El primer encuentro entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el papa Benedicto XVI ha despertado grandes esperanzas entre los católicos rusos, que mantienen desde hace años tensas relaciones con la mayoritaria Iglesia Ortodoxa.
'Albergamos esperanzas de que la reunión sirva para mejorar la situación de los católicos en Rusia', aseguró hoy a Efe Tadeusz Kondrusiewicz, de 61 años, arzobispo de Moscú y líder de los católicos rusos.
En el contexto de un viaje oficial a Italia, Putin se entrevistará mañana con el Papa en el Vaticano, en la que será su tercera visita a la sede de la Iglesia Católica Romana, donde ya estuvo en 2000 y 2003, cuando se entrevistó con Juan Pablo II.
El representante del Vaticano en Moscú, Antonio Mennini, ha confirmado que Putin se ha mostrado dispuesto a conversar con Benedicto XVI en alemán, idioma que el líder ruso domina desde sus tiempos como espía soviético en los años 80 en Alemania Oriental.
El líder de los católicos rusos, que fue destinado por el Vaticano a este país en 1991, poco antes de la desintegración de la URSS, espera que el encuentro sirva, cuando menos, para 'alentar la libertad de conciencia en Rusia', país donde la mayoría de la población profesa la religión ortodoxa.
'Es muy importante que se mantenga la tradición que comenzó el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, quien se reunió con el anterior Pontífice, Juan Pablo II, en diciembre de 1989', dijo.
El arzobispo reconoce que aún existen muchos problemas en las relaciones entre el clero católico y la Iglesia Ortodoxa Rusa, pero matiza que éstas han mejorado desde que Benedicto XVI asumió el cargo en abril de 2005 tras la muerte del polaco Karol Wojtila.
'Es evidente que en los últimos dos años tenemos menos dificultades para obtener visados y ejercer nuestra labor en territorio ruso', apuntó.
No obstante, agregó Kondrusiewicz, 'la invitación para que el Papa visite Rusia no está en la agenda del día', aunque no descartó un encuentro entre Benedicto XVI y el Patriarca ortodoxo, Alejo II, en territorio neutral.
En sus dos anteriores viajes, y al contrario de lo que hicieron sus antecesores en el Kremlin, Gorbachov y Borís Yeltsin, Putin no invitó a Juan Pablo II a visitar Moscú, como anhelaba el Papa polaco.
En cuanto a una posible reunión con Benedicto XVI, el Patriarca ruso aseguró recientemente que no se verá con el Papa romano mientras continúe el proselitismo católico en el territorio de Rusia y los otros países de su área de influencia.
Al respecto, Kondrusiewicz calificó de 'sinsentido' acusar al clero católico en Rusia de proselitismo, ya que una de las reglas de oro de la actividad de los sacerdotes y misioneros católicos en Rusia es 'no dirigirse a los fieles de otras religiones'.
En todo caso, las relaciones entre ambas iglesias han mejorado sensiblemente desde la elección como Papa del cardenal Ratzinger, cuyo talante conservador en materia de moral religiosa ha sido alabado por el Patriarca ruso.
'El encuentro entre Putin y Benedicto XVI contribuirá a nuestra causa común: la defensa de los valores morales tradicionales', aseguró hoy el Obispo Hilarión, representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa para las Instituciones Europeas.
Hilarión auguró que 'cambios positivos en las relaciones entre ambas iglesias podrían tener lugar durante el actual pontificado', aunque añadió que es 'muy pronto para proponer fechas' para un eventual encuentro entre el Papa romano y el Patriarca ruso.
El arzobispo de Moscú cifró en poco más de 600.000 el número de católicos en Rusia, país en el que los ortodoxos son mayoría con varias decenas de millones, mientras los musulmanes rondan los 20 millones.
A diferencia de China, que tampoco pudo ser visitada por el anterior Papa, Rusia sí mantiene relaciones diplomáticas con el Vaticano. (TERRA – EFE)
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