.
Por otro lado, Bergoglio ha hecho hincapié en que “nuestra vocación es la de custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar a los pequeños”. “No importa la edad que tengas, si sigues trabajando o no, si estás solo o tienes una familia, si te convertiste en abuela o abuelo de joven o de mayor, si sigues siendo independiente o necesitas ayuda, porque no hay edad en la que puedas retirarte de la tarea de anunciar el Evangelio”, ha subrayado.
Rubén Cruz
Vida Nueva
Un grupo de expertos de la ONU pide al Papa que “entregue a la policía” a todos los abusadores de menores. Reunión del Papa Francisco con Juan Carlos Cruz
El equipo escribió al Vaticano una carta en abril donde animan a “evitar firmar acuerdos para evadir la rendición de cuentas de los miembros de la iglesia acusados de abuso”
Un grupo de expertos en derechos humanos de Naciones Unidas instado al Vaticano a tomar medidas para frenar los abusos sexuales a niños en las instituciones católicas. Así, tal como informa EFE, los expertos señalaron en un comunicado que “la Santa Sede a tomar todas las medidas para frenar y prevenir la repetición de violencia y abusos sexual contra niños en las instituciones católicas, y asegurar que los responsables responderán por ello y se pagarán indemnizaciones a las víctimas”.
De esta manera, los expertos –que, si bien no hablan en nombre de la ONU sí reportan a ella sus hallazgos–, escribieron al Vaticano una carta en abril donde animan a “cooperar por completo con la policía y la justicia de los países concernidos”, así como a “evitar firmar acuerdos para evadir la rendición de cuentas de los miembros de la iglesia acusados de abuso”.
Reunión con Juan Carlos Cruz
De hecho, en la misiva manifiestan su “gran preocupación acerca de las numerosas alegaciones en todo el mundo de abuso y violencia sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica contra niños”. Asimismo, apuntan “estar preocupados por las medidas adoptadas por la iglesia para proteger a los presuntos abusadores, ocultar crímenes, obstruir la rendición de cuentas de los presuntos abusadores y evadir las indemnizaciones correspondientes a las víctimas”.
El contenido de esta carta de los expertos de Naciones Unidas al Vaticano se conoce apenas 24 horas después de la reunión de Francisco con Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del cura Fernando Karadima, quien le agradeció su reciente nombramiento como miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
Vida Nueva
Una Plegaria Eucarística por Ron Rolheiser
Siendo seminarista, un verano tuve el privilegio de asistir a un curso dirigido por el renombrado liturgista Godfrey Diekmann. Esto fue en aquel atrevido tiempo poco después del Vaticano II, cuando estaba muy de moda mirar con recelo las oraciones rituales prescritas y escribir las tuyas propias. Esto fue particularmente cierto para la Plegaria Eucarística, el “Canon” de la misa, que algunos sacerdotes empezaron a escribir por cuenta suya. Diekmann, por el contrario, no era muy entusiasta de esto. Un día, preguntado en clase sobre esto, dijo: “Hoy día parece que todo el que tiene un poquito de imaginación y aun menos de teología se siente obligado a escribir una Plegaria Eucarística”.
Este año, debido a las restricciones del Covid, con frecuencia he celebrado virtualmente alguna forma de la Eucaristía. Al principio, presidiendo esos servicios, mi pensamiento era ¿cuál es el valor de una Plegaria Eucarística si no va a haber comunión? Así que, simplemente salté directo desde la Liturgia de la Palabra hasta el Padrenuestro. Finalmente, sin embargo, consideré que algo más se podría ofrecer. Así, (con las palabras de Godfrey Diekmann ahora a cuarenta años de distancia) escribí una Plegaria Eucarística para una misa virtual.
¿Qué es una Plegaria Eucarística? La mayoría de la gente diría que es esa parte de la Eucaristía en la que el sacerdote consagra el pan y el vino; pero eso es sólo parte de ella. La Plegaria Eucarística es esa parte de la Eucaristía en que hacemos el memorial (Zikkaron, en hebreo) del mayor acontecimiento por el que Cristo nos salvó, a fin de hacernos presente ese acontecimiento para que nosotros hoy participemos en él. Acudimos a la Eucaristía no sólo para recibir el cuerpo y la sangre de Cristo, sino (a la vez, tan importante) para participar en un acontecimiento, a saber, la acción salvífica de Cristo cuando sobrelleva su Pasión, Muerte, Resurrección, Ascensión y Pentecostés. La Eucaristía es la Cena de la Pascua cristiana y, como la Cena de la Pascua judía, su propósito es hacernos presente un acontecimiento pasado.
¿Cómo se da esto? No tenemos una metafísica en la que entender esto. En el ritual sagrado, en la Eucaristía, como en una cena de Pascua, sucede algo que trasciende el tiempo. Esto no contradice el entendimiento, la imaginación ni las leyes de la naturaleza; sólo los lleva más allá de sus límites normales.
He aquí una Plegaria Eucarística para esas ocasiones en las que no hay pan ni vino que consagrar.
Señor, Dios, tú irrumpes en nuestras vidas de maneras extraordinarias para manifestar tu amor y salvarnos.
Dividiste milagrosamente las aguas del mar Rojo a tu pueblo elegido y lo guiaste a lugar seguro al suspender las leyes de la naturaleza. Después, en el desierto, los alimentaste milagrosamente con el maná y les revelaste la ley en tu corazón.
Ya que sólo una generación anduvo a través de las divididas aguas del Mar Rojo y sólo esa generación comió tu maná en el desierto, Tú, Señor Dios, instituiste la cena de Pascua como un ritual por el cual cada generación hasta el fin de los tiempos pudiera andar a través de las divididas aguas del Mar Rojo y comer tu pan en el desierto. La cena de Pascua recuerda estos acontecimientos salvíficos de un modo que, en tu infinitud, hoy nos los hace actuales de nuevo.
Esto es verdad también por las acciones salvíficas de tu hijo, Jesucristo. Su Pasión fue una nueva esclavitud; su confianza en la Muerte, una nueva fe; que lo elevaras en la Resurrección y su Ascensión, un nuevo Éxodo; y su envío del Espíritu en Pentecostés, una nueva entrada en la Tierra Prometida.
Por tanto, Señor Dios, en la noche anterior a su muerte, tu hijo nos dejó la Eucaristía como una Cena de Pascua a través de la cual tú haces presentes de nuevo estos acontecimientos salvíficos.
Te pedimos, por tanto, que envíes tu Espíritu sobre todos nosotros aquí reunidos para hacer el memorial de las acciones salvíficas de tu Hijo. Concede que, por la conmemoración de este ritual, cada uno de nosotros, y todos nosotros como una comunidad, estemos unidos con Cristo en su Pasión, Muerte, Resurrección, Ascensión, y en su Envío del Espíritu. Tú que estás más allá del tiempo, concédenos hoy la gracia de ser uno con Cristo en su sacrificio, uno con él en su morir y resucitar.
Así como celebramos este memorial, ayúdanos a saber que somos uno con Tu Hijo, nuestro Señor, Jesús, unidos con él mientras está sobrellevando su Pasión, Muerte, Resurrección, Ascensión y Pentecostés.
Señor, Dios, ayúdanos a saber que el alimento de esta Eucaristía es el nuevo maná por el que alimentas a tu pueblo con alimento celestial.
Señor, mientras hacemos este memorial, te pedimos sobre todo que nos ayudes a superar todo lo que nos separe a unos de otros, toda división en nuestro mundo, de modo que Tú puedas alimentarnos a todos en una sola mesa, como una sola familia, como un solo Dios de todos nosotros.
Pedimos todo esto por, con y en tu hijo, Cristo, nuestro Señor… AMEN.
En la Eucaristía, no sólo comemos el pan de vida; también morimos y resucitamos con Cristo.
Ron Rolheiser
Traducción, Benjamín Elcano
Ciudad Redonda
Oh capitán, mi capitán por Almudena Colorado
pastoralsj
Algo para pensar y orar en esta semana por Jos Moons sj
La formación espiritual es parecida a observar un mapa con un niño. Se le explica al niño que esta parte es un pastizal, esa otra un bosque, aquí fluye un río y allá está una ciudad. Si realmente deseas ayudar a ese niño, debes decirle que sabes todo esto porque lo pintado de verde es un pastizal, lo de verde oscuro un bosque, lo de azul es agua, y lo de gris o café son ciudades. Si le enseñas como comprender esto, ese niño ya no dependerá de ti, y de hora en adelante leerá el mapa sin tu ayuda.
Lo mismo sucede en la formación espiritual. Es importante que compartas su significado. Así enseñas el camino de sus almas, y como encontrar la orientación para sus almas, y así puedan estar conscientes del camino que están recorriendo contigo.
Jos Moons SJ
Espacio Sagrado
Dime una Palabra por Luis Fernando Crespo SM. En tu tienda
Salmo 14 Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
Tú te haces huésped mío, y me haces huésped tuyo, cuando procedo horadamente y practico la justicia, cuando tengo intenciones leales y no calumnio con mi lengua, cuando no hago mal a mi prójimo ni difamo al vecino. Cuando intento vivir como tú y cumplir tu voluntad, con la ayuda de tu gracia.
Iniciando el contacto con música: La Herida | Cristóbal Fones, SJ
Saturday, June 19, 2021
Explosión de meditación ‘app’ por Fernando Vidal
Ofrecen miles de meditaciones de concienciación, pacificación, autoestima, percepción aumentada o positivización. Insight Timer tiene, además, una red social para que los participantes puedan dialogar sobre sus experiencias. El tiempo es flexible: de treinta segundos a treinta minutos. Usan sonidos relajantes, visualizaciones y proponen actividades sencillas.
El objetivo es mejorar la salud. Algunas registran tus estadísticas de uso y te envían mensajes para que recuerdes meditar.
La expansión es enorme. La app ‘Petit BamBou’ tiene un anuncio diario en horario de máxima audiencia en una de las principales cadenas de radio españolas. Costó treinta mil euros crearla y, con una cuota anual de 50 euros, ya supera los cuatro millones de usuarios. Sus creadores observaron que sus “amigos y familiares sufrían a pesar de que aparentemente disponían de todo para ser felices”.
Cuidar la interioridad
Decidieron crear una app “simple, laica, práctica y efectiva para mejorar el bienestar mental”, con meditaciones guiadas de diez minutos creadas por psicólogos, psiquiatras e instructores de mindfulness. Tratan temas como el perdón, las emociones, el duelo, la alegría en el trabajo… y hasta disponen de una potente sección infantil.
En general, favorecen vivir más sanamente, inician en un camino de escucha, conciencian sobre cuidar la interioridad. Es un signo interpelante de los tiempos y llama a la creatividad. La gente no cesa de buscar espiritualidad. El asunto es si se está donde está la gente.
Fernando Vidal
La nube abierta
Vida Nueva
TAIZÉ: Evening prayer, Saturday 19.06.2021
Estrenan concierto inspirado en el Cardenal Newman
Cantantes y músicos de Reino Unido han unido fuerzas para un concierto especial inspirado en la vida y en el mensaje de John Henry Newman, canonizado en 2019.
Este cardenal fue primero un pastor e intelectual anglicano, que se convirtió al catolicismo. El concierto para recordarlo se celebró en la iglesia de Farm Street en Londres, donde él mismo predicó.
El concierto se titula “Newman: Meditación y Oración”. Lo organiza la Fundación Génesis, que promueve las artes y apoya a jóvenes músicos, actores y artistas. Su fundador espera que a través del poder de la música, el mensaje del Cardenal Newman llegue a muchas personas.
Este concierto fue el estreno mundial de dos piezas para coro inspiradas en Newman. Los compositores dicen que sus predicaciones les han ayudado mucho.
En 2019, miles de peregrinos desde Inglaterra volaron a Roma para presenciar la canonización del cardenal Newman. Hoy, su vida continúa siendo una fuente de inspiración para católicos de todo el mundo.
Justin McLellan
Rome Reports
Documentan la historia del zoo en el que católicos escondieron a judíos de los nazis
Durante la ocupación de Polonia, los nazis rastrearon ciudades enteras en busca de judíos. Arriesgando sus propias vidas, Jan y Antona Żabiński rescataron a cerca de 300 de ellos y los escondieron en su zoo.
El nuevo documental “Of animals and men” muestra hasta dónde llegó su ingenio y coraje.
Nuestra casa fue siempre un refugio para los débiles y necesitados. Sobre todo fue mi madre la que se encargó de ayudarlos y salvarlos...
Dominik es el nieto de los protagonistas de esta conmovedora historia. Dice que lo que movió a sus abuelos fue su fe católica, ya que en cada persona que salvaban veían un ser humano.
La historia de esta familia inspiró el libro y la película "La casa de la esperanza”. Pero, según Dominik, este documental muestra "lo que de verdad pasó".
El documental incluye imágenes de archivo del zoo de Varsovia y grabaciones originales de la familia Żabiński. Cuando nació Dominik, sus abuelos ya habían fallecido. Así que les escuchó por primera vez en este documental.
Me conmueve haber visto todas las cosas que han encontrado para el documental, y espero que el público sienta lo mismo”.
“Of Animals and Men” es un testimonio de cómo las personas normales pueden hacer cosas extraordinarias, incluso cuando están bajo circunstancias aún más extraordinarias.
Rome Reports