En concreto, alertó sobre el contenido de los libros 'Jesucristo liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret' --publicado en Madrid en 1991-- y 'La fe en Jesucristo. Ensayo desde las victimas' --publicado en San Salvador en 1999--.
Según una notificación hecha pública hoy por el Vaticano pero fechada el 26 de noviembre del año pasado, estas proposiciones sobre determinados puntos clave de la doctrina católica -como son la divinidad de Jesucristo, su encarnación, su relación con el Reino de Dios, su autoconciencia y el valor salvífico de su muerte-- pueden 'causar daño a los fieles'.
En este sentido, el documento destaca diversas afirmaciones del autor con las que 'tiende a disminuir el alcance de los pasajes del Nuevo Testamento que afirman que Jesús es Dios', asegurando que en el Evangelio 'no se afirma claramente la divinidad de Jesús, sino que sólo se establecen los presupuestos para ello'.
Otras de las afirmaciones criticadas son las que 'hacen pensar que Jesús no ha atribuido a su muerte un valor salvífico', como ilustra un pasaje del libro 'Jesucristo Liberador', en el que el autor asegura que 'no hay datos para pensar que Jesús otorgara un sentido absoluto trascendente a su propia muerte, como hizo después el Nuevo Testamento'.
Con esta advertencia --que fue aprobada por el Papa Benedicto XVI el 13 de octubre de 2006-- la Santa Sede pretende ofrecer tanto a los pastores como a los fieles católicos 'un criterio seguro, fundado en la doctrina de la Iglesia' para que puedan llegar a un 'juicio recto acerca de estas cuestiones, muy relevantes tanto desde el punto de vista teológico como pastoral'.
Los hechos se remontan a octubre de 2001, cuando la citada congregación eclesial --que es la encargada de velar por la doctrina de la fe en todo el mundo-- tomó la decisión de estudiar en profundidad estas dos obras de Sobrino 'a causa de las imprecisiones y errores en ellas encontradas'.
Sin embargo, dada la amplia divulgación de ambos escritos en los Seminarios y otros centros de estudios de América latina, la congregación decidió actuar según el 'procedimiento urgente', que es al que suele recurrir cuando 'los escritos son evidentemente erróneos' y su divulgación podría acarrear 'un grave daño a los fieles'.
SOBRINO RESPONDIÓ EN 2004
En julio de 2004 la congregación hizo llegar al padre Sobrino las conclusiones de tal estudio, a las que éste respondió matizando 'parcialmente su pensamiento' aunque sin ser 'satisfactoria', ya que 'en substancia' permanecían los mimos errores, según explica la notificación hecha pública hoy.
Por esta razón, el Vaticano decidió finalmente advertir públicamente sobre los peligros de estos escritos. A pesar de admitir que 'la preocupación del autor por la suerte de los pobres' es 'apreciable', la congregación subraya su 'obligación' de indicar sus 'notables discrepancias' con la fe de la Iglesia Católica.
NO JUZGA LAS INTENCIONES DE SOBRINO NI LO SANCIONA
Sin embargo, la notificación remarca que 'no pretende juzgar las intenciones subjetivas del autor', sino sólo advertir sobre 'ciertas proposiciones que no están en conformidad con la doctrina de la Iglesia'.
Por su parte y en declaraciones a los periodistas, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, precisó que este documento no supone ninguna 'sanción' contra la persona de Sobrino, sino que sólo pretende ser 'una notificación objetiva' sobre el contenido de algunos de sus escritos.
Fuente: El Periodista Digital
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