A una semana de haber asumido como Arzobispo de Concepción, Mons. Ricardo Ezzati presidió las celebraciones de la festividad de San Sebastián en Yumbel, ocasión en la que realizó un profundo llamado a fortalecer la Fe Cristiana.A las 19 horas, luego de la tradicional procesión por las calles de Yumbel, se realizó una eucaristía en el Santuario San Sebastián, lugar que Mons. Ezzati describió al inicio de su homilía como un pulmón de espiritualidad: “Nos encontramos en este campo de oración, que he dicho es un pulmón espiritual, que es donde podemos respirar el aire puro del amor del Señor, que se manifiesta también a través de la presencia de sus santos, aquí de un santo joven, que entregó su vida para ser testigo de Jesús y testigo de la verdad de su evangelio”.
Mons. Ezzati destacó que San Sebastián nos dejó una preciosa y profunda lección, ya que a pesar de vivir en una época en la que los cristianos eran minoría, nunca vaciló en su ardiente fe. Destacó que él se encontró con Jesús y decidió que toda su vida, hasta derramar su propia sangre, sería una vida para Dios y para Cristo. “Pidamos a San Sebastián que nos enseñe cómo ser fuerte, porque lo sabemos muy bien, el mundo en que vivimos no nos facilita el camino de la fe, pero el Señor nos llama a vivir nuestra fe en mundo, en esta cultura en estos hermanos con los cuales vamos caminando en el mundo y, necesitamos fortaleza, la misma fortaleza que llevó a San Sebastián a entregar su vida por el Señor”, expresó Mons. Ezzati.
Además, el Arzobispo, al reflexionar sobre el lema de la festividad (“¿Y ustedes quién dicen que soy yo?”, expresó que la fe no consiste sólo en constatar qué cosa dice la gente de Jesús. “La fe es una pregunta muy personal; una pregunta que el Señor me dirige a mí: qué significo yo para tu vida de joven, de niño, de adulto, de adolescente. ¿Qué significo yo? No sólo en algunos momentos del año, no sólo el domingo cuando voy a la misa o cada fiesta de San Sebastián, cuando acudo a este santuario”, precisó.“Quién soy yo para ti, en tu vida, en tus opciones, en las cosas que tú realizas, en el comportamiento de tu vida? ¿Quién soy yo para ti? Esta es la pregunta que el Señor nos dirige a nosotros hoy día, en este siglo, en este tiempo, cuando nuestro mundo parece estar como embriagado de cosas materiales; cuando pareciera que los avances de la ciencia, que los descubrimientos están ofreciendo al hombre todos los caminos de felicidad y plenitud”, continuó el Arzobispo y concluyó que ante esa pregunta, que fue la misma que San Sebastián escuchó de los labios de Jesús, debemos reaccionar cómo él lo hizo: con fe en Dios y entregar nuestra vida a él.
Fuente: Iglesia.cl
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